Poco se ha adentrado en un nicho de mercado bastante peculiar, el de los móviles gaming. Con el Poco F4 GT ha querido realizar un acercamiento a la gama alta más exigente en rendimiento y potencia, pero controlando el precio, algo realmente difícil de hacer.

Estamos ante un terminal que parte de los 599 euros y que cuenta con una configuración de hardware de primer nivel, a la altura de móviles de 800 y 900 euros, si no más. El procesador elegido, el Snapdragon 8 Gen 1, es un buen ejemplo de ello.

Nosotros hemos pasado casi dos semanas usando este móvil en todo tipo de entornos, desde viajes para probar su cámara a largas jornadas de juego en casa, bajo cobertura Wifi. En todo momento ha respondido, incluso en situaciones en las que creíamos que fallaría.

Características POCO F4 GT

Un diseño alejado de los móviles gaming

Si hay algo que llame la atención en los móviles diseñados para jugar es su estética. Suelen hacer uso de elementos llamativos, luces LED y un diseño agresivo que no gusta a todos.

En este caso Poco ha decidido darle una pátina de sobriedad a este modelo, al menos en su color plateado, que lo aleja de esas estridencias. Como veis, la parte trasera tiene algunas texturas que le dan cierto carácter, el módulo de cámara es algo raro y el flash tiene la incomprensible forma de un rayo, pero en general es un terminal sobrio.

La construcción es soberbia, a la altura de lo que otros fabricantes han mostrado en sus móviles de gama más alta, y que Poco trae a la barrera de los 600 euros. Además, el peso es algo elevado, pero está equilibrado, algo que se agradece en un móvil que vamos a tener muchas horas en la mano.

Destacan tres cosas en el apartado del diseño, además de las mencionadas. Por una parte, los dos altavoces asimétricos, de gran potencia y que dan un sonido muy correcto. Por otro lado, la ausencia de jack de auriculares, algo que es normal en la gama alta pero no tanto en los móviles gaming, donde la latencia de los auriculares inalámbricos a veces es un problema.

Por último, tenemos que hablar de los gatillos, dos elementos que se esconden mediante dos deslizadores que están en el mismo lateral. Funcionan muy bien y la respuesta es rápida, pero en varias ocasiones los hemos desbloqueado sin querer al deslizar los elementos de activación.

De potencia va sobrado

No nos vamos a recrear mucho en este apartado porque Poco ha prometido un monstruo en rendimiento y es lo que ha dado. Que el precio no os engañe, el apartado de rendimiento de este móvil es el mismo que el visto en terminales que cuestan el doble.

Snapdragon 8 Gen 1, 8 o 12 GB de RAM con tecnología LPDDR 5, almacenamiento de 128 o de 256 GB con memorias UFS 3.1... todo hace que el móvil responda muy bien y los juegos se ejecuten perfectamente.

En cuanto a conectividad, presume de Wifi 6E, bluetooth 5.2, NFC... solo podemos echar en falta el jack de auriculares, como hemos dicho antes. Y lo mismo pasa con la tarjeta de memoria.

No es que 128 o 256 GB sean pocos, pero cuando enfocas un móvil a jugar, es de suponer que habrá usuarios que quieran tener múltiple juegos pesados instalados de forma simultánea, y no es difícil que cada uno de ellos roce los 20 GB en ocasiones.

A esta pantalla solo le falta la resolución 2K

Otro apartado clave en un móvil pensado para jugar es la pantalla. Aquí tenemos un panel de 6.67" con resolución FHD+ y tecnología OLED. Es una pena que, pese a esto, se haya optado por poner el sensor de huellas en el lateral, no bajo el panel.

Disponemos de una tasa de refresco máxima de 120 Hz, aunque no es esta una pantalla LTPO, por lo que elegir la tasa correcta afectará más o menos a la batería.

La representación del color, el brillo (con un máximo medio de 800 nits), la respuesta táctil o los reflejos son los que esperaríamos de un móvil de gama media alta, así que no tenemos quejas en este apartado.

Unas cámaras que no decepcionan

El apartado más flojo de los móviles gaming es, sin duda, el fotográfico. Las marcas tienen claro que la gente que quiere sacarle el máximo partido a los juegos no suele ser la misma que la que exprime la cámara de sus móviles. Por eso es raro ver un móvil gaming que tenga una cámara más allá de decente, pero estamos ante una de las pocas excepciones.

El Poco F4 GT dispone de un módulo de cámara trasero con un triple sensor, uno principal de 64 Mpx, un gran angular de 13 Mpx y un macro de 2 Mpx. La calidad de los tres sensores es mucho mejor de lo que esperábamos.

