Si hay algo que han tenido en común todos los fabricantes de móviles desde hace más de una década es el aumento del tamaño de sus productos año a año. Incluso Apple, que durante mucho tiempo se resistió a pasar de las 5 pulgadas, se rindió.
Esta realidad ha llegado a un punto en el que se ha convertido en un problema para muchos. Yo soy uno de esos usuarios que prefiere terminales de pantallas grandes, pero me consta que mucha gente echa de menos los modelos fáciles de manejar a una mano.
En Apple lo sabían y lanzaron el iPhone 12 Mini, una propuesta de coste ajustado para ser un iPhone y con un valor claro: el tamaño. Un tamaño pequeño, para ser exactos.
En Android no hemos visto una réplica directa a esto por parte de ninguna marca. Hasta ahora. ASUS ha decidido crear por primera vez en mucho tiempo un dispositivo de tamaño muy ajustado, pero con prestaciones de primer nivel. Y esto último es clave. El ASUS Zenfone 8 es su terminal emblema y es pequeño. Junto a él ha presentado el ASUS Zenfone 8 Flip.
No podemos pensar que el ASUS Zenfone 8 es una alternativa a modelos como el Pixel 5 o el Pixel 4a, aunque comparta con ellos tamaño, porque es directamente un móvil que rivaliza en potencia y prestaciones con smartphones de primera categoría.
Características ASUS Zenfone 8
- Procesador – Snapdragon 888 5G.
- Memoria RAM: 6/8/16 GB.
- Almacenamiento interno:128/256 GB.
- MicroSD: no.
- Tamaño: 5,9 pulgadas.
- Resolución: Full HD+ (2400 x 1080 píxeles).
- Tecnología: AMOLED.
- Tasa de refresco 120 Hz
- Principal: 64 Mpx f/1.8.
- Ultra gran angular/macro: 12 Mpx f/2.2.
- Otros: LED Flash.
- Cámara frontal: 12 Mpx f/2.45.
- 5G.
- 4G/LTE.
- Dual SIM.
- Bluetooth 5.2.
- WiFi 6.
- NFC.
- Batería: 4.000 mAh.
- Carga rápida: 30 W.
- Sensor de huellas bajo pantalla.
- Altavoces estéreo dinámicos.
- IP68.
- Versión de Android: 11.
- Interfaz del fabricante: Zen UI 8.
- Dimensiones: 148 x 68.5 x 8.9 mm.
- Peso: 169 gramos.
El tamaño importa tanto que es la clave
A lo largo de este análisis hablaremos mucho de las especificaciones de este producto, de su potencia o de su autonomía, pero todo eso es secundario porque hay que dejar muy claro desde el principio que este móvil tiene una única razón de ser: ser pequeño.
Cuando se empezaron a filtrar los primeros datos muchos creímos que los mismos apuntaban a que este sería una suerte de modelo Lite o Mini. nadie se aventuró a pensar que ASUS iba a lanzar un flagship con un tamaño tan ajustado.
Así pues, la firma se ha colocado como la única, al menos por el momento, en tener un terminal de gama alta que además es pequeño.
Estamos ante un móvil con unas dimensiones muy ajustadas y es que en ASUS han querido no excederse de los 70 mm de ancho y los 150 mm de alto. Además, no querían que esta restricción en dimensiones perjudicara la autonomía o el rendimiento del dispositivo.
La pantalla tiene una diagonal de 5.9 pulgadas, pero al ocupar casi todo el frontal tiene el mismo impacto en la mano que móviles con diagonales de 5 o 5.5 pulgadas de hace unos años. De hecho, es casi idéntico al Xiaomi Mi 6 en dimensiones.
Esto hace que el modelo de esta marca sea perfecto para esos usuarios que quieren un móvil rápido, con buena cámara y pequeño, muy pequeño.
La construcción es de primer nivel, con un marco de metal que aloja los botones de volumen y el de encendido, este último en un color celeste que nos recuerda a la bandeja SIM del ASUS ROG Phone 5 en color blanco. Este botón es personalizable para que con una pulsación larga o dos cortas realice la acción que queramos.
La parte delantera tiene marcos algo más grandes que los de los modelos de otras marcas, o quizás simplemente lo parezcan por el menor tamaño de la diagonal. También tenemos ahí la cámara frontal, que se aloja en una perforación en la esquina superior izquierda de la pantalla OLED.
Por si todo esto fuera poco, ASUS ha querido dotar de certificación IP68 a este modelo, convirtiéndolo en uno de los pocos smartphones de menos de 6 pulgadas en estar protegido contra agua y polvo de forma oficial.
