El MWC mira hacia Dubai para celebrar las próximas ediciones

El MWC es uno de los congresos más grandes y con más impacto mediático del mundo. Que se celebre en Barcelona es algo a lo que estamos acostumbrados pero que podría cambiar a medio plazo.

Durante sus primeros años este evento se celebró en Cannes pero desde 2006 el emplazamiento ha sido la ciudad condal catalana. El acuerdo que dio origen a ese movimiento ha sido prorrogado en diversas ocasiones y actualmente llega a 2023.

Sin embargo la creciente volatilidad de la situación política y económica de la región han hecho tambalearse los cimientos de esa asociación. Por el momento Barcelona puede presumir de albergar la edición de 2018 y también de 2019 pero de ahí en adelante no está claro.

Dubái quiere ganar protagonismo internacional

La GSMA, la organización que está detrás de los MWC (hay varios alrededor del mundo), no descarta cambiar de nuevo la sede de su feria más importante. Una de las ciudades que más resuenan es Dubái, que busca posicionarse en el turismo de congresos y que tiene unas instalaciones modernas gracias a la Exposición que se llevará a cabo en 2020.

Su climatología podría ser un problema pero las fechas en las que se celebra el MWC, a finales de invierno, palían ese problema.

Un toque de atención más que una realidad

Por el momento Barcelona es la sede del MWC que se celebra en Europa y no hay confirmación de que eso vaya a cambiar. A la propia GSMA le interesa que uno de sus eventos esté en nuestro continente, dada la cantidad de empresas del lugar que integran la propia organización.

Estos contactos también servirán para que en Barcelona se tomen mas en serio aún el cuidar su imagen internacional, algo de lo que durante mucho tiempo han podido presumir pero que en los últimos meses ha cambiado.

La percepción de ciudad abierta y cosmopolita de la capital catalana, sus instalaciones, oferta hotelera y posición geográfica ha jugado siempre a su favor pero todo eso no le garantiza que a partir de 2023 vaya a seguir manteniendo su privilegio.

Además, no se descarta que la propia GSMA rompa el acuerdo que la liga a Barcelona hasta esa fecha si ve que la situación política empeora. No quieren correr el riesgo de que su imagen se vea afectada por los vaivenes nacionales.