El año pasado pude analizar muchos terminales Android, pero hubo uno que, sin ser el mejor, sí que fue el que más me llamó la atención, el ASUS ROG Phone 3.
ASUS había creado un terminal enfocado a los juegos que, además, destacaba en apartados como la autonomía y el sonido de una forma increíble. De hecho, fue el mejor en esos dos apartados.
No ha pasado ni un año del lanzamiento de ese móvil y la empresa ya ha anunciado tres más, los ASUS ROG Phone 5, ASUS ROG Phone 5 Pro y ASUS ROG Phone 5 Ultimate. Nosotros hemos podido probar el primero de ellos, que es el que menos se diferencia del terminal de 2020.
Características ASUS ROG Phone 5
- Procesador – Snapdragon 888.
- Memoria RAM: 16 GB RAM LPDRR5.
- Almacenamiento interno: 256 GB UFS 3.1.
- Micro SD: no.
- Tamaño: 6,78 pulgadas.
- Resolución: FHD+ 2.448 x 1.080 píxeles.
- Tecnología: OLED.
- Tasa de refresco: 144 Hz.
- Tasa de muestreo táctil: 300 Hz
- Principal: Sony IMX 686 de 64 Mpx, f/1.8.
- Ultra gran angular:13 Mpx, campo de visión de 125°.
- Sensor macro: 5 Mpx.
- Otros: LED Flash.
- Resolución: 24 Mpx.
- 5G/LTE.
- Wi-Fi 6E.
- Bluetooth 5.2 con soporte Qualcomm aptX Adaptative.
- NFC.
- GPS, Glonass, Galileo, BeiDou, QZSS y NavIC.
- Batería: 6.000 mAh.
- Carga rápida: 65W.
- Puerto USB-C.
- Minijack con DAC propio.
- Versión de Android: 11.
- Interfaz del fabricante: ROG UI.
ASUS sigue siendo conservadora en diseño
Como resulta obvio, ASUS sigue tomándose muy en serio mantener la compatibilidad de accesorios en sus móviles gaming. Es por eso que se mantiene una línea de diseño excepcionalmente continuista con respecto a los modelos de anteriores generaciones.
En este caso la mayor diferencia con respecto al ASUS ROG Phone 3 es la posibilidad de poder optar por un color blanco con toques de acento azules en la parte trasera.
Y no, no hablamos de las versiones Ultimate o Pro del ASUS ROG Phone 5, sino de la normal, que es la que nosotros hemos probado.
Sí que hay algunos añadidos a nivel de hardware, como el jack de auriculares, que además cuenta con un DAC que permite obtener un sonido mucho mejor que el de la mayoría de móviles del mercado.
Aun así, en esencia estamos ante un móvil gaming. Esto implica dos cosas:
Es pesado: los 238 gramos de este modelo se notan mucho en la mano, sobre todo cuando estamos acostumbrados a usar teléfonos más ligeros... lo que pasa casi siempre.
Es muy grande: lo mismo sucede con el tamaño y es que las 6.78 pulgadas parecen más por los bordes de la pantalla, que sin ser muy grandes sí son más notables que en el resto de teléfonos de este precio.
En cuanto a la estética, tenemos que reconocer que el color blanco no le sienta mal, y el detalle de poner la bandeja SIM en un tono azul tampoco es un error. Eso sí, en esta ocasión la parte trasera ha transmitido una sensación de ser de plástico mucho mayor que la que tuvimos en el ROG 3.
Sabemos que es cristal por la lista de características que ha dado la empresa, y porque se rompe como se rompe el cristal, como demostró Jerry Rig Everything en su vídeo.
Junto al jack de auriculares tenemos uno de los dos puertos USB en el marco inferior. En el lateral derecho tenemos otro conector, junto con unos pines para los accesorios.
Botones físicos sólo tenemos el de encendido y los de volumen, pero hay dos gatillos hápticos, los Air Triggers, que permiten ser configurados para usarse en los juegos como los gatillos de los mandos de las consolas.
