Kavinsky junta las peleas callejeras con los 80 y buena música
Pocas veces lo mejor de un juego es su protagonista, lo cual tiene sentido si tenemos en cuenta que estos son representaciones básicas del jugador. Normalmente lo importante es el escenario, los enemigos y la historia que ocurre a su alrededor, pero eso no es cierto en Kavinsky, un juego en el que el personaje que controlamos ocupa completamente nuestro interés, gracias a lo «peculiar» que es.
Porque Kavinsky parece salido de las peores pesadillas inducidas por cocaína en los 80. Desde su chaqueta sacada de Grease hasta sus gafas y su proyecto de bigote, parece un personaje salido de una producción india de serie B mas que el protagonista de una película de acción. Curiosamente, al parecer está basado en el DJ francés de mismo nombre, y si este juego se basa en lo mas mínimo en su vida real, tenemos que darle nuestro apoyo moral.
Porque Kavinsky no es capaz de salir a la calle sin que cada tres pasos alguien intente pegarle una paliza, lo cual puede llegar a ser comprensible viendo su estilo. Hasta los policías se olvidan de su «Proteger y servir», y se alían con la peor chusma callejera para reducir a nuestro héroe a pulpa. Afortunadamente, Kavinsky no tiene miedo a agredir a nadie, ni tampoco a desvelar su poder inhumano que le permite pegar mas de dos puñetazos seguidos sin tener que tomar un respiro.
Todo esto se traduce en un beat’em up, es decir, un arcade de lucha de los de toda la vida. Avanzamos por el escenario con un tiempo limitado, y tenemos que vencer a los malos que aparecen por el camino. Simple y directo, tenemos dos botones, uno para puñetazos y otro para patadas. Pega suficientes de las dos, y rellenarás tu barra de «combo», que se activará automáticamente convirtiendo a Kavinsky en Son Goku en un guerrero letal. Se echa muy en falta un botón de bloqueo, ya que por eso acabaremos en el suelo mas veces de las que nos gustaría.
Kavinsky es un juego que parece extraño, pero que en el fondo no se aleja mucho de los cánones del género de los arcade de lucha. Si os gusta su música la tendréis de fondo en todos los escenarios, así que eso es un plus. Por lo demás, no destaca demasiado, pero es un buen entretenimiento teniendo en cuenta que es gratuito.