Deshabilitar aplicaciones preinstaladas puede ser un riesgo. ¿Pero es bueno hacerlo o no?
Cuando tenemos un teléfono, y queremos tener la mayor cantidad de espacio disponible, nos ponemos a desactivar todas las apps preinstaladas que vemos y que no vamos a usar. La cuestión radica en que cuando lo hacemos nos salta un aviso de que a lo mejor no sería lo más adecuado ya que podría provocar problemas en el sistema.
Ahora la pregunta de oro que muchos nos hemos planteado: ¿es bueno deshabilitar estas aplicaciones? Resolvemos las dudas a continuación. Aunque ya os adelantamos que, como todo en esta vida, no es blanco y negro, sino que tiene muchos matices grises.
Deshabilitar aplicaciones no conlleva riesgos… casi nunca
A los fabricantes les conviene tener sus aplicaciones instaladas en su dispositivo ya que es una manera directa de publicitarlas. De hecho, es lo que hace Google (y por eso está acusada de monopolio); y el problema radica en que no se paran a pensar si usaremos estas apps, ocupando espacio en nuestra memoria.
Y realmente, nos basamos en un concepto básico para decir que deshabilitar aplicaciones no es malo: ¿por qué una opción que podría ser perjudicial está presente en nuestro sistema? Si Android nos brinda esa opción, es porque realmente no es dañina en la gran mayoría de casos.
Decimos en la gran mayoría de casos porque depende en gran medida de lo intrusiva que sea la capa y de las aplicaciones que quieras deshabilitar. Por ejemplo, aplicaciones como servicios de Google no son un peligro real, ya que no comprometen a la integridad del sistema como tal (aunque estén implementadas en él).
Pero si nos ponemos a deshabilitar apps mucho más básicas, como herramientas del sistema y de forma compulsiva, sí podemos provocar errores en Android. Depende de la capa de personalización permitirte o no deshabilitar estas apps, y en la mayoría de casos no te lo permite.
Y esto es como la caché, por ejemplo: si te lías a deshabilitar todo lo que se te ponga por delante, ten por seguro que sí desatarás varios fallos que serán un incordio. El sistema detectará que algo no va bien, y no sabrá actuar en consecuencia a la falta de apps instaladas.
Por lo tanto, esto es así: deshabilitar aplicaciones no es malo siempre que deshabilites lo que no uses de verdad y dejes espacio para el sistema. No te pongas a borrar medio sistema o tendrás problemas. Si mantienes un control, podrás hacerlo y liberar tu memoria. Y si disfrutas de un buen almacenamiento… pues olvídate.