Junto al puerto de carga hay un LED, algo que cada vez es más raro de ver. El motivo por el que no está en el frontal, como era normal, es la dificultad de implementar eso en un móvil tan pequeño sin penalizar otros apartados más importantes como la pantalla.
Han encontrado espacio en algo tan pequeño para poner 16 GB de RAM
Cuando recibí este terminal para analizar había dos cosas que no supe con antelación. La primera era que podría usarlo durante tres semanas, algo que no siempre es posible y que se agradece para poder probar a fondo y durante el mayor tiempo posible un móvil. Tampoco indicaron las especificaciones.
La segunda era que no sabía que este modelo no sería una versión mini, sino la normal. Imaginad mi cara cuando empiezo a probarlo y el sistema me dice que el dispositivo usa un Snapdragon 888, 16 GB de RAM y 256 GB de memoria interna. Y sí, las tecnologías son las mismas que en los mejores móviles Android: LPDRR5 y UFS 3.1.
Mi primera reacción fue pensar ¿en serio? ¿en un móvil tan pequeño habéis metido las mejores especificaciones de la gama alta? No me malinterpretéis, no me pareció mal, pero me sorprendió muchísimo. No recuerdo cuando fue la última vez que tuve en la mano un móvil muy pequeño para los estándares del momento con prestaciones de primera línea.
A la hora de usar el móvil la sensación fue de nuevo extraña. No porque no rindiera bien, sino porque lo hacía. Era raro ver que un dispositivo de este tamaño respondía como lo hacía, tenía la fluidez que tenía y mantenía aplicaciones en segundo plano tanto tiempo.
La cuestión no es que el móvil sea o no capaz, porque potencia le sobra, es el uso que se hace de la misma. Yo soy una persona que juega mucho en el móvil, una hora al día de media, y hacerlo en este móvil ha sido raro. Ha sido capaz de mover todo lo que he querido, pero la pantalla era especialmente pequeña por lo que al final no lo usaba tanto tiempo.
No es que sea un problema o algo malo, al revés, es genial que haya móviles tan potentes sin obligarnos a llevar un aparato de casi un cuarto de kilo en el bolsillo.
En el apartado de la conectividad también hay sorpresas. No por la presencia del puerto USB C, o del chip NFC. Ni siquiera es raro ver el Wifi 6 o el bluetooth 5.2. Lo raro ha sido ver que se ha mantenido el Jack de auriculares, algo que no se ve en la gama alta de casi ninguna marca. Y desde luego en ninguna de las que más venden.
No hay muchos recortes en esta pequeña pantalla
Cuando un fabricante reduce el tamaño de sus móviles muchas veces vemos recortes sustanciales en la pantalla. En el caso del ASUS Zenfone 8 sólo podemos echar en falta un aspecto: más resolución. Y, aun así, es comprensible lo que han hecho.
Entre los mejores fabricantes de móviles es ya común optar por paneles 2K o QHD para sus mejores terminales. Hay excepciones como Sony, que incluso llegan al 4K, y alguno que se queda por debajo, pero esto es lo común.
Sin embargo, eso es sólo práctico cuando tenemos unas diagonales muy elevadas, en cuyo caso la densidad de puntos por pantalla no es todo lo alta que nos gustaría, quizás, con un panel FHD.
El ASUS Zenfone 8 no tiene este problema porque su diagonal de 5.9 pulgadas hace que el panel, que es FHD+, ofrezca una densidad de píxeles más que suficiente. Además, al igual que hemos visto en marcas como Samsung con los Galaxy S21, la tasa de refresco se ha llevado hasta los 120 Hz, el número que ahora todos entendemos por el estándar en esta categoría.
Podemos pensar que hay modelos de ASUS con una tasa de refresco más elevada, como el ASUS ROG Phone 5, pero es un móvil gaming, y en esos modelos esta cifra sí suele ser más alta. No podemos decir que le falte nada en este aspecto.
Además, podemos cambiarla para poner la tasa de refresco más baja, y ahorrar batería, o hacer que el sistema la gestione de forma automática, siendo esta la mejor opción.
En cuanto al brillo, ASUS ha elegido un panel con 800 nits de capacidad máxima, lo que permite el uso en cualquier circunstancia. Incluso podemos llegar a los 1100 nits de forma puntual si fuera necesario. Lo único que nos hubiera gustado es que el brillo mínimo fuera algo más bajo y es que en la cama en total oscuridad es algo elevado. Eso sí, tenemos la opción de activar la luz nocturna, que quita los tonos azules, y algo ayuda.
De día en exteriores el uso es del todo satisfactorio, algo clave para un móvil que, por diseño y dimensiones, tiene mucha lógica que se use en exteriores.
