España es un país que cada vez paga más por sus móviles, pero aún queda lejos de las medias de otros territorios. Son cada vez más quienes se dan cuenta de que para tener un terminal con una memoria interna que no te obligue a cambiar a los dos años de uso o contar con una cámara decente, hay que gastar más del mínimo.
Por eso la gama media, o media alta, sigue siendo muy relevante en nuestro mercado. Uno de los últimos informes de la consultora Canalys indica que el 45% de los móviles que se venden en España cuesta entre 200 y 600 euros. Marcas como Samsung lo saben, y por eso presentaron a principios de este mes los nuevos Samsung Galaxy A35 y A55, dos modelos muy similares que venían a ser una alternativa muy decente a los que miran los Galaxy S con ganas, pero que no quieren gastar lo que cuestan.
Estos dos terminales han estado en nuestra mesa de análisis durante los últimos días, y los vamos a probar juntos por el mismo motivo que lo hicimos con los Galaxy A34 y A54: son extremadamente similares. Es más, son tan parecidos que, al igual que dijimos el año pasado, llama mucho la atención que Samsung los haya sacado con tan pocas diferencias.
Los dos modelos se venderán en varios colores y en distintas configuraciones de memoria. El Samsung Galaxy A35 partirá de los 379 euros (6+128 GB) mientras que el Samsung Galaxy A55 partirá de los 479 euros (8+128 GB). Veamos si las diferencias en materiales, cámaras y procesador merecen la pena.
Diferentes materiales
La estética de estos dos modelos es prácticamente la misma, con unos marcos planos que sientan bien en la mano y unas esquinas redondeadas que los hacen cómodos de sujetar. Eso sí, los botones físicos, los dos de volumen y el de encendido, están sobresaliendo del marco, en una zona que parece resaltar para que sean más fáciles de acceder. Si se coge el móvil con la mano izquierda el índice suele quedar justo bajo esa zona, y lo mismo pasa con el pulgar si se coge con la derecha.
Los marcos de la pantalla no son especialmente gruesos, pero no tienen nada que ver con los de los Galaxy S. Se nota que aquí Samsung quiere destacar sus modelos de gama alta aunque las líneas generales de diseño sean las mismas. La zona trasera es la misma en ambos casos, sólo diferenciándose por el color, aunque pasaría lo mismo con dos modelos idénticos pero con diferente tono. Los dos están disponibles en los colores ‘Awesome Iceblue’, ‘Awesome Lemon’, ‘Awesome Lilac’ y ‘Awesome Navy’. En las unidades de prueba el A35 es del primer tono mientras que el A55 es del tercero.
El módulo de cámara destaca por el color oscuro, aunque ahora tienen un aro en cada una de las cámaras que imita al color de la zona trasera. Queda algo extraño, y recuerda más a los móviles chinos que suelen imitar a las grandes marcas que a estas propias grandes marcas.
En la parte superior tenemos la ranura para la doble tarjeta SIM, así como un micrófono de cancelación de ruido. El altavoz secundario está junto al auricular, sobre la cámara frontal. En el marco inferior está el altavoz principal, que ahora es de una sola perforación en vez de varias pequeñas, el cargador USB-C y el micrófono principal junto a otro secundario.
Hay un único elemento de diseño que es muy diferente en ambos, pero es algo que, literalmente, dará igual a quien use fundas. El Samsung Galaxy A55 tiene un marco de metal, mientras que el Galaxy A35 lo tiene de plástico, y se nota tanto visual como táctilmente. Los dos tienen resistencia al agua, protección con Corning Gorilla Victus+ y al polvo IP67.
Hora de jugar
Los dos móviles analizados usan diferentes procesadores. El Samsung Galaxy A35 usa el chipset que vimos en el A54, el Exynos 1380. Sin embargo, el A55 usa el nuevo Exynos 1480, el primer procesador de Samsung que viene equipado con gráficos de AMD.
