Desde nuestra forma de caminar, hasta la de relacionarnos con el entorno, la manera en la que recordamos nuestras citas o cómo sacamos fotografías. Ha sido una década de pequeños pero intensos cambios para nuestras vidas. Todo ello por nuestro smartphone. Decenas de estudios refrendan cómo ha cambiado nuestro día a día en casa, en el coche o en la oficina debido a la tecnología. Ahora parece que le toca el turno a nuestra vida en la cama. Hay que ver también cómo la tecnología puede cambiar nuestra vida sexual.

Y si, aunque parezca difícil de imaginar, de la misma que una pulsera de Jawbone puede controlar nuestra actividad física diaria, hay quien ya se imagina una pulsera que escrute hasta el último detalle de nuestros revolcones y obtener todo tipo de estadísticas para contrarrestar lo que tu pareja te pueda echar en casa.

El sexo es una nueva frontera inteligente para las generaciones futuras. Sin embargo, el maridaje entre sexo y la tecnología ya ha parido ciertas iniciativas, digamos, peculiares y coloridas.

¿Un Uber y un AirBnb del sexo? Pues si, existen

De esta manera nos encontramos, por ejemplo, en Alemania nos podemos encontrar con Ohlala, el Uber del sexo.  Se trata de una aplicación, según aseguran sus responsables, completamente legal que nos permite solicitar el servicio de escorts a domicilio. Perfiles, chats y una calculadora para ver cuánto será el coste del servicio.

De momento está puesta en marcha en Berlín, desde este mismo mes, y tienen planes para expandirse por otros países europeos.

Si lo que quieres es tener unas vacaciones picantonas con la parienta, igual deberías echar un vistazo a KinkBNB si tienes una de las invitaciones que exigen por el momento. Se trata de una especie de AirBNB que te ayuda a buscar el lugar ideal con el que encontrar el lugar ideal para este tipo de escapadas.

Sexo y tecnología: desde aplicaciones hasta gadgets

En los últimos tiempos hemos asistido también a la revolución de los juguetes sexuales. Y parece que todo irá a más con la popularización de la realidad virtual que parece que tendrá el porno como uno de sus principales acicates. Para empezar, Pornhub ya está dando forma a un culo robótico que conectar con nuestro smartphone.

A partir de aquí nos podemos encontrar con aplicaciones y juegos para la masturbación, vibradores inteligentes que se conectan al móvil y se controlan desde el móvil o juegos eróticos para la pareja.

Una de las cosas más curiosas de todo esto no es otra cosa que proceden de pequeñas empresas, casi desconocidas creando una economía sexual alternativa a las grandes empresas del porno más famosas que mantienen una actitud más purista respecto a la tecnología. Este maridaje de sexo y tecnología parece que dará mucho que hablar en los próximos años y que costará poner de acuerdo a la gente.