Es probable que en verano tras pasar unas semanas con los niños compartiendo nuestra tableta acabemos decidiendo hacernos con una para los más pequeños de la casa. Pruebe a pasear por cualquier tienda de electrónica. Encontrará probablemente alguna anunciada bajo el epígrafe ‘Tableta infantil’. En la mayor parte de los casos: un bloque de goma coloreado con alguna tonalidad agresiva que ejecuta una versión antigua de Android, con una interfaz de botones grotescos y gigantescos y un puñado de apps clasificados por grupos de edad.

A pesar de la fiebre inicial de estos dispositivos, muchos fabricantes han puesto el acento en que sus gamas bajas y medias también puedan ser valoradas por los padres para ser la primera tableta para sus hijos. Sin embargo, muchos de ellos se pierden al no tener claro las alternativas que hay. La solución debe ser encontrar un punto intermedio entre el hardware y el software, sin perder de vista el precio, que debe ser un factor clave en la elección. Con todo esto, se dibuja un ecléctico abanico de opciones que intentamos ayudaros a clarificar con esta pequeña guía si has decidido comprar una tableta para niños.

El hardware de las tabletas para niños

Igual es desafiar una ley tecnológica escrita en piedra con cincel, pero envolver una tableta en una pastilla de goma y ponerle el mismo color que un chaleco del control de la Guardia Civil no lo hace inmune a los niños. Es probable que el dispositivo reciba un golpe, sí, pero hay que medir las cosas con precaución. Los menores cada vez están más familiarizados con las tabletas y no van a andar arrojándola de buenas a primeras. Además, si te encuentras con una tableta para niños forrada de goma roja por 60 euros ten por supuesto que lo que estás recibiendo no es un dispositivo de calidad.

Los básicos entre una tableta para niños y una tableta para adultos no es tan diferente. Una pantalla de calidad, un procesador que ofrezca un rendimiento más o menos fluido y memoria interna. Al menos 32 GB. Por debajo de ahí, mejor no mirar. En el caso de una tableta con menos capacidad, es importante valorar que tenga almacenamiento ampliable por MicroSD.

Si está conectada a internet, podremos sincronizar con la nube para guardar pelis y otros archivos, pero nos supondrá un trabajo extra. Hay que tener en cuenta que juegos y otras aplicaciones consumen rápidamente el almacenamiento de estos dispositivos.

Sobre la pantalla, no hay razón, en nuestra opinión, para valorar una pantalla por debajo de una resolución que no sea 1920×1080. Y el precio ya no es una barrera en este aspecto. Sobre el procesador, olvídate de marcas, núcleos y GhZ. Coge la tableta, trastéala un poco en la tienda y decide en función de cómo sientas que es la experiencia.

El software, muy personalizado para niños pero… ¿y las actualizaciones?

Un aspecto fundamental de la elección de la tableta para niños es el software. Por varias razones. Google es el encargado de Android, si, pero como bien sabéis al tratarse de un sistema de código abierto los fabricantes tienen mangan ancha para dar la forma que quieren a la interfaz con la que funcionan. Esto permite que además de la capa de personalización muchos de ellos opten por incluir un modo niños que elimina elementos innecesarios o inadecuados desde la interfaz principal.

No todos los padres quieren que sus hijos puedan acceder a cualquier vídeo de YouTube sin restricción. En muchas ocasiones las aplicaciones precargadas permiten monitorizar fácilmente lo que están haciendo nuestros hijos con la tableta. Son cambios útiles pero que en ocasiones acarrean efectos e

Cuando Google pone en juego una versión nueva de Android, los fabricantes de dispositivos con versiones muy modificadas no pueden simplemente adoptar esa nueva versión. Los cambios tienen que ser ajustados al máximo, lo que significa una inversión en horas de desarrollo de  software. Y muchas veces eso no ocurre, ya que el fabricante determina que no vale la pena invertir en esa actualización.

Ahí debéis valorar. Los niños son inteligentes, no hay razón para confirmar únicamente en las interfaces sencillas. Hay maneras de bloquear el contenido inadecuado en todos los dispositivos, así que el modo niños no es algo tan imprescindible en muchos casos.

Google Play y Google Play Services

Quizás más importante que actualizaciones de versión y lo sencillo del software es el acceso a Google Play Store y Google Play Services. El conjunto de aplicaciones de Google – Gmail, YouTube, Google Drive, etc – están diseñados principalmente para los adultos, pero el reciente impulso de Google para las calificaciones a través de la Play Store y aplicaciones adaptadas a los niños sin anuncios ofensivos es un gran avance. Significa los niños pueden participar en el creciente ecosistema de aplicaciones y los padres tienen el poder para moderar y tomar decisiones basadas en sus reglas.

También significa que se puede compartir música, películas y programas de televisión de cualquier servicio que desee. Tener acceso controlado a un medio ambiente más grande es bueno para todos los involucrados, pero significa que tienes que tener la Google Play Store en el dispositivo en el primer lugar.