En el frontal el marco se ha reducido con respecto a los ROG Phone de años anteriores, pero siguen siendo grandes, algo que se comprende porque en ellos están los dos altavoces frontales y la cámara principal.
El ASUS ROG Phone 5 sigue siendo una bestia en potencia
Los móviles gaming tienen ciertos compromisos para el usuario medio, como hemos comentado en el apartado anterior. Pero también tienen ventajas. El rendimiento es una de ellas.
Aunque ya hay móviles convencionales con mucha RAM y memoria interna, los dispositivos pensados para jugar suelen ser los que mejor rinden en este apartado, y el ROG Phone 5 lo demuestra.
Este modelo tiene variantes que van de los 8 GB a los 16 GB de memoria interna, y de 128 a 256 GB de almacenamiento. La unidad que nosotros hemos probado es la más potente, la de 16 y 256 GB, y se nota cuando estamos usándolo mucho tiempo. En esto nos ha recordado al ROG Phone 3, el primer modelo que analizamos con esta cantidad de RAM.
La sensación de abrir una aplicación y volver a ella en cualquier momento y que siga en segundo plano es llamativa, sobre todo cuando lo hacemos con juegos muy pesados como Honkai Impact Third.
La cantidad de memoria posiblemente sea excesiva para las tareas normales, pero dado que este móvil se ha diseñado para jugar, no creemos que sobre ni RAM ni almacenamiento.
Por descontado, las tecnologías de ambas memorias son las más rápidas, LPDDR5 y UFS 3.1. Se agradece sobre todo a la hora de instalar juegos y descargar actualizaciones pesadas.
En cuanto a la conectividad, tenemos las tecnologías esperadas, como NFC, Wifi 6E, GPS, bluetooth 5.2... y un conector USB 3.1. Eso sí, es el lateral el que tiene esa tecnología, siendo el inferior solo 2.0. Esto hace que para usar el móvil con un cable HDMI para conectarlo a una TV tengamos que usar dicho puerto lateral.
El rey del sonido, con altavoces y con auriculares
Hay que hablar, y muy bien, del sonido. Los dos altavoces frontales de este modelo nos aportan un volumen y una calidad que está por encima, incluso, del ya sobresaliente ROG Phone 3.
Además, al no estar en los marcos es prácticamente imposible taparlos cuando cogemos el móvil, sea en horizontal o en vertical.
Por su parte, el jack de auriculares cuenta con un DAC que permite cambiar el sonido digital a analógico (de ahí su nombre, Digital to Analogue Converter), y ofrecernos una propuesta de gran nivel si queremos usar auriculares con cable.
Esto puede resultar extraño en un momento en el que la industria se mueve hacia lo inalámbrico, pero en el sector de los deportes electrónicos la latencia es algo crítico, y el bluetooth, por muy buen desempeño que tenga, no puede compararse al cable.
La pantalla sube en brillo... y poco más
Uno de los aspectos en los que menos ha cambiado este modelo es en la pantalla. tenemos una mayor diagonal, que alcanza las 6.78 pulgadas, aunque se mantiene la resolución FHD+, en este caso de 2448 x 1080 px, la tasa de refresco máxima en 144 Hz y la compatibilidad con tecnología HDR 10.
Aquí ASUS ha sido más conservadora que RedMagic, que en su RedMagic 6 ha llegado a los 165 Hz de tasa de refresco. Pero no sólo eso.
En cuanto a la tasa de muestreo táctil, que afecta a la velocidad con la que los juegos responden a nuestras pulsaciones en el panel, también tenemos cifras menores que en otros móviles.
El ASUS ROG Phone 5 llega a los 300 Hz, por debajo de móviles como los gaming de Nubia o Lenovo, pero también por debajo de terminales como el Xiaomi Mi 11. En el día a día es cierto que no da la sensación de ser esta una pantalla de lenta respuesta, todo lo contrario, pero en escenarios profesionales puede que los jugadores de eSports sí que noten diferencias.
