Durante un breve lapso de tiempo estuvieron de moda los simuladores. Juegos que emulaban cosas normales de la vida o no tan normales como algunas cabras. El juego del que hablaremos hoy nos da la ocasión de simular algo que nunca hubiéramos pensado hacer: comercializar nuestro smartphone propio. Esto es lo que consigue Smartphone Tycoon, el juego de hoy.
¿Te has preguntado alguna vez si el precio de un móvil está justificado? ¿Si el beneficio que se llevan es justo? Puedes adivinarlo o yéndote a la bancarrota o simplemente divirtiéndote creando un teléfono con tu nombre. ¡Vamos allá!
Smartphone Tycoon: el Sims favorito de El Androide Libre
¿De qué va este simulador? No sólo podremos crear nuestro propio móvil, de lo cuál hay cientos de simuladores. Podremos gestionar todo el proceso de montaje, venta, publicidad, etcétera a un nivel de certeza bastante superior al de la competencia.
Empezamos creando nuestra empresa, y contratando a trabajadores que podremos filtrar por sus características. Luego, creamos un teléfono que comercializar casi a gusto. Decimos «casi» porque como es lógico no tenemos todas las piezas desde el minuto uno.
Podremos controlar todos los parámetros posibles de nuestro smartphone en cuanto a diseño; ratio de pantalla, altura, tipo de botonera… absolutamente todo. De hecho, nos ha sorprendido que las piezas y tecnologías que hay disponibles son reales. Por ejemplo, podemos elegir tecnologías AMOLED, resoluciones de pantalla, procesadores de Qualcomm, de Intel…
Esto tiene una contrapartida, y es que además de que no podremos acceder ni de lejos de primeras a unas buenas piezas, cuanto mejor sea más caro será hacerlo y por ende más cara será su compra. Tendremos que determinar el beneficio que tenemos del dispositivo y en qué gastamos nuestro presupuesto, si en publicidad, distribución…
Básicamente tendremos que delimitar cuánto cuesta nuestro teléfono y el beneficio que recibiremos. Es finanza pura, basada en un smartphone. No tiene más, y realmente, nos gusta lo «fiel» que es a la realidad. Es decir, nos muestra el por qué a veces no deberíamos enfadarnos viendo algunos de los precios de los dispositivos actuales.
Minimalismo, bendito minimalismo
Todo el juego se ejecuta en el máximo de los minimalismos, y hay otros apartados que tomar en cuenta. Tenemos una serie de empleados, un apartado de marketing y un listado de smartphones que se venden. Tenemos que controlar también nuestras puntuaciones en bugs, diseño y tecnología.
El simulador no es para nada estresante, y sobre todo, es muy tranquilo y amigable. Cuanto más evolucionemos, más dinero tendremos y más piezas podremos tener. Al principio podremos crear smartphones muy básicos, pero tras eso, podremos crear auténticas bestias tecnológicas.
No todo es oro lo que reluce, y como habréis adivinado, este juego es freemium y tendremos que pasar por caja para quitar publicidad y además acceder a piezas específicas. Nos gusta que para acceder a piezas de iPhone hayas de pagar, por las risas. Aunque no creemos que sea un juego en el que invertir dinero, es una muy buena idea en un mar de juegos repetidos. ¿Crearás tendencia con tu móvil? ¿Superaras a nuestro Patatófono?