Cuando Google ejecutó el cierre de Stadia a principios de 2023, dio la sensación de que la compañía había perdido una gran oportunidad para hacerse un hueco en el sector gaming. Puede que el servicio de juegos en la nube no fuese muy popular, pero muchas de sus funciones, como la posibilidad de jugar en cualquier parte y con cualquier dispositivo, parecían adelantadas a su tiempo.

Lamentablemente, el cierre de Stadia no fue una sorpresa; su futuro ya estaba en duda poco después de su lanzamiento, cuando la compañía cerró los estudios que supuestamente iban a desarrollar juegos exclusivos para la plataforma.

La historia podría haber sido muy diferente, como han revelado unos correos privados publicados con motivo del juicio entre Google y Epic Games, creadores de Fortnite, que presentaron la demanda después de que la Play Store los expulsase por romper las reglas de la plataforma en cuestión de monetización.

Google iba a por Fortnite

Aunque ahora son enemigos en el juzgado, Google y Epic Games podrían haber terminado de manera muy diferente; y es que los documentos revelan la existencia de “Project Elektra” de Google, un plan secreto para comprar a Epic Games y hacerse con la exclusiva de todos sus juegos y tecnologías, como el motor gráfico Unreal Engine usado por muchos videojuegos modernos.

Project Elektra nació en el 2018, cuando Google planteó la posibilidad de una gran inversión en Epic Games, que hubiera terminado con la compra mayoritaria de las acciones para obtener control completo sobre la compañía; por aquel entonces, Epic Games ya era uno de los mayores desarrolladores del sector, pero Google estaba dispuesta incluso a asociarse con Tencent, el gigante chino que posee el 40% de Epic.

Google tenía el ojo puesto en Fortnite Epic Games

Semejante inversión, posiblemente de miles de millones de dólares según el correo filtrado, era la única manera que veían en Google para cambiar el ‘enfoque’ de Epic sobre Android; en otras palabras, querían que Epic se centrase más en su sistema móvil para convertirlo en una plataforma de videojuegos que pudiese rivalizar con las consolas.

De haberse producido, esta compra podría haber tenido grandes consecuencias; Fortnite podría haberse hecho exclusivo de Android, o al menos, contar con prioridad respecto a iOS y las consolas. Tampoco hay que desdeñar el Unreal Engine, que podría haberse adaptado mejor a Stadia para ofrecer a los desarrolladores una manera más fácil y completa de crear juegos para la nube; de esta forma, el lanzamiento de Stadia en el 2019 podría haber ido de manera muy diferente, con más juegos exclusivos y versiones de los mejores títulos de consola y PC.

Pese a que Project Elektra no llegó a buen puerto, Google no perdió la determinación, y en el 2021 ofreció un acuerdo a Epic con valor de 147 millones de dólares para que Fortnite fuese exclusivo de la Play Store y abandonar la App Store de Apple. Todo eso resultó ser una fantasía, y sabemos muy bien cómo terminó en realidad: con Fornite expulsada de la Play Store y Epic Games demandando a Google y a Apple por abuso de posición dominante.

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