Google en general y Android en particular tienen un problema con la piratería. No es un problema exclusivamente de los de Mountain View, ni muchísimo menos, pero sigue siendo un problema con el que todavía no han acertado a solucionar. Ya hablamos a raíz del fenómeno de Monument Valley y los problemas que tuvo al sacar su expansión de pago, y que únicamente el 5% de las instalaciones en Android habían sido pagadas. Incluso, Google ha llegado a alojar material pirata en sus propias tiendas, como en Google Play Books. Vista la situación, Noodlecake Studios ha decido realizar un pequeño experimento de marketing a ver si lograban sacar algo de la situación.

Y su idea ha sido, básicamente, piratear su propio juego. El estudio ya había lanzado un juego para Android, Wayward Souls, un juego que vale en Play Store 6,29€ y que, según sus datos, sólo el 11% de las instalaciones había sido pasando por caja, y eso sin tener en cuenta que algunas de las versiones crackeadas podían haber eliminado las herramientas de seguimiento.

El estudio no afirma en ningún momento que todo ese pirateo sea dinero perdido, ya que consideran que mucha gente jamás hubiera comprado el juego, y de hecho tratan de verlo por el lado positivo y creen que todo ese pirateo pudo contribuir a que se hablase del juego e incluso pudo llevar a que algún amigo de los piratillas pagase por el juego, sin embargo reconocen que ver que se ha pirateado su juego 10 veces más que lo que se ha descargado legalmente, pica. Y es normal.

Premium Funk, un jefe exclusivo de la versión pirata un tanto especial

Así que decidieron probar una idea nueva: piratear su nuevo juego, Shooting Stars. Unos días antes de su lanzamiento en en Google Play, publicaron en varios sitios de torrents y en distintos foros la APK del juego, que rápidamente se distribuyó. Pero resulta que esta versión del juego estaba modificada.

Al llegar al tercer jefe, los jugadores se toparían con Premium Funk, un jefe que no aparece en la versión de pago del juego y que enfrentaba a los jugadores con una oleada de enemigos con una cantidad de salud obscena, como ellos mismos la describen. Si sobrevivían, deberían enfrentarse al jefe que, básicamente, es invencible. Una vez muertos, un mensaje aparece animando a los jugadores a comprar la versión legal del juego.

Una curiosa maniobra de marketing

Ellos mismos admiten que se trata de una estrategia de marketing y que no creen que sea la solución al problema de la piratería. Además, también reconocen que la versión pirata no ha sido descargadas tantas veces como la original, aunque ya hay una versión crackeada del juego sin manipular.

El juego está disponible en Play Store y cuesta 2,99€. Hacer una aplicación o un juego implica mucho trabajo y los desarrolladores tienen todo el derecho del mundo a querer monetizarlo y a veces los usuarios se lo ponemos difícil. Es cierto que no toda descarga pirata es una venta perdida, pero aun así es un problema de difícil solución, y que debería empezar por los propios usuarios que, además, serían beneficiados si los desarrolladores consiguen rentabilizar mejor su trabajo, ya que eso se traduciría en mejores aplicaciones y juegos.

Vía noodlecake.com