Si tu infancia transcurrió a principios de los 90, es bastante seguro que conozcas a Wally. Si no has tenido el placer, deberías saber que fue uno de los mejores juegos-libro de la generación. El protagonista es el mentado Wally, un turista del espacio y el tiempo que se pierde en todo tipo de lugares y dimensiones. El reto consiste en revisar absolutamente todos los recovecos de las maravillosas ilustraciones de su creador, Martin Handford, para encontrarle no solo a él, sino a su tropel de amigos y enemigos.
Con un concepto como este, el videojuego para Android tenía dos alternativas: o adaptar a Wally a un estilo de juego con mas acción, o ceñirse al original lo máximo posible, y afortunadamente Gameloft ha decidido hacer lo segundo. Así, ¿Dónde está Wally ahora? es una recopilación de ilustraciones en las que nos podemos perder durante horas revisando detalles y encontrando a nuestro gafotas favorito.
Para no caer en la monotonía, algunos niveles incluyen elementos especiales, como niebla o polvo que tenemos que apartar, o el uso de unas gafas de visión nocturna en los niveles mas oscuros. Pero en general estas novedades no cambian demasiado el desarrollo del juego, algo que agradecerán los fans de los libros originales, pero que puede que resulte algo aburrido para los que no lo sean. ¿Dónde está Wally? siempre ha sido un juego que depende de la paciencia y de la curiosidad del jugador, y por tanto no es para todo el mundo.
El toque original lo aportan los minijuegos protagonizados por los personajes secundarios, como el perro Woof y el villano Odlaw (o por lo menos, todo lo villano que puede ser alguien que se queda en un sitio esperando que lo encuentren). Estos minijuegos van desde rompecabezas sencillos basados en mover piezas hasta secuencias de plataformas. No están demasiado trabajados, pero no desentonan con el ambiente del resto del juego y se agradecen.
¿Dónde está Wally ahora?
es un título orientado a los jugadores mas jóvenes, pero que también agradará a los mas fans del personaje que quieran rememorar algunos de sus viajes en el tiempo, siempre y cuando no esperen mucho mas.