La memoria interna de ambos modelos es la misma, habiendo opciones de 128 y 256 GB. No pasa lo mismo con la memoria RAM, que en el Galaxy A35 es de 6 u 8 GB y en el S55 de 8 o 12 GB. Sí, es la primera vez que un Galaxy A puede tener esta cantidad de memoria. Sin embargo, nosotros no vamos a poder hablar de las posibles diferencias de estas memorias porque ambas unidades de prueba venían con 256 GB de almacenamiento y 8 GB de RAM. Es más, en España sólo se venderán las versiones 6+128 y 8+256 del A35 y 8+128 y 8+256 del A55.
La experiencia jugando no ha sido muy diferente de la que tuvimos el año pasado. Para juegos casuales estos títulos rinden perfectamente pero en títulos exigentes se empiezan a quedar algo cortos. No hemos visto de hecho mucha diferencia entre el A55 y el A35, supongo que porque los juegos han de estar optimizados para esos gráficos de GPU mejorados del modelo más caro.
Por primera vez en la gama media, los Galaxy A cuentan con la tecnología Samsung Knox Vault para almacenar los datos críticos en nuestro dispositivo, como contraseñas y credenciales. También hay ciertas mejoras en la conectividad Wifi y bluetooth, pero con cosas que no interesan al público objetivo de estos modelos.
Mismas pantallas
El año pasado la mayor diferencia de pantalla, al menos visualmente, entre los Galaxy A34 y A54 era que este último tenía una perforación para la cámara delantera mientras que el primero usaba un notch. En este caso no es así. Ambos modelos cuentan con una perforación.
Además, la pantalla es la misma en los dos, con 6,6 pulgadas de diagonal y resolución de 2340 x 1080 píxeles, con tasa de refresco de hasta 120 Hz. esta tasa de refresco se puede modificar, pero no estamos ante paneles LTPO de última generación que permitan cambiar la frecuencia de refresco desde 1 a 120 Hz. en este caso tendremos que elegir si queremos 120 Hz o ahorrar algo más de batería.
La calidad de los paneles es más que sobresaliente, siendo este uno de los aspectos en los que destaca Samsung. En los Ajustes tenemos multitud de opciones, pero llama la atención que los dos modos de visionado, Intenso y Natural, sean prácticamente clónicos. Esto es algo que se le echó en cara a los Galaxy S y parece que aquí se repite. No queremos inducir a error, preferimos el tono natural, pero es bueno que haya una opción con más saturación si es que Samsung quiere dar opciones. También se entendería que desapareciera este menú, pero no tiene sentido que se mantenga pero que ambas opciones den prácticamente el mismo resultado.
Algo que me ha llamado la atención es que el proceso de registro de la huella dactilar ha sido más rápido en el A35 que en el A55, aunque en teoría ambos usan el mismo sensor de huellas en pantalla. Luego, en el uso diario no he notado mucha diferencia, pero sí alguna. El A35 es más rápido que su hermano mayor.
El gran angular es la diferencia
El apartado fotográfico es un buen resumen de lo que proponen ambos móviles. Los dos tienen una cámara principal que es la misma en ambos modelos, con un sensor de 50 Mpx y apertura f/1.8. También la cámara macro de 5 Mpx es la misma. Se echa mucho en falta el teleobjetivo, que se queda para los Galaxy S.
Sin embargo, en los otros dos sensores hay diferencias. El Galaxy A55 tiene un gran angular de 12 Mpx, mientras que el A35 5G lo tiene de 8 Mpx. Por otra parte, la cámara frontal también es diferente, de 32 Mpx en A55 y de 13 Mpx en el A35.
En las pruebas que hemos realizado de ambos móviles se aprecia que la cámara principal funciona de manera similar, aunque parece que el procesado no es exactamente el mismo. Con buena luz las fotos con decentes, e incluso de noche, si no nos movemos, puede cumplir. El vídeo, eso sí, parece algo mejor en el Galaxy A55. Tampoco vemos muchos cambios en el macro, aunque esta es una lente que no importará a muchos compradores.
El gran angular sí que tiene diferencias entre los dos, al tener un mejor sensor en el A55. Esto se aprecia sobre todo de noche, y, más aún, al grabar vídeo. Si este es un sensor que se use mucho puede ser un motivo para elegir el modelo más caro.