Tenemos fotografías muy vibrantes, con una ligera sobresaturación que no llega a molestar pero que es notoria, un rango dinámico bastante bueno y un comportamiento nocturno más que decente.

Obviamente los sensores secundario y terciario sufren más cuando la luz baja, pero el principal, que es el importante en este caso, sale airoso de las circunstancias normales.

El sensor frontal, de 20 Mpx, nos deja incluso un mejor sabor de boca, con las fotos muy cuidadas, buen detalle, buen rango dinámico y una grabación de vídeo sorprendentemente estable.

Este Poco F4 GT se ha convertido en la mezcla perfecta entre móvil fotográfico y móvil gaming siempre que esto último sea lo más importante para ti.

Una autonomía correcta, con una carga rápida perfecta

El Poco F4 GT usa el nuevo sistema de carga rápida de Xiaomi de 120 W, visto en los Xiaomi 12 Pro o Redmi Note 11 Pro Plus. En poco más de 15 minutos tenemos la carga al 100%, y creedme que lo he echado ya de menos. eso sí, la batería, de 4700 mAh, nos arroja unas cifras simplemente buenas, algo extraño ya que los móviles gaming suelen sobresalir en este apartado.

En la primera prueba de batería hemos estado en todo momento sin cobertura Wifi al haber estado de viaje. No hemos jugado mucho, pero hemos hecho muchas fotos y vídeos, siempre con la pantalla a 120 Hz. Hemos llegado a las 3 horas y media de pantalla con 34 horas de autonomía total.

La segunda prueba ha sido muy similar, pero en la feria de Sevilla. Sí que hemos tenido cobertura Wifi, pero no lo hemos usado mucho así. Hemos llegado a las 4 horas de pantalla con 35 horas de autonomía total.

En la tercera prueba hemos estado usando mucho el móvil como GPS, mientras escuchábamos podcasts. Hemos jugado algo y hecho algunas fotos. El uso ha sido mayormente en exteriores, con la pantalla con brillo alto y, como en el resto de pruebas, con la tasa de refresco automática. Hemos superado por poco las 3 horas de pantalla con 23 horas de autonomía total.

En la cuarta prueba hemos hecho más uso del móvil para jugar, en interiores, y las cifras han sido mejores, aunque la autonomía total se ha resentido, obviamente. Jugando de forma intensiva hemos llegado a las 7 horas de pantalla, pero con poco más de 12 horas totales de uso.

MIUI 13 se mueve bien, pero sigue teniendo fallos

Poco ha optado por MIUI 13 como interfaz para el Poco F4 GT, con Android 12 como base. La sensación que nos ha dejado es buena en cuanto a fluidez y comportamiento, y también en opciones.

Esto se potencia sorbe todo por el modo juego, que permite configurar el comportamiento de los gatillos físicos en cada una de las aplicaciones que tenemos en el móvil, siempre que las agreguemos al panel de juego.

En este sentido, se nota el buen hacer de la marca para darle a los jugadores herramientas que de verdad sean útiles en sus jornadas de juego.

Con todo, MIUI 13 sigue mostrando fallos. Al inicio de la configuración del móvil tuvimos un problema con la SIM. Al parecer algunos modelos de móviles con MIUI 13 tienen un fallo que impide que la SIM sea reconocida y entran en un bucle infinito de reinicios.

La única forma que hemos tenido de solucionarlo ha sido formatear por completo el dispositivo y configurarlo con la SIM dentro ya que el problema nos sobrevino cuando lo intentamos configurar sin la SIM y la añadimos al final, como hacemos siempre.

Además, alguna vez el arranque del móvil desde la suspensión ha tardado varios segundos y la interfaz se ha liado mostrando elementos del modo diurno cuando activábamos el modo nocturno. Xiaomi sigue teniendo un lastre en MIUI 13, y parece que no sabe cómo arreglarlo.

Conclusión: más recomendable de lo que creíamos

Analizar un móvil gaming siempre me pone un poco a la defensiva en lo que a recomendarlo se refiere. Son terminales con un diseño demasiado agresivo, con cámaras mejorables y con algunos puntos flacos que sólo compensan si estamos muy enfocados a la parte gaming.

Este Poco F4 GT sin embargo cumple correctamente esa parte, pero no sacrifica nada a su alrededor, algo que nos ha sorprendido gratamente.

Recomendar este móvil es sencillo porque es un gama alta en aspectos como la batería, las memorias o el procesador, y cumple para lo que vale en cosas como la pantalla o la cámara.

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¿Es perfecto? No, claro que no, pero dado que los móviles son cada vez más caros, sobre todo en la gama media, es bueno ver un gama alta con este precio.