Shenzhen (China)

China se ha convertido en una de las potencias tecnológicas más grandes del mundo, algo que se ha visto bien ejemplificado en el sector de la telefonía móvil, con marcas que han logrado expandirse por todo el mundo. España es uno de los países en los esto es más notorio, con la llegada en los últimos años de las principales marcas.

Una de esas empresas es OPPO, un gigante tecnológico que tiene en la telefonía móvil su carta de presentación, aunque ya están trabajando en lo que sustituirá al smartphone en sus laboratorios. La firma china es una de las que mejor se aleja de la antigua idea de que los productos chinos eran baratos o de baja calidad.

Pero antes de la fabricación del propio dispositivo, de llevarlo a la línea de montaje, hay que pasar por una ingente cantidad de laboratorios que los fabricantes tienen que tener listos. Se podría caer en la tentación de pensar que fabricar un móvil es elegir una lista de elementos de diferentes proveedores y unirlos para tener un dispositivo más, pero pensar eso sería un error.

En EL ESPAÑOL - El Androide Libre hemos realizado un viaje de una semana por varias ciudades del país en el que hemos podido ver las instalaciones de OPPO, donde se desarrollan los productos que posteriormente se podrán comprar en las tiendas. Hemos visto cómo se crean los algoritmos que hacen inteligentes muchos de estos productos así como la planta de ensamblaje de los smartphones.

En este viaje te contamos cómo es el desarrollo de los productos, la calibración de los diferentes elementos, cómo todo se analiza y se perfila para, posteriormente, pasar a la cadena de producción, donde se ensamblan y donde se realizan diferentes pruebas de resistencia. Por último, llegaremos a la parte de la venta, donde el usuario final entra en juego.

Visitamos la fábrica y laboratorios de OPPO Alvarez del Vayo

FASE 1: El desarrollo

OPPO Health

La industria de la electrónica de consumo ha dado mucha importancia a la salud en sus productos, permitiendo que los móviles cuenten nuestro pasos, que los relojes midan la saturación de oxígeno en sangre y que sea posible cuidarnos simplemente usando ciertos dispositivos.

Para crear estos aparatos OPPO tiene un laboratorio llamado OPPO Health, en el que hay numerosas máquinas de equipamiento deportivo de alto nivel que permiten extraer los datos con los que se alimentarán los algoritmos y ecuaciones matemáticas a la hora de crear aplicaciones y productos que puedan avisarnos de cómo evoluciona nuestra salud, qué es mejor que hagamos a la hora de practicar deporte...

Health Lab de OPPO

Esta instalación cuenta con cintas de correr, varios aparatos de pesas, ordenadores que monitorizan el ejercicio de las personas que las usan, etc. Además, en OPPO son conscientes de que sus productos están enfocados a todo el mundo, por el que los participantes son de varias razas y de ambos sexos. Y no sólo hablamos de gente joven, sino también de gente de más edad, algo clave en un sector como el de la salud.

Allí pudimos ver el último reloj de la empresa, el OPPO Watch 4 Pro, un producto que no se ha puesto a la venta en España pero que tanto en el laboratorio como en la tienda parecía tener gran importancia. es el mejor ejemplo de cómo los wearables pueden ser parte de nuestro día a día, cuidando la salud en el proceso. Es en este tipo de productos, los más avanzados, donde se usan los algoritmos más nuevos, porque necesitan de cierta potencia de cálculo, como nos explicaron los responsables del laboratorio.

Monitorización en Health Lab de OPPO Álvarez del Vayo

Entre los aparatos médicos había uno que simulaba la bajada de oxígeno en sangre de un paciente, lo que permitía a los científicos calibrar los relojes y demás productos para que fueran capaces de detectar esas variaciones del VO2 y de avisar a un potencial usuario. También había instalaciones en las que se estudiaba la detección de sueño, una de esas funciones que tienen prácticamente todos los wereables. Con todo, la colaboración con empresas externas era clave, para poder perfeccionar al máximo sus dispositivos.

Laboratorio XR

Otro de los laboratorios de la sede de OPPO en Shenzhen es el XR Lab, donde se prueban y diseñan los dispositivos de realidad aumentada y virtual de la compañía, que está apostando por esto, como se vio en el lanzamiento de las OPPO Air Glasses 2 anunciadas en el MWC 2023. Pudimos hablar con el máximo responsable de esta instalación, Yu Xi, que nos contó cómo este tipo de wereables sería el futuro, incluso llegando a sustituir a los smartphones.

Laboratorio XR de OPPO OPPO El Androide Libre

En este laboratorio había múltiples cámaras y sensores que permitían probar las diferentes gafas y nuevas funciones de este tipo de productos, así como un robot capaz de realizar precisos movimientos para calibrar cómo funcionaría el software de las gafas de realidad extendida. Esto es especialmente importante porque actualmente los productos con más proyección son los que tienen un casco integran que permiten ver la realidad a través de cámaras. Mediante mandos de control remoto estas gafas permiten seleccionar elementos de la interfaz virtual, y en el laboratorio se estudian las diferentes versiones tanto del hardware como del software que las opera. Aquí también se prueban modelos sin cámaras, algo clave para Yi Xu en las gafas que llevemos en el día a día.

