Probablemente la mayoría de vosotros haya escuchado hablar sobre Amazon Echo, el curioso juguete de amazon que nos permite dar órdenes a determinados aparatos conectados con él, responder preguntas o comprar productos de Amazon con solo un par de comandos de voz.
Pero Alexa, que es como se llama el asistente personal de Amazon, está entre nosotros desde hace muy poco tiempo y la compañía tiene planes muy interesantes para el futuro de este asistente, puesto que sabe que es una herramienta que le puede servir de gran utilidad para conocer los deseos de sus clientes.
A pasos agigantados
Si bien Amazon ha sido la última compañía en entrar en el mundo de los asistentes de voz, lo cierto es que Alexa es un asistente realmente interesante y con muchísimo potencial para el que la compañía de Seattle va añadiendo nuevas funciones poco a poco.
Un ejemplo de ello es el hecho de que a finales de Junio la compañía anunció que iba a liberar una versión de Alexa basada en la nube junto con un conjunto de herramientas que ayudarían a los desarrolladores a crear aplicaciones de voz que expandiesen las posibilidades de su asistente. Además, también dedicó 100 millones de dólares para la creación de nuevas aplicaciones.
Estas medidas es más que probable que Alexa cuente con muchísimas más opciones, además de que permitirán a Alexa aprender por otros medios que hasta ahora le eran imposibles.
Asistentes que aprenden de ti, para bien y para mal
Como es sabido por la gran mayoría de personas, todos los asistentes de voz aprenden del usuario que interactúa con ellos. Para ello es necesario recopilar información de estas conversaciones, información que se guarda en una enorme base de datos y que será utilizada por determinados algoritmos para determinar lo que es importante o no para ti.
Pero si bien es cierto que los asistentes de voz son una herramienta de gran utilidad, estos no solo nos escuchan mientras están activos.
Para responder ante nuestras llamadas de «Ok, Google» o «Alexa» estos asistentes tienen que estar escuchando cada momento lo que pasa a su alrededor. Aunque es cierto que estos dispositivos no monitorizan todo lo que decimos en todo momento y, mucho menos, lo envían a ninguna base de datos como tienden a pensar los más conspiranóicos, lo cierto es que esto puede inquietar a determinados usuarios.
Estos asistentes no solo son una fuente de información para nosotros, puesto que gracias a las conversaciones que mantenemos con ellos, las compañías son capaces de obtener datos muy importantes que podrán utilizar para ofrecernos servicios que podrían interesarnos, aunque no falta quien tilda esta recopilación de información como una intromisión en nuestra privacidad. ¿Qué opináis de que las compañías utilicen estos medios para conocernos mejor? ¿Creéis que puede ser beneficioso o, por el contrario, pensáis que es una intromisión en nuestra privacidad que no se debería permitir? El debate queda abierto.