14px se descubre como el alumno aventajado de Super Meat Boy
De vez en cuando, aparecen juegos en el mercado que a primera vista no llaman en absoluto la atención. Ya sea por un estilo artístico que no tiene nada de malo pero tampoco es tan original, o por unos gráficos que parecen demasiado simples, o simplemente por pertenecer a un género del que no eres demasiado fan. Pero cuando instalas y pruebas esos juegos, recibes una gran sorpresa y te preguntas cómo es posible que no supieses de su existencia antes. Algo parecido me ha pasado con 14px.
De entrada, 14px es un plataformas que se basa en la velocidad y en la capacidad de nuestro personaje de dar una cantidad limitada de saltos en el aire. Los niveles, de diseño arcaico y cuyos elementos parecen estar creados con el mínimo cuidado posible, se descubren como auténticos desafíos que necesitan de una gran comprensión de la inercia y del espacio que podemos recorrer en un momento determinado. En este sentido, 14px es un juego muy mentiroso, que con un aspecto simplón y aparentemente descuidado esconde una gran cantidad de momentos desafiantes.
Guardando las distancias, 14px me ha recordado bastante a Super Meat Boy, la genialidad indie que nos recordó el verdadero significado de la palabra «difícil». Como buen alumno, este juego de Drummer Games es capaz de torturar al jugador de maneras inimaginables, con todo tipo de peligros que plagan unos niveles que a primera vista no parecen tener solución. Pero, al igual que el juego en el que se basa, cada vez que caemos víctimas de nuestra torpeza, sabemos que los únicos culpables somos nosotros. Y es que un juego difícil no es aquel que presenta desafíos imposibles y que necesita de suerte para poder ser completado. No, un juego difícil es aquel en el que el principal enemigo del jugador es él mismo.
Para que funcione semejante planteamiento, el control debe ser perfecto, y la verdad es que en este caso lo es. Apenas contamos con tres botones, uno para cada dirección y otro para saltar. Son las únicas armas necesarias para sortear todos los peligros, junto con elementos jugables que nos encontraremos por el camino como botones que cambian la dirección de la gravedad.
No hemos podido probar los modos online ya que en el momento de escribir este artículo no estaban disponibles, pero en todo caso solo por el modo de un jugador merece la pena probarlo. 14px es gratuito después de un tiempo a la venta con unos resultados aparentemente decepcionantes, lo cual es una pena aunque gracias a eso mas gente podrá disfrutarlo.