CyberReal

Tras el laboratorio de realidad extendida (XR) pudimos ver un ejemplo de cómo se plasmaría lo avanzado ahí en el mundo real. En esta instalación pudimos probar algunas de las funciones de realidad aumentada en ciertos móviles de OPPO, en los que se podía ver a su mascota en un entorno 3D mezclado con la imagen de la cámara, o una suerte de proyección virtual que permitiría a tiendas ofrecer más escaparates sin tener que disponer de más espacio físico.

Uso de gafas XR. Fernando Álvarez del Vayo El Androide Libre

Además, estaban las OPPO MR Glasses, que se controlaban con dos mandos similares a los vistos en los productos de Meta. Estas gafas permitían usar diferentes aplicaciones y a la vez ver el mundo real mediante el sistema de cámaras que tenía en su exterior. Para que la experiencia fuera lo más precisa posible los dispositivos usan sensores como el acelerómetro, la intensidad de la señal Wifi, etc.

Laboratorio de comunicaciones

Hay partes de un móvil que se dan por descontadas, como las que permiten las comunicaciones con las antenas de telefonía. Pero son algunas de las más críticas, motivo por el cual OPPO tiene un laboratorio en el que analiza y prueba sus productos para comprobar que sean compatibles con las redes de las diferentes operadoras de telefonía del planeta.

OPPO Communication Lab OPPO

Esto es algo importante porque OPPO opera en más de 60 mercados diferentes, y cada uno tiene varias operadoras. En total OPPO colabora con más de 80 telecos. Para analizar esto disponen de un quipo de primer nivel, que emula las antenas de operadoras como Vodafone. Además, el uso que se hace de los móviles imita el que harían las personas en su día a día, algo clave para no tener luego problemas cuando se pongan los móviles a la venta.

Centro de Datos de OPPO

Una de las instalaciones más impresionantes fue el centro de datos. En este edificio, y en los que se están construyendo actualmente, OPPO tiene sus ordenadores y su nube. En ellos se realiza no sólo el almacenamiento de muchos de los datos de sus móviles (en este caso de China porque los de otros mercados están fuera, en otros países), sino también el entrenamiento de sus nuevos modelos grandes de lenguaje.

OPPO AndesBrain OPPO

Durante el viaje tuvo lugar la presentación de Color OS 14, que pudimos probar, pero también de productos que aún no han llegado a España, como AndesGPT, un modelo de inteligencia artificial entrenado en este edificio. Este conjunto de servidores se denominaba AndesBrain, y ocupaba varias salas del edificio, que fue construido entre 2020 y 2023, a una velocidad de vértigo.

Dicho edificio está pensado no sólo para guardar los servidores de la empresa, sino también para aguantar terremotos, inundaciones e incluso un corte de suministro eléctrico. Y por si fuera poco usa energía 100% limpia para su funcionamiento. Algunos servidores estaban refrigerados por aire, en habitaciones donde el ruido era bastante alto, pero eso ayudaba a mantener la temperatura baja. Pero los servidores más avanzados eran mucho más pequeños y potentes, y estaban refrigerados por líquido, lo que disminuía la demanda eléctrica en hasta un 45%. Las tarjetas gráficas, los procesadores y el resto de elementos estaban inmersos en un líquido diseñado por OPPO que permitía que el rendimiento fuera mucho más alto. Y ya estaban planificando la ampliación.

Servidor refrigerado por líquido de OPPO AndesBrain OPPO

Estos servidores permitían a los ingenieros de OPPO conectarse en remoto para hacer cálculos y simulaciones, desarrollar software y probar remotamente nuevas funciones, sin necesidad de trasladarse desde sus puestos, que a veces estaban incluso en otras ciudades. Una de las dudas que se plantearon es por qué poner los centros de datos tan al sur del país, cuando en el norte, donde hace mucho más frío, el gasto energético hubiera sido menor. El motivo es la latencia, ya que en OPPO no querían ahorrar a costa de ofrecer una peor experiencia tanto a sus trabajadores como a sus clientes.

Laboratorio de imagen

Un aspecto en el que destacan los móviles de OPPO es en el fotográfico. La empresa colabora con marcas como Sony o Hasselblad, pero en Shenzhen tienen un laboratorio diseñado para calibrar las cámaras de sus móviles. Para ello han construido una instalación con nada menos que 16 escenarios que simulan situaciones cotidianas, como hacer fotos a la comida en la cocina, hacernos un selfie en el salón, etc.

Laboratorio de imagen de OPPO

Para probar los móviles hay tres robots con brazos articulados en los que se pueden colocar los diferentes dispositivos que se están probando, haciendo fotos a diferentes réplicas de bustos humanos, con gradientes de color, diferentes texturas de piel, razas, etc. Las difrentes estancias están domotizadas, de manera que se pueden programar el cambio de luces, la apertura de cortinas, y aumentar la cantidad de escenarios de prueba.

