Android y los dispositivos low-cost no controlados por Google
Android es un sistema operativo insertado en una cantidad enorme de dispositivos.
Para Google es difícil conocer la cantidad exacta de estos, ya que no todos tienen acceso a Google Play, la plataforma que utilizan para contabilizar el número de terminales que hay utilizándose hoy en día. Para un sistema operativo que solo tiene un fabricante es más fácil esta tarea, pero Android colabora con centenares de empresas distintas de tablets, smartphones y procesadores.
La mayoría de estas empresas tienen procedencia China. Para Google, una empresa norteamericana, esto es una traba más. Muchos de estos Android chinos no tienen nada que ver con la imagen tradicional de que podemos tener. La experiencia no es la misma sin acceso completo a Google Play y su propósito tampoco es el mismo. La evolución de Android ha ido por caminos muy distintos, por un lado tenemos los Android más conocidos y por otro aquellos dispositivos que ni siquiera están activados por la propia Google.
Los otros gadgets Android
Terminales de menos de 150€ que se pueden encontrar en tiendas como Alibaba y que básicamente son parecidos a tablets de siete pulgadas pero en realidad no lo son. Las posibilidades son muchas, desde substitutos para dvds hasta media centers. Un campo de trabajo que se escapa de los intereses de Google.
Aparte de en forma de tablets, tenemos Android también en forma de sticks usb, utilizados para ver Youtube de una forma rápida y barata. Con unos precios que rivalizan hasta con Chromecast y con el sistema operativo completo.
Google podría entonces preguntar qué dispositivo es el que estás utilizando, ya que en Google Play estos sticks no entran en ninguna categoría. Un ejemplo más de un Android, de los cuales se venden miles, que para Google no existe.
Android y ARM se ha convertido en la arquitectura y sistema de facto, la opción fácil para cualquier fabricante que quiera crearse su propio gadget especializado. La necesidad de invertir recursos en construir un software capaz para realizar tu tarea ha desaparecido en el momento en que podemos ponerle Android hasta a la calculadora.
Estos aparatos suelen tener pantalla táctil, un procesador mínimamente capaz y conexión a internet. Todos los ingredientes para que la gente los vea y se atreva a comprarlos pero no los suficientes para darles un uso tan general como el que le damos a un smartphone.
La pérdida en el recuento final de dispositivos bajo Android es evidente, pero no debería preocupar a Google. Es un mercado subyacente que no tiene ningún interés por los Google Play Services, pero que se beneficiaría igual de Project Svelte si estuvieran actualizados a KitKat. Una versión que Google ya optimizó quizás pensando en estos extraños androides especializados. Unos androides que aunque quizás no entren dentro del rango que quiere abarcar Google Play, la propia Google sí podría estar planteándose fabricar directamente dispositivos muy alejados de los smartphones o tablets.
Costes de fabricación irrisorios
La imagen representa un móvil Android con conexión 2G y que cuesta 35 dólares. También tenemos tablets con ese precio. Una buena calculadora científica cuesta el doble y ni tan siquiera podía conectarse a internet para actualizar los datos y la información.
El coste de fabricación de construir un ordenador con acceso a internet se ha reducido hasta unos niveles al alcance del usuario, no solo de las grandes empresas. Aun hacen falta los materiales y el conocimiento para fabricarlos, pero la diferencia con hace unos años es enorme.
Por menos de 50€ podemos fabricar un dispositivo ultra especializado con android en su interior. El auge del Bluetooth LE hará maravillas en la duración de la batería. Se nos ocurren dispositivos para controlar tu localización, el termostato, para substituir la pantalla de tu comedor, para monitorizar tu casa, para hacer las veces de reloj que muestra alarmas…
También tenemos Android en consolas como OUYA, en portátiles, incluso en sobremesa. Proyectos como Arduino ya han dejado claro las posibilidades que tenemos en nuestras manos, en estos es lo mismo salvo que encontraremos Android en vez de una distro linux. Algunos desarrolladores no se atreven aun a crear aplicaciones pensadas para estos otros android, pero por aquí ya hemos visto Android en sitios que no pensaríamos nunca que veríamos, como retrovisores o cascos para motoristas.
Android en dispositivos que antes no eran inteligentes y ahora adquieren un sistema completo. En los wearables las capacidades de nuestro sistema dan mucho juego a pesar que algunos se nieguen a verlo. En tarjetas de metro, paneles de información o marcos electrónicos las pantallas e-ink son un avance increíble que permite ahorrar muchísima energía.
El coste para tener dispositivos android, sin necesidad de tener una experiencia google, permitirá separar el destino de la empresa de una de sus creaciones imprescindibles. Antes teníamos un dispositivo para sumar, uno para escuchar música, uno para jugar… entonces llegaron los smartphones y se unificaron. Ahora pasa al revés, este software que sirve para todo va a dotar de unas capacidades extras a unos dispositivos especializados que no las necesitan. ¿Está Android preparado para utilizarse en cada dispositivo electrónico multimedia?
Via Benedict Evans