ASUS ha aumentado el brillo máximo del panel hasta los 800 nits, algo en lo que sí supera al RedMagic 6. Esta cifra está lejos de los más de 1000 que tienen todos los móviles de gama alta, pero es suficiente para no tener problemas en el uso de este móvil en exteriores. Además, como dijimos en el análisis del RedMagic, normalmente, los móviles gaming no se usan en la calle al sol, sino en habitaciones, transportes públicos, etc. Además, el brillo puede ser superior de forma muy puntual.
En cuanto a las opciones de software, podemos cambiar el perfil de color de la pantalla, modificar la tasa de refresco del panel, elegir si queremos o no el modo oscuro e incluso cambiar el menú del botón de encendido, por si no queremos que ahí aparezcan los métodos de pago y el control domótico.
También podemos cambiar la forma en la que aparecen los ajustes rápidos en la cortina de notificaciones. Hay una opción normal y otra diseñada para ser usada a una mano, bajando los botones a una zona más cercana a la parte inferior.
El panel OLED nos permite activar, si queremos, la pantalla ambiente, aunque sólo podremos elegir un tipo de reloj. Está esta opción lejos de ser tan personalizable como en los móviles de OPPO o Xiaomi.
Bajo la pantalla tenemos el sensor de huellas, de tipo óptico, y que no es ni especialmente lento ni sorprendentemente rápido. Cumple su cometido, no nos obliga a usar el desbloqueo fácil, y está en una posición cómoda, no demasiado cerca del marco inferior.
No hay avances en las cámaras, pero cumplen
El apartado menos valorado de los móviles gaming es sin duda el fotográfico. Los fabricantes reconocen que es porque al usuario medio de este tipo de móviles no les importa mucho esto.
Aun así el año pasado ASUS se propuso tener el móvil gaming con mejores cámaras. Y lo logró. Obviamente el ASUS ROG Phone 3 no podía competir con modelos como los Galaxy S20 o iPhone 11, pero sí que batía al resto de marcas enfocadas a los juegos.
Así pues, este año ha decidido repetir la jugada, literalmente. Ha usado el mismo sistema de cámaras que en el modelo del año pasado:
- Angular Sony IMX 686 de 64 Mpx, f/1.8.
- Ultra gran angular de 13 Mpx, campo de visión de 125°.
- Macro de 5 Mpx.
- Frontal de 24 Mpx.
El sensor principal es el mismo que ya probamos en el ROG Phone 3, y la calidad es mejor de la que tenemos en otros modelos, incluso de este mismo año. Ojo, hablamos de modelos enfocados al gaming.
El rango dinámico, la nitidez, el contraste, parece que ASUS ha vuelto a dar con la tecla para ofrecer una cámara que cumple en la mayoría de situaciones, algo de lo que no todas las firmas pueden presumir.
Como era de esperar, de noche la calidad baja, pero no tanto como para hacer las fotos inusables. Incluso cuando hay fuentes de luz directas el halo de las mismas se controla con éxito.
El gran angular tiene una resolución algo más elevada de la media, aunque no llega a las cifras de los modelos que más cuidan este aspecto. Aún así es suficiente para no demandar más nitidez. Además, el HDR funciona bien siempre y solo en ocasiones es demasiado irreal.
El modo retrato funciona aceptablemente bien aunque a veces contrasta demasiado las imágenes.
La cámara delantera no es especialmente buena, sobre todo en baja luz y eso no es que sea un problema en el apartado fotográfico, es que podría serlo si es que los usuarios quieren realizar streaming con ella en aplicaciones como Youtube o Twitch.
En cuanto al vídeo, tenemos una calidad muy normal, que no logra sorprender. Sí que lo hace la estabilización, que de forma electrónica nos deja buen sabor de boca tanto detrás como delante.