Actualmente estos robots aceleran la prueba de cámaras realizando en dos horas el trabajo que antes se tardaba un día y medio en hacer. Cuando se realizan las cientos de fotos por jornada, se suben a la nube y los ingenieros pueden analizarlas, calibrar los algoritmos y probar de nuevo, todo de forma automatizada.

Laboratorio de imagen Álvarez del Vayo

En OPPO nos contaron que actualmente están trabajando en crear un laboratorio con partes en el exterior, para aumentar el número de pruebas automatizadas. Esto permitirá una calibración más precisa y más rápida. Además, estas pruebas se suman a las que se realizan en Hasselblad, que colabora con la marca desde hace ya varios años.

Laboratorio NFC

Uno de los laboratorios más curiosos fue el que probaba los chips NFC que tienen integrados actualmente todos los móviles. este chip se usa mayormente para pagos móviles, motivo por el cual había decenas de datáfonos de diferentes bancos y con diferentes tecnologías para analizar la compatibilidad de los nuevos smartphones.

Laboratorio NFC Álvarez del Vayo

Uno de los que estaba allí era el OPPO Find N3 Flip, uno de los plegables de la empresa. Este tipo de factor de forma es especialmente complejo y en el laboratorio han tenido que trabajar para que se pueda usar abierto, cerrado por la parte de la pantalla y por la parte trasera. Además, se analizaba también el funcionamiento de este chip con otros accesorios, como las tarjetas NFC o el uso de los móviles como llave de acceso a empresas, entornos seguros, etc.

FASE 2: La fabricación

Línea de producción

Junto antes de acabar la visita a las instalaciones principales de la empresa tuvimos la oportunidad de ver, en vivo, cómo se ensamblaban los terminales, y cómo los trabajadores operaban en unas líneas de producción altamente automatizadas. Las fábricas de OPPO lleva 15 años creando móviles, desde 2008, y desde 2011 enfocándose en los smartphones, que van a más de 60 países.

Línea de produccción de OPPO

El proceso de fabricación de los móviles comienza con las placas base, es una línea de producción muy avanzada en la que sólo se necesitan de 3 a 5 personas para supervisar que todo vaya bien. Las propias máquinas son las que van dando forma a la placa base, soldando los diferentes elementos y revisando la calidad final de las mismas.

En una segunda fase se montan las piezas sobre la estructura de los propios móviles, el esqueleto que sirve como elemento rigidizador. Aquí si se ven muchos más operarios, unos 40 por línea, trabajando para producir miles de unidades al día. También aquí se ensamblan las piezas que vienen de otros proveedores, como las cámaras o las baterías.

Máquina en la línea de produccción de OPPO OPPO

Pruebas de resistencia

En la última fase de la producción es donde se escoge un porcentaje de los móviles fabricados y se les realizan diferentes pruebas de caídas, plegado en el caso de que sean de este tipo e incluso tests de resistencia al agua. Llama la atención que incluso los móviles que no se han certificado como IP68 son probados en condiciones que pareciera que van a dañarlos, pero no es así.

FASE 3: La venta

Para finalizar el viaje estuvimos en una de las tiendas de la empresa. En concreto es la tienda más grande de la marca en China, y está situada en la ciudad de Cantón. Se construyó en 2020 y se amplió en 2023. Esta tienda está excelentemente diseñada y consta de una iluminación perfecta para mostrar y probar los diferentes productos.

Tienda de OPPO en Cantón Álvarez del Vayo

El tamaño del local no es escaso, pero tampoco es una de las tiendas más grandes en las que hemos estado. Eso sí, se notaba que se buscaba que fuera algo más que una tienda, con una sección pensada para dar pequeñas charlas o formaciones, unos asientos en los que hablar con amigos y una pequeña exposición de fotos realizadas con algunos de sus móviles. Incluso había un escenario en el que hacerse fotos para poder subirlas a redes sociales.

Pero el elemento principal era un muro curvo que estaba en el centro de la estancia, en el que había proyecciones de diferentes cosas pero que se podía usar para conectar un móvil o tablet, siempre manejado por un empleado de la tienda, para usar el muro como un proyector gigante.

Tienda de OPPO en Cantón Álvarez del Vayo

En la tienda también se pueden ver los productos de OnePlus, que ya opera bajo el paraguas de su empresa matriz. Los dispositivos no son los mismos que los que se ven en España, pero no había una distinción física entre las dos marcas. Lo único que se echó en falta es poder ver todo el conjunto de productos de la marca. Los televisores, por ejemplo, no estaban en la tienda, algo extraño, aunque se nos comunicó que por lo visto OPPO sólo vende online este tipo de aparatos en China.

Hace unos meses tuve la oportunidad de visitar parte de las instalaciones de Samsung en Corea del Sur, pero en esta ocasión hemos podido ver mucho más de cerca instalaciones como la línea de producción o diferentes laboratorios. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver cómo funcionan empresas como OPPO, con más de 48.000 empleados, y qué es lo que hay detrás de la tecnología que permite que los móviles se hayan convertido en lo que son hoy, algo indispensable.

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