Los 5 pilares que Tesla calca de Apple para llevar su visión tecnológica a la automoción

Para ello ha desarrollado varias estrategias que han conseguido su propósito, que los usuarios estén tan cómodos que sean ellos sus propios prescriptores, lograr una gran base de fans más que de clientes y crecer hasta un punto que no se hubiera esperado décadas atrás. Todo eso no es casualidad, es fruto de una idea concreta, y algunas marcas se han inspirado en ella.

Decir que Tesla es la Apple de los coches puede parecer una obviedad, quizás por tener un CEO muy famoso, como lo fue Steve Jobs, o por darle un aura de perfección a sus productos, sin que lo sean, o por sus elevados precios. Pero hay muchos motivos por los que Apple y Tesla se parecen, más de los que podríamos pensar, y eso sin apelar al coste de los coches y los dispositivos.

Diseño e imagen de marca

Algo que Steve Jobs tenía claro desde que fundó Apple con Steve Wozniak era que el diseño era algo clave en todo lo que hacían. Seguro que si se hubieran dedicado a fabricar otras cosas hubieran apostado también por un diseño muy particular, que los diferenciara de su competencia. No en vano la compañía se fijaba en las marcas japonesas y alemanas, los líderes en este sector en los 70, como Bosh o Sony.

Tesla también es una empresa que usa el diseño como elemento de venta y como elemento de ahorro. El minimalismo que hemos visto en los Mac también se aprecia en los coches de Elon Musk, sobre todo en su interior. No es raro escuchar a alguien decir que un Tesla, sobre todo con asientos blancos, parece una nave espacial. Es porque el lenguaje de diseño se ha centrado en ofrecer una buena experiencia con una estética muy diferente de la del resto de fabricantes.

Tesla Model Y Álvarez del Vayo

A esto se suma el esfuerzo de ambas empresas por tener una imagen de marca muy valorada y más avanzada que la de la competencia. El estilo de dirección es muy diferente, es verdad, pero ambas compañías presumen de ser los líderes de sus sectores y de aportar valor al mundo, más allá de los productos que vendan.

Hardware y software

Apple siempre se ha caracterizado por usar software desarrollado en casa, tanto para sus ordenadores como para sus tablets y sus móviles. Eso le ha permitido no sólo marcar la evolución de los sistemas, sino también tener el control absoluto sobre la forma en la que cambiaban y mejoraban.

iPhone 14 Pro Max Chema Flores Omicrono

Esto también aplica a Tesla, que es la referencia del software en los vehículos. No sólo en los vehículos eléctricos, y no nos referimos al sistema de piloto automático que tantos quebraderos de cabeza le da a la marca. La calidad de la interfaz, de las funciones, la importancia de las actualizaciones de software, todo ello es mucho mejor que en el software de otros fabricantes de coches. Sólo Google tiene un sistema comparable, y eso hace que el resto de marcas estén a expensas de lo que cree la empresa dirigida por Sundar Pichai.

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La creación de software le permite tener una integración directa con el hardware, lo que hace que la experiencia de usuario sea mucho mejor que en otras alternativas. Apple no necesita tener tanta RAM como sus competidores para hacer las cosas mejor, no necesita tener las pantallas más avanzadas. De igual forma, Tesla puede mejorar la experiencia de sus coches mediante el software, gracias a que el hardware se ha fabricado e instalado teniendo eso en cuenta.

El precio engaña

Al inicio del artículo se ha mencionado que el elevado precio que ambas marcas ponen a sus productos no era el mayor elemento de unión, pero sí que hay uno relacionado con el coste que lo es. Apple se ha considerado, desde siempre, como una marca cara. Esto es especialmente llamativo en países como España, con una renta per cápita mucho menor que la de otros mercados como el alemán, el canadiense o el estadounidense, donde Apple tiene una cuota de mercado mucho mayor.

Pero, si se comparan los precios de Apple con los productos equivalentes (y esa es la clave) de otras marcas veremos que los costes no son mucho más elevados. Comprar un móvil de gama alta en Samsung o Xiaomi supone pagar más de 1.000 euros y, en ocasiones, rozar los 1.500 euros. Esto también es así en Apple, con la diferencia de que en Samsung o Xiaomi hay opciones mucho más baratas pero en Apple no.

Cargando Tesla

Lo mismo pasa en Tesla. Comprar un Tesla Model Y porque es la opción más barata no es ninguna locura, pero hay que ser realistas y comparar ese coche con otros de la misma categoría. El Tesla Model 3 es incluso más barato que la competencia directa, sobre todo si miramos la financiación. Pero, al igual que Apple, Tesla no tiene coches más baratos para que los usuarios con menor poder adquisitivo puedan optar a tener un producto de esta marca.

Dispositivos siempre conectados

Apple entró en el mundo de los móviles cuando pudo crear un aparato que era más un ordenador que un teléfono. Aunque el primer iPhone no tuvo tienda de aplicaciones sí que tenía un sistema operativo que permitía gran cantidad de opciones y una de los tres pilares de la creación era tener un dispositivo conectado a Internet.

Steve Jobs en la presentación del iPhone original

Esto se aplica también a Tesla, que siempre ha tenido en la conectividad de sus coches un elemento de valor. Gracias a esto se pueden ver series y películas en el vehículo, se pueden acceder a las cámaras usando las mismas como sistema de seguridad del coche, se puede actualizar el software remotamente...

Hay otras marcas de coches que están implementando funciones similares, pero no a la escala que lo hace Tesla ni con la misma profundidad. Se nota que en la empresa de Elon Musk esto es algo que está desde el inicio, algo que se pretende sea parte de la experiencia original del coche. Estamos en un punto de inflexión similar al que vivimos en la primera década de este siglo con los smartphones, pero ahora con los coches.

Medioambiente

Con el cambio climático como tema candente casi en el día a día a todos los niveles, sociales, económicos y políticos, no es raro que las empresas quieran posicionarse como ecológicas a la mínima de cambio. No obstante, marcas como Apple o Tesla levan esto a otro nivel, presumiendo casi de que su mera existencia mejora el clima.

Las dos le dan especial relevancia a cuidar el medioambiente, pero incluso lo llevan más allá, poniéndolo como uno de los pilares clave de su marca. Apple presume de los elementos reciclados, de cómo mejora los diseños para ser más reparables... sin dar respuesta a la nula posibilidad de reparar los AirPods cuando la batería se degrabada, por ejemplo.

Plan de Apple

En el caso de Tesla esto es incluso más acusado, porque se posiciona como la marca que eliminará gran parte de la contaminación del mundo, sustituyendo coches de combustión por coches eléctricos. De nuevo, a veces no se tiene en cuenta la contaminación de producción o, directamente, sin es viable tener una ingente cantidad de coches particulares circulando por el mundo.

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