El 2024 será el año del ordenador con Inteligencia Artificial. No sólo se espera el lanzamiento de Windows 12 con muchas funciones integradas como Copilot (basado en los mismos modelos que ChatGPT); sino que este sistema será capaz de aprovechar el nuevo ‘hardware’ que será lanzado a lo largo de los próximos meses para ejecutar IA de manera local, y sin necesidad de enviar nuestros datos a un servidor.
AMD ha golpeado primero en esta apuesta por los ‘AI PC’. Empezó el pasado mes de diciembre con la presentación de la gama Ryzen 8040, pero esos eran modelos dirigidos a ordenadores portátiles; muchos nos preguntábamos cuándo iba expandirse a los ordenadores de sobremesa, y no ha hecho falta esperar mucho.
Hoy, AMD ha presentado la nueva gama de procesadores Ryzen 8000G, los primeros diseñados para ordenadores de sobremesa que tienen una NPU, una unidad de procesamiento neuronal que será capaz de acelerar las funciones basadas en IA de nuestros programas. Eso se debería traducir en un rendimiento de 39 TFLOPS (todo el conjunto de NPU+CPU+GPU) a la hora de usar funciones en programas que ya usan IA para mejorar las imágenes, crear vídeos, o aplicar efectos a nuestras llamadas por webcam. Estamos literalmente en el inicio de esta nueva época, así que por el momento esto no supondrá una gran diferencia, pero se esperan grandes avances conforme llegue Windows 12 y los desarrolladores tengan acceso a la NPU.
Pero si sólo fuese eso, estos procesadores no serían tan llamativos. Lejos de eso, AMD ha introducido mejoras en sus núcleos, que aunque siguen estando basados en la arquitectura Zen 4 como los anteriores, ahora son más eficientes y eso ha permitido aumentar su potencia sin miedo. En cuestión de productividad, AMD afirma que el Ryzen 8700G supera al Intel Core i5-13400F en pruebas de rendimiento con Photoshop, Kraken, PCMark 10 y PassMark, con un PVP 80 dólares inferior.
Pero sin duda alguna, estos procesadores serán muy recomendables si no queremos (o no podemos) comprar una tarjeta gráfica. La ‘G’ de los Ryzen 8000G se refiere a que cuentan con una gráfica integrada, y en el modelo más puntero, el Ryzen 7 8700G, es nada menos que una Radeon 780M, perfectamente capaz de ejecutar todo tipo de juegos. Eso convierte a este modelo en concreto en el procesador de escritorio que mejor rendimiento en juegos ofrece sin tarjeta gráfica dedicada. Según las pruebas de AMD, es posible jugar a tasas superiores a los 60 fps y a resolución 1080p a juegos muy exigentes como Cyberpunk 2077, Assassin’s Creed Valhalla y Grand Theft Auto 5. En juegos online es ideal, porque consigue 165 fps en Dota 2, 236 fps en League of Legends y 581 fps en World of Tanks Encore. En otras palabras, puede ser un procesador ideal para montar un equipo gaming pequeño y que no consuma mucho al no tener tarjeta gráfica dedicada. La gama de procesadores Ryzen queda de la siguiente manera.
Nombre | Núcleos / Hilos | Frecuencia máxima | TDP | Gráficos | NPU | Precio |
Ryzen 7 8700G | 8 / 16 | 5,1 GHz | 65 W | Radeon 780M | Sí | 329 dólares |
Ryzen 5 8600G | 6 / 12 | 5,0 GHz | 65 W | Radeon 760M | Sí | 229 dólares |
Ryzen 5 8500G |
6 / 12 | 5,0 GHz | 65 W | Radeon 740M | No | 179 dólares |
Ryzen 3 8300G |
4/8 | 4,9 GHz | 65W | Radeon 740M | No | Sólo para premontados |
Cabe destacar que AMD ha decidido no lanzar aún un modelo Ryzen 9, por lo que la compañía probablemente se guarda sorpresas para el futuro. Los precios en España aún no se han confirmado. La nueva gama Ryzen 8000G estará disponible a partir del 31 de enero.