Desde que Facebook compró WhatsApp muchos usuarios han ido viendo cómo la integración entre los dos servicios era cada vez mayor, por mucho que Mark Zuckerberg declarara ante los responsables europeos que no era posible.
Esto llegó a un punto en el que los usuarios de la aplicación de mensajería deberían aceptar que cierta información (no personal) fuera compartida con la empresa matriz con fines comerciales. Y si no aceptaban su cuenta sería cancelada.
Finalmente, WhatsApp anunció que daba marcha atrás y no cancelaría las cuentas de estas personas, pero ahora sabemos qué otros medios va a utilizar para invitar a la gente a aceptarlas.
Secuestro de la lista de chats y sin llamadas
Supongamos que un usuario de WhatsApp al que apliquen los nuevos términos y condiciones no ha aceptado los mismos en la aplicación. De ser así, la app le enviará recordatorios de forma periódica.
Si el usuario no acepta, no tendrá acceso a la lista de chats, aunque podrá entrar a los mismos a través las notificaciones.
Si sigue sin aceptar los nuevos términos la empresa restringirá la posibilidad de recibir y realizar videollamadas y llamadas de voz desde la aplicación. No podrá realizarlas ni responderlas.
Llegará un punto en el que la aplicación no permita ni enviar ni recibir mensajes, por lo que, de factor, sería como no tener cuenta. Eso sí, siempre podemos exportar los chats y datos y llevárnoslo a otras aplicaciones.
Estos plazos serán de semanas, pero no a todos los usuarios les aparecerá de forma simultánea.
Un WhatsApp inútil es como un WhatsApp cerrado
La empresa ha querido realizar este movimiento para mitigar el daño que había recibido al anunciar que las cuentas que no aceptaran los nuevos términos el 15 de mayo se cerrarían. Esto provocó una estampida de usuarios a Signal y Telegram.
Recordemos que esto no afecta a los usuarios europeos gracias a la reciente legislación GDPR.