También tenemos opciones de software para personalizar esta experiencia de forma muy elevada. Para empezar, tenemos LED de notificaciones, aunque esta junto al cargador, no en el frontal. También podemos activar la pantalla ambiente, que deja el panel OLED encendido en todo momento con la hora, notificaciones... Incluso podemos hacer que el móvil no apague la pantalla mientras lo miramos.
El que la tecnología de la pantalla sea OLED permite implementar debajo el sensor de huellas. Eso sí, no es uno de los mejores que hemos probado, sin llegar a ser muy malo. Aun así, en ocasiones hemos optado por usar el reconocimiento facial y, cuando llevábamos mascarilla, el pin.
Se agradece el doble altavoz
No podemos decir que no haya ningún sacrificio en este terminal, como veremos en el apartado de batería o cámara, pero desde luego no lo hay en el sonido.
Disponemos de dos altavoces, con sonido estéreo, que nos ofrecen un audio de gran nivel, aunque no llegamos a las cotas del móvil gaming de la firma.
Además, de manera muy notoria, se ha mantenido el jack de auriculares, algo que en la gama alta de Android es casi impensable. Parece que ASUS se ha desmarcado de la tendencia actual porque el ROG Phone 5 también lo ha implementado.
Buenas cámaras, con una importante ausencia
Si hay algo que aún no podemos tener en móviles pequeños, o eso parece, es un triple sistema de cámaras. Recuerdo que cuando analicé el Xiaomi Mi 6 (que por cierto tiene unas dimensiones similares a este modelo, aunque con una pantalla mucho menor), me encantó tener un zoom óptico en un móvil manejable.
Actualmente el compañero obligatorio de un buen sensor principal es el gran angular, y aquí tenemos uno. Lo que no tenemos es telefoto. Seguro que en ASUS lo han quitado porque la mayoría de personas no lo usa pero, siendo sinceros, ¿cuánta gente sigue usando el jack de auriculares?
Obviamente no estoy abogando por quitar el conector de 3.5 mm, sino por usar una cámara extra para poder hacer fotos con zoom sin pérdida de calidad, algo que no es posible en este modelo.
Según la empresa, el uso del telefoto es residual entre la mayoría de usuarios. El sensor principal se usa el 60 o 70% de las veces y el gran angular casi el 20%, lo que deja al telefoto en un espacio casi de nicho. Y es algo que ocupa bastante.
Dicho eso, he de reconocer que el apartado fotográfico está a la altura de lo esperado, lo cual no extraña si recordamos que el ASUS Zenfone 7 Pro ya tenía un nivel alto el año pasado. No en vano ganó el test a ciegas del popular youtuber MKBHD en 2020.
De día tenemos fotos con detalle con el sensor principal, un Sony IMX686 de 64 Mpx. Obtenemos un contraste alto y una saturación ligeramente elevada, que recuerda a cómo hacen las fotos los Samsung. Esto puede que choque un poco a los fotógrafos, pero el usuario medio estará encantado con el resultado. Lo curioso es que podemos aplicar esa frase por igual al sensor normal y al sensor gran angular, un IMX363 de 12 Mpx, que sobresale en este apartado.
De noche hemos visto cómo este modelo no logra mantener el tipo del mismo modo que lo hacen otros terminales de precio similar. Las fotos no llegan a ser malas, pero no hemos llegado a tener esa sensación de que no había mucho cambio con respecto a las tomas de día.
La fotografía de retrato también funciona muy bien, aunque el desenfoque trasero no es especialmente natural. Pese a eso los resultados son llamativos y aparentes. No va a haber queja aquí.
En cuanto al vídeo, tenemos una calidad muy buena, buen sonido y un rango dinámico suficiente, aunque no activemos el modo HDR, que mejora esto. La estabilización está muy lograda y lo único que echamos de menos es el poder pasar del sensor normal al gran angular si cambios bruscos en la grabación. De noche hay una pérdida notable de calidad, lo que también pasa en la cámara delantera.
La cámara delantera, con un sensor Sony IMX663 de 12 Mpx, nos ofrece una calidad un detalle bueno, pero con un gran rango dinámico. Es sorprendente cómo se ven las imágenes tanto en las zonas claras como oscuras. Aun así, en ocasiones sí que vemos como sobreexpone zonas para sacar la cara lo mejor posible.
También podemos usar el modo retrato y, si bien el recorte es bueno, parece algo artificial.
El vídeo en este apartado también cumple, con una estabilización por software que ayuda, aunque se nota que no está a la altura de la lograda en otros modelos.
De noche la calidad ha bajado mucho más que en otros modelos, tanto en foto como en video, con mucho ruido y una pérdida notable de la calidad de la estabilización.
