Hace casi dos años pudimos analizar el que fue el primer altavoz de Google con pantalla, el Google Nest Hub. De esta manera, la empresa creaba una nueva categoría de producto dentro de su catálogo, sin subir mucho el precio.
Ahora hemos podido analizar su sucesor, el Google Nest Hub 2, que en vez de ofrecer muchas novedades, un nuevo diseño y un precio superior ha optado por una estrategia diferente.
Un diseño muy continuista
Si ponemos este Nest Hub 2 al lado de un Nest Hub no hay diferencias. Google ha mantenido el mismo diseño tanto en el frontal con un gran marco blanco como en la zona trasera, con una peana recubierta de tela de la que solo sale un cable de carga.
La pantalla sigue siendo de 7 pulgadas y es táctil, pero puede que se nos quede algo corta si lo que queremos es ver vídeos algo largos.
Hace todo lo que el modelo anterior
En cuanto a las funciones, la integración del asistente de Google permite hacer todo lo que podemos hacer desde cualquier aparato con el mismo, desde reproducir vídeos y música hasta controlar los aparatos domóticos de nuestra casa.
Este altavoz mantiene la misma interfaz que ya había llegado al modelo anterior, con pestañas para cada una de las funciones. Esta interfaz debería ser mucho más rápida y responder mejor. Google tiene aquí una clara desventaja con respecto a Alexa y sus Echo.
Eso sí, hay dos novedades que son exclusivas de este Google Nest Hub 2, y las dos están relacionadas con un radar.
Controlando el sueño con un radar
La mayor novedad de hardware de esta pantalla inteligente es la presencia de un radar Soli en el marco superior. Esta tecnología, que ya la habíamos visto en el Pixel 4 XL, permite realizar acciones imposibles hasta ahora.
Por un lado, podemos pausar las alarmas o parar la música con un gesto de nuestra palma. No podemos avanzar o retroceder, así que si bien es técnicamente una novedad, seguramente sólo le saquemos utilidad si la usamos en la cocina y tenemos las manos manchadas.
La cuestión es que es muy probable que no queramos usar este altavoz en la cocina dado que este radar también permite controlar como dormimos.
Google ha estudiado a miles de personas mientras duermen en sus laboratorios para crear un nuevo servicio, integrado en Google Fit, que permite saber cómo hemos dormido.
Una vez configuremos la posición adecuada para el altavoz, cuando nos acostemos será capaz de medir nuestro ritmo respiratorio, si roncamos o no o si nos hemos desvelado por la noche. Y todo eso sin cámara.
Cada mañana podremos preguntarle al asistente cómo hemos dormido y nos dará un resumen. En la aplicación de Google Fit podemos también consultar cómo hemos dormido y ver cambios a lo largo de la semana en la interfaz del altavoz.
El primer inconveniente es que la detección del sueño es buena, pero no así el momento en el que nos levantamos. Si, como yo, os despertáis pero os quedáis en la cama leyendo noticias en el móvil, el terminal no siempre detecta que estáis despiertos, y contabiliza ese tiempo como sueño ligero.
Obviamente, si estáis en la cama pero os movéis más no va a cometer ese error.
El segundo inconveniente es que este servicio, aunque ahora es gratuito para cualquier usuario, pasaría a ser de pago en 2022, aunque no hay más datos al respecto. Como es lógico, si no queremos no tenemos por qué usarlo, pero en ese caso el altavoz pierde su mayor diferencia con el resto de modelos tanto de Google como de otras empresas como Amazon o Lenovo.
El software también ha cambiado y cuando nos acostemos la interfaz mostrará elementos que nos ayuden a dormir, como una función para poner alarmas, reproducir sonidos relajantes, etc.
Estas alarmas pueden ser visuales, haciendo que la pantalla vaya mostrando luz imitando al amanecer durante media hora, justo antes de que la alarma sonora entre en escena, para despertarnos de una forma más relajada.
No tiene cámara
Una de las características que más nos han llamado la atención es que Google ha optado por no poner una cámara en este altavoz. Esto puede gustar a muchos por la garantía de privacidad que eso supone, sobre todo para un dispositivo que va a estar apuntando a nuestra cama en todo momento.
No obstante, también limita la posibilidad de usarlo como sistema de videollamadas como pasa en otros modelos de Lenovo con el asistente de Google o en prácticamente todos los Amazon Echo con pantalla.
Hubiera sido mejor dotar de un sensor a este Nest Hub 2 y ponerle una tapa para poder cegar la cámara cuando quisiéramos.
Google Nest Hub 2: conclusión
Al contrario de lo que hubiéramos esperado, este altavoz con pantalla no es más caro que su antecesor. Ni cuesta lo mismo.
Uno de los mayores argumentos de compra del Google Nest Hub 2 es el precio. Google ha controlado el coste manteniéndolo por debajo de los 100 euros. En concreto 99,99 euros es lo que costará en la web de la empresa.
Esto lo convierte en un producto fácil de comprar, al contrario de lo que pasaba con el Amazon Echo Show 10, más potente, más útil, más grande... y muchísimo más caro.
Eso sí, es una pantalla inteligente muy convencional, si eso existe, con solo dos elementos diferenciales. Los gestos no suponen, ni de lejos, un argumento de venta para la mayoría. El estudio del sueño podría serlo, pero pocos serán los que paguen mensualmente por ello.
Aún así, para lo que cuesta es un buen producto, aunque sólo vayamos a usar las aplicaciones y funciones que usaríamos en otros altavoces con pantalla.