Si hay un fabricante que tiene claro que el precio es algo clave a la hora de vender móviles en España ese es sin duda realme. La marca china está creciendo en Europa de manera impresionante, alcanzando el quinto puesto en el segundo trimestre de 2021.
España es uno de los mercados más importantes para realme, motivo por el cual el realme GT se ha convertido en lo que en anteriores ocasiones fueron los flagship killer de OnePlus o el Nexus 5. Es decir, un terminal que tiene un precio muy ajustado para la potencia que desarrolla, aunque flaquea en algunos aspectos como el fotográfico.
Sin embargo, al contrario de lo que hacían Google o OnePlus hace un lustro, a realme no se le caen los anillos a la hora de lanzar variantes.
Es lo que ha hecho con los realme GT Explorer Edition y Master Edition. Ambos se anunciaron hace semanas en China, pero ahora es oficial la llegada del segundo a España. El Explorer Edition no se comercializará en nuestro país en principio, pero nosotros hemos podido probarlo.
No será este un análisis al uso porque el software del terminal no es el que se espera en España. No tiene nuestro idioma y las apps preinstaladas se enfocan a otros mercados. Sí que hemos podido usar las apps de Google pero, como decimos, no hemos realizado una prueba a fondo porque la autonomía no sería veraz, algunas apps podrían dar fallos…
Hemos centrado el análisis en tres puntos clave: Diseño, potencia y cámara.
Un diseño elegante pero no exclusivo
El reame GT Explorer Edition evoca a los viajes. No en vano su diseño trasero se inspira en las maletas que nos llevamos cuando salimos de casa un largo tiempo, y en los colores de la naturaleza.
En la mano se siente muy bien aunque en líneas generales pierde un poco la identidad, siendo un móvil que podría pasar por un OPPO Reno. Esto, que parece algo malo, no lo es si pensamos que OPPO tiene uno de los mejores equipos de diseño y manufactura de la industria.
El realme GT convencional en cuero vegano amarillo es desde luego más impactante, pero el Explorer Edition que hemos probado nos ha parecido más elegante y, además, se asemeja más a los modelos de gama alta contra los que compite.
Mucha potencia y gran desempeño
Al contrario que el realme GT, en esta ocasión la marca no ha apostado por el procesador más potente de Qualcomm, sino por el segundo, el Snapdragon 870.
Ya hemos probado varios móviles con este chipset y si bien es cierto que no se alcanzan los benchmarks logrados con su hermano mayor, también lo es que no nos quedamos escasos de potencia en ningún momento.
La RAM de partida sí que podría notarse inferior, con 8 GB en vez de 12 GB, pero en el rango de precios en el que se mueve este smartphone nos parece correcto. Además, en el caso de que queramos, hay un modelo con 12 GB de RAM y 256 GB de memoria interna.
En el uso que hemos hecho del mismo vemos que no tiene problemas a la hora de abrir aplicaciones, de usar la multitarea, de gestionar las opciones del sistema, etc.
La mejor cámara de realme
Si miramos la resolución del sensor principal del realme GT y lo comparamos con el del Explorer Edition podemos pensar que hemos dado un salto atrás, al bajar la resolución.
Este es un buen ejemplo de cómo los Mpx no dicen mucho, casi nada de hecho, de la calidad de una cámara.
En el realme GT Explorer Edition la empresa ha usado por primera vez un objetivo estabilizado ópticamente, con un sensor Sony IMX766. La calidad de los 50 Mpx que tiene esta cámara está por encima de lo visto en el GT.
Otro aspecto en el que se ha mejorado es el gran angular. En vez de 8 Mpx tenemos un sensor de 16 Mpx, el IMX481, que es el que debería haber tenido el realme GT original. Este sensor incorpora un algoritmo que evita que las caras salgan deformadas cuando están cerca del borde en una imagen tomada con esta cámara.
Otra novedad es el sensor de temperatura de color, que hace que las fotos tengan un tono más real y un balance de blancos más acertados. En esencia, que no parezcan irreales.
El tercer sensor sigue siendo un macro, que sobra, y que nos hubiera encantado ver sustituido por un teleobjetivo de 3 aumentos al menos, sobre todo para un móvil que se ha diseñado para viajar y explorar.
Por último, hay que mencionar las mejoras que ha implementado realme en la aplicación de cámara, con algoritmos que evitan que las fotos salgan borrosas, con compensación automática de luces y sombras o el modo tilt-shift.
Como siempre, todo esto no vale de mucho si cuando hacemos una foto el resultado no es bueno. En nuestra experiencia durante los días en los que hemos probado este móvil hemos visto que se desenvuelve bien, pero no está a la altura de los modelos de precios muy superiores.
El rango dinámico en las fotos con poca luz es mejorable, aunque cuando hay buena luz vemos cómo los colores son muy acertados, el contraste es algo alto sin llegar a ser excesivo y la velocidad de disparo es más que correcta.
De noche las fotos mantienen el nivel, sobre todo con el sensor principal, pero incluso el gran angular cumple. Eso sí, mientras tengamos las cámaras limpias, que más de una vez hemos puesto el dedo sin querer en ellas y creíamos que la calidad era peor de lo que en realidad era.
La única pega en este tipo de fotos es que, en los puntos de luz, sobre todo en edificios, quema algo las luces, valga la redundancia, dejando sin detalle algunas zonas.
La cámara frontal nos da unos tonos de piel correctos, detalle en las facciones de la cara y un ligero embellecimiento, típico de las marcas chinas. Eso sí, el rango dinámico empeora, y a veces el cielo sale sin color. De noche la calidad baja y el sistema intenta compensar usando la pantalla de flash, pero no es eso una solución convincente.
Estamos ante el mejor móvil de realme en el apartado fotográfico, con permiso del realme GT Flash, pero a la empresa aún le queda para ponerse a la altura de sus competidores. Dicho eso, para el precio que tienen sus productos, las cámaras no son un problema.
Un terminal muy competente
Además de estos aspectos hay que destacar la pantalla elegida, un panel de 6.55 pulgadas con resolución FHD y tecnología OLED.
Además, hablamos de un panel con tasa de refresco de 120 Hz y compatibilidad con HDR10+. Es decir, esta pantalla podría verse sin problemas en móviles de 800 o 900 euros, y no nos quejaríamos por ello.
Lo mismo pasa con la velocidad de carga, de 65 W, perfecta para poder tener el móvil conectado al cargador el menor tiempo posible. Nos hubiera gustado que este smartphone ya fuera compatible con MagDart, pero habrá que esperar a sus sucesores para poder usar la carga sin cables.
El resto de funciones que esperaríamos de un gama alta están aquí, como el sensor de huellas en pantalla, el NFC para pagos móviles, altavoces estéreo… eso sí, es raro que no tengamos jack de auriculares cuando tanto el realme GT como el realme GT Master Edition sí que lo tienen.
No se espera que este modelo aterrice en nuestro país, donde si podemos comprar el realme GT o el realme GT Master Edition. No obstante, a las puertas de la presentación oficial del realme GT Flash, tampoco descartaríamos que, si las cosas siguen igual de bien para realme, el GT Explorer Edition acabe por poder comprarse en nuestro país.