Una buena batería que esperábamos mejor
El año pasado ASUS se quedó un poco rezagada en cuanto a velocidad de carga al apostar por los 30 W en vez de los 65 de otros modelos. En 2021 la marca ha dado el salto a esta velocidad, aunque no se ha arriesgado con los 120 W que ofrecen otras marcas.
Aún así, la principal ausencia sigue siendo la carga inalámbrica, algo que por algún motivo no está en ningún móvil gaming.
En la primera prueba de batería hemos puesto la tasa de refresco de pantalla en modo automático, para que el sistema la modifique según el escenario de uso. Hemos usado el móvil casi exclusivamente en interiores y hemos hablado por teléfono, jugado mucho y usado redes sociales. Hemos llegado a las 6 horas y media de pantalla con 41 horas de autonomía total.
En la segunda prueba de batería hemos bajado la tasa de refresco a los 60 Hz, para ver cuánto podemos estirar la autonomía. No obstante, hemos hecho un uso diferente, hemos hecho muchas fotos, vídeos y usado el móvil como GPS, y se ha notado, Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 30 horas de autonomía total.
En la tercera prueba de batería hemos llevado a la pantalla al extremo, usándola en todo momento a 165 Hz y en exteriores, haciendo fotos, vídeos... Eso si, hemos jugado mucho menos y se ha notado. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 35 horas de autonomía total.
Como vemos, la autonomía de este terminal está a la altura de los mejores, pero es cierto que la capacidad de la batería y su peso demandan ser incluso más exigentes. No es un paso atrás con respecto a los modelos previos, pero parece que no hemos avanzado mucho.
ASUS sigue siendo referencia en personalización de Android puro
Cuando llegamos a este apartado de todas las reviews toca ponerse duros o alabar a la marca, en función de lo bien que implemente Android en sus móviles.
ASUS es de la que mejor lo hace, con una interfaz que es capaz de dar una estética agresiva si así lo queremos, pero que nos permite usar una versión con un diseño que recuerda a los Píxel.
Esto no es impedimento para que la compañía añada multitud de opciones en los ajustes para modificar el terminal, desde el control del LED de la parte trasera, con la forma del logo de la marca, a la gestión de los gatillos hápticos.
Además, una de las mayores virtudes de los ROG Phone es su software por culpa de una aplicación, Game Genie. Este programa permite personalizar la experiencia de uso con cada juego de forma diferente, programando macros, modificando el rendimiento del procesador...
Y todo esto es personalizable desde los ajustes a un nivel que llega a abrumar a los menos expertos en este tipo de aplicaciones. No obstante, no nos vamos a quejar de que haya demasiadas opciones de personalización, y menos en un móvil de este precio.
Otros añadidos interesantes son Twin Apps, que permite tener dos perfiles en aplicaciones como WhatsApp o Telegram, Gestos para poder apagar o encender la pantalla con dos toques, un modo de aceleración de apertura de aplicaciones llamado Optiflex...
Vamos, que en el apartado de software sólo hay una queja, la velocidad de actualización de sus terminales. Este ROG Phone 5 llega con Android 11 pero esa versión aún no está en los ROG Phone 3 pese al tiempo transcurrido. Es lo único que reprocharle a la empresa en este apartado.
Conclusión: si vas a jugar, el ASUS ROG Phone 5 es genial
Que ASUS no tenga un catálogo enorme de móviles hace que pueda pulir muy bien cada producto. Esto se ve perfectamente en sus móviles de la familia Republic of Gamers.
El ASUS ROG Phone 5 es un terminal excepcional. Tiene un rendimiento, un sonido y una autonomía que pueden estar entre las mejores del mercado. Así, compitiendo contra todo.
En el apartado de pantalla está en la línea de lo que vemos en el resto de móviles gaming, aunque no en primera posición. Sí que lo están, mirando este tipo de smartphones, en el de cámara.
La duda es si merece pagar los 799, 899 o 999 euros que ASUS pide por este modelo, porque hay muchas alternativas ahí fuera, aunque pocas que estén tan bien pensadas para jugar.