El uso de Instagram por menores cambia en España: así son las cuentas de adolescentes

Cada vez hay más estudios que indican que el uso del móvil, y en concreto de las redes sociales, está provocando problemas de salud mental, especialmente entre los adolescentes. Esto ha llevado a países como España a tomar ciertas medidas, pero también a organismos supranacionales a obligar a las empresas a colaborar.

Instagram anunció a principios de año la limitación de uso de la aplicación para los adolescentes. Meses después ahondó en esta estrategia con la creación de las cuentas para adolescentes, para usuarios de entre 13 y 17 años. Esta nueva categorización de sus perfiles ahora llega a España.

Las nuevas Cuentas de adolescente están diseñadas para limitar las interacciones no deseadas, los contenidos inapropiados y también tiempo dedicado a usar la aplicación. Los padres no se preocupan sólo por el mal uso de las apps de redes sociales, sino también por el tiempo excesivo que los menores les dedican. En el caso de los adolescentes menores de 16 años, cualquier cambio que se quiera realizar a estos ajustes deberá ser autorizado por sus padres mediante la herramienta de supervisión parental de Instagram.

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Este control parental es la mayor diferencia con respecto a las cuentas normales del servicio. Es posible, no obstante, que los progenitores decidan si los adolescentes menores de 16 años pueden ajustar estos parámetros para hacerlos menos restrictivos. Lo que no se podrá controlar es que una cuenta de un menor de edad se convierta en cuenta de adolescente. Además, todas las cuentas nuevas de menores de 18 años serán creadas así por defecto a partir de ahora.

A los usuarios en España con esa edad les aparecerá un aviso indicando que en una semana su cuenta pasará a ser una Cuenta de adolescente, con lo que eso implica. Para empezar, estas cuentas se configurarán como privadas por defecto y deberán aprobar manualmente a cada nuevo seguidor.

Otra modificación es que los adolescentes solo podrán recibir mensajes directos de las personas a las que siguen o con las que ya están conectados. No será posible recibir mensajes de desconocidos o ser etiquetados por gente a la que no tengamos añadida. Por supuesto, la restricción de contenido se activará al máximo para minimizar el contenido violento pero también el que está relacionado con cambios estéticos. Lo mismo pasará con las palabras filtradas.

Instagram también quiere controlar el tiempo que los adolescentes pasan en la aplicación por lo que aparecerán notificaciones sugiriéndoles que salgan de la app después de pasar 60 minutos al día en ella. Eso sí, es sólo una sugerencia y no se prohibirá su uso. Lo que sí se activa por defecto es el modo descanso entre las 10 de la noche y las 7 de la mañana, aunque se puede modificar. Las notificaciones se silenciarán y se enviarán respuestas automáticas a los mensajes privados.