El lanzamiento del Pixel 8 y el Pixel 8 Pro ha sido recibido con muchas alabanzas, y bien merecidas. El aumento de precio parece ser el único problema real, y a cambio Google ha conseguido crear sus mejores móviles hasta ahora, tanto en ‘hardware’ como, especialmente, en ‘software’.
Pero resulta que estos móviles podrían haber sido incluso mejores. Los lectores de EL ESPAÑOL- El Androide Libre probablemente se habrán dado cuenta de que algunos de los rumores que se publicaron en los últimos meses no se han cumplido; pero no es que fuesen falsos, es que Google ha cancelado o recortado ciertas funciones que se suponía que iban a ser estrenadas con los Pixel 8.
La propia Google ha aportado las pruebas de que esos rumores eran ciertos: en Android Authority han analizado el código fuente de las imágenes de fábrica de los Pixel 8, que como es habitual con cada lanzamiento, han sido publicadas por la compañía para entusiastas y programadores. Y lo que han descubierto es sorprendente.
Así hubiera sido el Pixel 8
La revisión de este código ha revelado la existencia de nuevas funciones que están desactivadas o que no tienen todas las partes necesarias para funcionar en los nuevos Pixel 8. Algunas de estas novedades fueron filtradas en su día, como el nuevo modo de escritorio, que habría permitido usar el móvil como un ordenador simplemente con conectarlo a un monitor, un teclado y un ratón.
Este modo de escritorio hubiera sido parecido a DeX de Samsung, mostrando una interfaz similar a la de las tablets Android con una barra de tareas. El nombre oficial del modo es “DisplayPort Alternate Mode” (Modo Alternativo de DisplayPort), porque se hubiera activado al conectar el móvil a un monitor por cable USB-C usando el estándar de vídeo DisplayPort. El motivo más probable por el que Google finalmente decidió no activar este modo es porque aún no habría terminado la renovación del modo de escritorio de Android, haciéndolo más completo y parecido a trabajar con un ordenador.
Las cámaras del Pixel 8 y el Pixel 8 Pro han recibido importantes mejoras, tanto en resolución como en funciones, pero un aspecto en el que han quedado cojas es en el vídeo. Y es que en teoría iban a ser capaces de grabar vídeo 8K a 30 fps, gracias a las capacidades del nuevo procesador Tensor G3. Sin embargo, el problema no está en el ‘hardware’, sino en el ‘software’; la app de Cámara de Google aún no tiene la capacidad de codificar vídeo a esa resolución, aparentemente porque los programadores de Google no pudieron probarla a tiempo en dispositivos reales. Así que los Pixel 8 pueden grabar a 4K a 60 fps como máximo.
También relacionada con la cámara es la siguiente función eliminada: la cámara super lenta. Los Pixel 8 pueden grabar a cámara lenta, a resolución 1080p a 240 fps; pero originalmente el plan era ofrecer resolución 720p a 480 fps. El doble de frames por segundo habría permitido tomar vídeos más espectaculares, algo de nuevo posible por el Tensor G3.
Pero precisamente el Tensor G3 es el protagonista de otro cambio importante. Y es que originalmente el nuevo procesador de Google iba a ser más potente de lo que finalmente ha sido, tal y como se filtró en su día. El código fuente hace referencia a unas frecuencias superiores a las que tiene la versión final del chip; en el núcleo más potente, el Cortex-X3, la diferencia es mínima (3,0 GHz frente a 2,91 GHz), pero en los núcleos Cortex-A510 la diferencia es notable (2,15 GHz frente a 1,70 GHz). Es posible que Google haya ‘capado’ el procesador para obtener una mayor estabilidad del sistema o para evitar posibles ‘bugs’, o puede que sea un problema de eficiencia, ya que el Tensor G3 está basado en la misma plataforma que los modelos anteriores, a la espera de una renovación completa en un par de años.