El mercado de las consolas portátiles va a dar un nuevo giro de guion. Hasta ahora, la mayoría de los modelos de gama alta estaban basados en procesadores de ordenador; concretamente, en los Ryzen de AMD por su mayor eficiencia energética y su gráfica integrada, que permite jugar a los últimos títulos. Es el caso de modelos como la Steam Deck o la ASUS ROG Ally, ambas basadas en procesadores AMD.
Por eso, había cierta expectación en ver qué fabricante iba a ser el primero en apostar por la competencia de AMD; hablamos, por supuesto, de Intel. Aunque la marca azul sea una gran alternativa a la marca roja en ordenadores gaming (e incluso más recomendable para algunos usuarios), no hemos podido decir lo mismo de sus procesadores más eficientes. La clave está en la GPU integrada, un apartado en el que AMD siempre ha tenido ventaja gracias a los avances de sus tarjetas gráficas Radeon.
La cosa está cambiando en las últimas generaciones. Intel ya tiene sus propias tarjetas gráficas, y eso se está notando en los procesadores Intel Core con gráfica integrada Intel Arc, que son mejores que nunca para jugar. MSI va a ser la primera en apostar por este bando, con su nueva consola gaming: la MSI Claw. Después de ser confirmada en el pasado CES de Las Vegas, ahora tenemos todos los datos de este nuevo contendiente.
Consola basada en Intel
La MSI Claw será la consola que estrene los nuevos procesadores Intel Core Ultra, concretamente, con los modelos Core Ultra 7 155H y Core Ultra 5 135H; el primero tiene 16 núcleos y 22 hilos, capaces de alcanzar hasta los 4,8 GHz, y cuenta con 8 núcleos Xe-Core para gráficos integrados capaces de alcanzar los 2,25 GHz. El modelo más barato, el 135H, tiene 14 núcleos y 18 hilos de hasta 4,6 GHz, con 7 núcleos Xe-Core de hasta 2,2 GHz.
La gran ventaja de Intel respecto a modelos de AMD similares estará en que no debería haber una gran diferencia de rendimiento entre ambos modelos, por lo que la versión más barata de la MSI Claw no debería ser mucho menos recomendable.
En concreto, habrá una diferencia de 50 dólares en el precio entre ambos procesadores. La MSI Claw con el Core Ultra 5 135H, 16 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento costará 699,99 dólares, y el Core Ultra 7 155H con la misma configuración constará 749,99 dólares. Por último, el tope de gama será un modelo con el Core Ultra 7 155H con 16 GB de RAM y 1 TB de almacenamiento por 799,99 dólares.
Por supuesto, la clave estará en el rendimiento, y si la apuesta por Intel le sale mal a MSI. La consola aún no ha llegado a manos de la prensa ni de los usuarios, así que por el momento no hay pruebas reales. Sin embargo, sí que sabemos que en ordenadores portátiles el Core Ultra 7 155H con gráfica integrada Intel Arc ha conseguido igualarse con los AMD Ryzen con la Radeon 780M integrada, e incluso superarlos en algunos juegos. Por lo tanto, la experiencia debería ser parecida sobre el papel, a falta de pruebas reales con la refrigeración integrada por MSI.
El resto del hardware de la MSI Claw también merece mención, especialmente su pantalla de frecuencia variable de hasta 120 Hz, que podrá bajar a hasta 48 Hz para evitar el efecto de ‘pantalla partida’ que ocurre en algunos juegos cuando la tasa de frames no se sincroniza perfectamente con la frecuencia de la pantalla. Eso debería traducirse en una experiencia muy fluida y agradable a la vista. Sabremos más cuando la MSI Claw llegue al mercado durante el primer trimestre del año.