Esperábamos una batería mediocre, y nos equivocamos
Uno de los sacrificios más aceptados a la hora de comprar un móvil pequeño es la autonomía. El tener menos espacio en el interior hace que las baterías ocupen menos, y sean más pequeñas, lo que hace que podamos estar menos tiempo alejados del cargador.
En este caso la capacidad de la batería es decente, con 4000 mAh, y con carga rápida de 30 W. Lo único que se echa en falta es la carga inalámbrica, algo que Samsung sí ofrece en el S21, uno de los pocos móviles que pueden considerarse una alternativa a este. ASUS ha preferido usar el espacio que ocuparía la bobina de inducción y demás elementos para poner la mayor batería posible.
En la primera prueba de carga hemos visto cómo se comporta el móvil con la tasa de refresco en modo automático. Hemos estado en exteriores haciendo fotos y escuchando podcasts con unos auriculares inalámbricos. Hemos jugado también y en todo momento ha estado conectado a un reloj inteligente. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.
En la segunda prueba de carga hemos cambiado la tasa de refresco a 60 Hz, y hemos usado el móvil tanto dentro como fuera de casa, con y sin cobertura Wifi, aunque el uso en exteriores ha sido más intenso esta vez. Hemos hecho fotos, hemos jugado, hablado por teléfono y escuchado bastante música. Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 23 horas de autonomía.
En la tercera prueba de carga hemos puesto la tasa de refresco en 120 Hz, hemos escuchado música, hemos hablado bastante por teléfono y usado el móvil de GPS. Eso sí, no hemos jugado mucho. Hemos llegado a las 4 horas de pantalla con 21 horas de autonomía.
Hemos hecho media docena más de pruebas de batería, pero el resultado siempre ha sido el mismo; entre 4 y 5 horas de pantalla y un día completo, aproximadamente, de autonomía.
ASUS sigue mejorando su interfaz con Android 11
Hace poco pudimos analizar la versión de Android 11 que ASUS había implementado en el ASUS ROG Phone 5. Vimos cómo lo bueno de ROG UI se mantenía y además ganábamos algunas funciones extra.
En el caso de Zenfone UI, la interfaz de esta familia, pasa algo parecido. De hecho, es casi clavada a la interfaz de los móviles gaming si optamos en ambos casos por la estética similar a Android Stock.
Si no miramos a fondo podría dar la sensación de que estamos ante un móvil sin personalizar. Sin embargo, si empezamos a mirar por los ajustes, navegar entre las opciones y buscar cosas que cambiar nos damos cuenta de que ASUS es posiblemente la firma que más modifica Android stock sin alejarse de su estética.
Podemos cambiar la pantalla ambiente, los iconos que aparecen en la parte superior de la pantalla, las animaciones, la pantalla de ajustes rápidos para ser usada más cómodamente a una mano...
No solo permite controlar la forma en la que se carga el móvil, sino que también podemos controlar numerosos aspectos de la pantalla o incluso usar el Game Genie que habíamos visto en los ROG Phone. Obviamente no tenemos todas las opciones, como la gestión de gatillos en el lateral, pero sí las relacionadas con el software, algo que choca en un móvil de este tipo, pero se agradece.
También merece especial mención la posibilidad de hacer que el botón de encendido active una app o realice una acción con un doble toque o una pulsación larga. Esto último por defecto abre el menú de encendido de Android 11, con los pagos y dispositivos domóticos, pero se puede cambiar.
Otra novedad de software es el modo a una mano, que se activa deslizando desde el borde inferior hacia abajo, y que puede ser personalizado para que ocupe la parte de la pantalla que queramos.
En cuanto a Android 11, tenemos las ventajas que ya os contamos en su análisis, como el nuevo menú de encendido con el control domótico (aunque se puede usar el control de encendido convencional), las burbujas de chat, las apps de música apilables en la zona de notificaciones...
El ASUS Zenfone 8 es un móvil único, y eso es un valor para la marca
Voy a dejarlo claro desde el inicio de la conclusión: este móvil no es para mí. Y, aun así, me alegro mucho de que exista.
ASUS ha sabido ver un nicho de mercado que no ha sido respondido, el de gente que quiere un terminal pequeño sin renunciar a tener un gama alta. Esto último es relevante porque, aunque echemos de menos la carga inalámbrica o el telefoto, no podemos decir que este smartphone no esté a la altura de cualquier otro móvil.
Habrá que ver si las ventas acompañan, si ASUS invierte en publicidad para hacer a este móvil conocido entre el gran público y si estamos ante el inicio de la resurrección de los móviles compactos en Android.