Los coches modernos son básicamente smartphones con ruedas, por la gran cantidad de tecnología que traen. A eso hay que sumar que los conductores piden Android Auto en sus coches nuevos, para disfrutar de una experiencia muy parecida a la de su móvil. Esto es especialmente cierto en los coches eléctricos, cuyos compradores suelen apreciar más las nuevas tecnologías.
Así que era inevitable que el sector del automóvil y el de los smartphones empezasen a pisarse mutuamente. Ya hemos visto que marcas tecnológicas como Google o Qualcomm se están implicando en la producción de coches eléctricos, y al mismo tiempo, los fabricantes de coches quieren expandirse con nuevos tipos de productos que lleven sus logotipos.
Todo indicaba que Tesla iba a ser la primera en dar ese salto, después de que su fundador Elon Musk haya mostrado su interés en crear un móvil. Un móvil propio no sólo permitiría a Musk expandir su imperio, también esquivar las reglas de las tiendas de apps de Apple y Google que tanto le están molestando con X (anteriormente Twitter). Sin embargo, uno de sus grandes rivales se le ha adelantado.
De coches a móviles
Puede que NIO no sea una marca muy conocida en España, ya que sus coches aún no están disponibles oficialmente en nuestro país, pero en realidad es una de las principales alternativas a Tesla en un mercado tan importante como el chino. NIO ya tiene planes para expandirse por Europa, y se espera que demuestre una de sus fortalezas frente a Tesla: la variedad de modelos disponibles. En China, NIO ofrece todo tipo de vehículos, desde berlinas a familiares, SUVs, crossovers, y más; también tiene una marca barata, Firefly con modelos que parten de los 15.000 euros.
Como vemos, la filosofía de NIO consiste en expandirse para ofrecer al consumidor exactamente lo que quiere, en vez de lanzar dos o tres modelos y pretender que el cliente se adapte como han hecho otros fabricantes de coches eléctricos. Así que el anuncio de hoy de un smartphone tiene todo el sentido del mundo en este contexto: es otra manera de llegar al consumidor.
Sobre el papel, el NIO Phone es un móvil Android de gama alta como muchos otros, basado en un procesador Snapdragon 8 Gen 2, una pantalla curva OLED de 6,81 pulgadas fabricada por Samsung y una batería de 5.200 mAh con carga rápida de 66 W y carga inalámbrica de 50 W. En lo que respecta a las cámaras, el sensor principal es un IMX707 de Sony de 50 Mpx con estabilización óptica, acompañada de un gran angular de 50 Mpx y una cámara periscópica, también de 50 Mpx. Lo interesante está en el diseño y especialmente, en las funciones diseñadas para los conductores de coches NIO.
El NIO Phone está basado en Android, pero viene con una capa de personalización desarrollada por la compañía, llamada SkyUI; según sus creadores, el objetivo era centrarse en “la pureza”, así que no tiene apps preinstaladas, aparte, por supuesto, de las apps propias de NIO que lo hacen especial.
La función estrella del NIO Phone es la posibilidad de convertir el móvil en una llave para el coche; el conductor no tendrá que llevar la llave original encima para desbloquear el coche y encenderlo, todo se podrá hacer con el móvil. Para ello, se usa una combinación de BLE (Bluetooth Low Energy) y UWP, una nueva tecnología que localiza la presencia del móvil de manera más precisa para evitar que se desbloquee sin querer. Desde la app que viene instalada por defecto también podrá controlar partes del coche a distancia, como, por ejemplo, la climatización para que el interior tenga la temperatura perfecta antes de subirnos.
Otra función interesante es la de “coche ejecutivo”, que permite usar el móvil para comunicarse con el asiento del conductor, ideal para los que tienen chófer. De la misma manera, desde la pantalla central se podrán usar las apps del móvil, como videojuegos o apps de videoconferencia.
El NIO Phone estará disponible a partir de los 6.499 yuan (836 euros). Como era de esperar, sólo está disponible en China, pero será interesante ver si llega a España cuando la compañía empiece a lanzar sus coches aquí.