La cámara delantera también es, en teoría, mejor la del A55, aunque en las pruebas que hemos hecho nos ha gustado casi más la del A35. Donde sí hemos visto ganar al hermano mayor es en la velocidad de disparo en todas las circunstancias.
Hasta Android 18
Donde brillan ambos modelos con respecto a sus competidores es en la política de actualizaciones. Samsung no ha llevado esto al extremo de sus topes de gama, pero sí que ha mantenido los 4 años de actualizaciones mayores y 5 años de actualizaciones de seguridad. Esto hace que ambos modelos lleguen a Android 18, partiendo de la versión que tienen de serie, Android 14, con One UI 6.1.
La interfaz es la misma que llevamos viendo en los últimos modelos de Samsung, aunque con el gran pero de que no tienen Galaxy AI. La inteligencia artificial de Samsung queda por el momento relegada a los flagship. En una rueda de prensa con periodistas realizada en Corea del Sur con motivo de la presentación de los Galaxy S24 Series pudimos preguntar al director de movilidad de la empresa, TM Roh, si la IA de Samsung llegaría en un futuro a los Galaxy A. Nos dijo que dependería de cuándo esos modelos pudieran tener procesadores adecuados para ello. Está claro que esta generación no es la primera.
Eso sí, hay una función que sí se ha añadido. Cuando se abre una foto en la app de Galería de Samsung y de abren los detalles, aparecerán sugerencias, como Desenfoque de Fondo o remasterización. También se mantienen las opciones de edición de fotos, que incluye la opción de eliminar elementos.
Buena autonomía, con carga... ¿rápida?
Tampoco se aprecian muchas diferencias en la batería. Los dos modelos usan una batería de 5.000 mAh, con carga rápida de 25 W. Y no, el cargador no viene en la caja, como ya es normal en Samsung.
Samsung presume de que la batería de estos móviles dura dos días, pero eso depende muchísimo del uso que se les dé. Nosotros hemos hecho algunas pruebas y hemos superado las 24 horas de uso, pero en función de si jugábamos o no, de si hacíamos grabación de vídeo o no y de si se usaba en interior o exterior, hemos logrado rozar los dos días o no.
Además, ya empezamos a ver diferentes móviles de este rango de precios, como el Pixel 7a, que tienen carga inalámbrica. Estos dos modelos carecen de ella, y es algo que Samsung siempre ha cuidado en la gama alta y que podría empezar a implementar en la media, porque no supone un riesgo de menores ventas de los Galaxy S.
Aún así, One UI 6.1 tiene funciones interesantes, como el poder obligar a todas las aplicaciones a mostrarse en ventanas flotantes, algo que podemos activar en las Funciones Inteligentes, en los Ajustes del sistema. Destacar la presencia de Samsung Knox, una función que hasta ahora sólo estaba en los modelos más caros y que parece que Samsung quiere llevar a la gama media y posicionar eso como valor añadido.
¿Cuál me compro?
El movimiento de Samsung con estos modelos ha sido curioso. No suponen un gran salto con respecto a los modelos del año pasado, pero es que sus precios son además menores. El Samsung Galaxy A34 5G más barato partía de los 399 euros y el Galaxy A54 más económica 499 euros. En este caso tenemos los modelos que los suceden, por 20 euros menos.
Aún así, la competencia es muy fiera. Realme ha presentado modelos de precios similares que cuentan con teleobjetivo óptico. Redmi tiene modelos que son plenamente comparables, salvo en cosas como la resistencia al agua, por mucho menos coste. Y el mayor problema está en casa, con el Samsung Galaxy A34 por 249 euros y el Galaxy A54 por 369 euros.
Los Galaxy A de este año siguen siendo terminales muy recomendables, por fiabilidad, política de actualizaciones, cámaras o pantallas. Carecen de algún elemento que los destaque sobre el resto, pero suponemos que es ahí donde la marca entra en juego. Habrá que ver si las bajadas de precio que se darán en los próximos meses hacen que se peleen mejor con la competencia, porque realmente son buenos móviles.