Montaje fotográfico con la radio ICOM IC-V82 y un incendio provocado por una explosión en el Líbano

Montaje fotográfico con la radio ICOM IC-V82 y un incendio provocado por una explosión en el Líbano El Androide Libre

Noticias y novedades

Así se convirtió la radio ICOM IC-V82 en una bomba invisible en pleno corazón de Hezbolá

El uso de dispositivos 'viejos' no ha salvado a los integrantes de Hezbolá, que han sufrido una segunda oleada de explosiones.

19 septiembre, 2024 02:42

El Líbano aún no se había recuperado de la conmoción provocada por la explosión repentina de miles de 'buscas' durante el día de ayer, y sus ciudadanos ya tienen que sospechar de más dispositivos capaces de detonar en cualquier momento. La situación se acerca a la psicosis general, al no conocerse aún el verdadero alcance de la operación, que Hezbolá atribuye al ejército israelí.

Según el Ministerio de Sanidad del Líbano, al menos nueve personas han fallecido y más de 300 han resultado heridas como resultado de la segunda oleada de explosiones localizadas, una cifra que podría aumentar con el paso de las horas; se suman a los 12 muertos y 2.800 heridos como resultado del ataque inicial con los 'buscas'. Aunque las explosiones no son especialmente potentes, son suficientes para provocar heridas mortales, especialmente si el usuario tenía el dispositivo guardado cerca de órganos vitales, además de incendios.

Lo chocante es que no se trata de una repetición de las explosiones de 'buscas'; de hecho, el gobierno pidió a la población que se deshiciese de esos dispositivos. Lo realmente impactante de la situación es que, en esta ocasión, son dispositivos diferentes los que han explotado; peor aún, la variedad de aparatos parece ser mayor. Los 'walkie-talkies' y las radios personales parecen ser los nuevos objetivos, pero también hay informes que hablan de dispositivos que no tienen nada que ver con las comunicaciones personales, como lectores de huellas dactilares o sistemas de carga solar. 

El miedo a la tecnología

Es difícil distinguir estos informes del pánico general que se vive en Líbano, y el miedo a la tecnología que están provocando estas explosiones. La gran pregunta es qué es lo que va a explotar a continuación. ¿Los teléfonos móviles? ¿Los ordenadores? ¿Las radios de los coches? Es posible que este sea el final de la operación, o puede que sea sólo el principio. Nadie lo sabe.

Las primeras informaciones no ayudaron a eliminar este miedo. Tal vez sin querer, representantes de Hezbolá atribuyeron capacidades increíbles a su enemigo, al intentar explicar cómo los 'buscas' habían explotado. Se hablaba de un ataque hacker, que había tomado el control de los servidores para enviar un mensaje cifrado a los 'buscas' que hacía que la batería explotase. Estas declaraciones desencadenaron una locura, con las búsquedas sobre 'busca' disparándose en España en las últimas 24 horas, según Google Trends.

El análisis más reciente de los restos de los dispositivos ha descartado ese tipo de ataque, por otro más básico, pero al mismo tiempo, más inteligente. Todos los 'buscas' que explotaron formaban parte del mismo envío, que habría sido interceptado por los responsables del ataque; los 'buscas' habrían sido modificados con una placa capaz de recibir mensajes y ser activada con un código, que es la que habría provocado la explosión, o bien de la batería, o bien de un pequeño explosivo incluido.

Pero los 'buscas' no serían los únicos dispositivos que venían en el mismo encargo. Fuentes de Reuters han confirmado que los dispositivos de la segunda oleada, las radios y los 'walkie-talkies', fueron comprados por el grupo Hezbolá al mismo tiempo que los 'buscas', y por lo tanto, es lógico que hayan sido comprometidos de la misma manera.

Radios convertidas en bombas

Las fotografías publicadas en redes sociales muestran los restos de dispositivos de la marca ICOM, un fabricante japonés especializado en comunicaciones de radio y teléfono. Sin embargo, el modelo IC-V82, que parece ser el principal afectado, terminó su producción hace años. Eso significa que no hay una manera sencilla de obtener cientos o miles de unidades del dispositivo, ni mucho menos directamente del fabricante.

Hay dos posibilidades de cómo Hezbolá ha obtenido dispositivos tan antiguos y abandonados por su fabricante. Por una parte, puede que las radios obtenidas por Hezbolá hayan sido unidades de 'stock', que habrían permanecido en almacenes durante al menos una década hasta ser vendidas. Pero más interesante es la explicación de que estos dispositivos 'desfasados' se siguen fabricando, a veces de manera ilegal.

Algunos de los 'buscas' de Gold Apollo como los que explotaron en el Líbano.

Algunos de los 'buscas' de Gold Apollo como los que explotaron en el Líbano. Reuters

No es una teoría descabellada, y de hecho, eso es justo lo que ocurrió con los 'buscas'. Todos los dispositivos que explotaron el día de ayer pertenecían todos al mismo modelo, el AP924 del fabricante taiwanés Gold Apollo; sin embargo, la compañía ha publicado un comunicado en el que aclara que no ha sido la responsable de fabricar estos dispositivos.

Según Gold Apollo, aunque los 'buscas' llevan su marca y la frase "Hecho en Taiwán", en realidad fueron fabricados en Europa a través de una subcontrata en Hungría. Aproximadamente 5.000 'buscas' habrían sido producidos de esta manera y enviados directamente al Líbano; la compañía ha reconocido que los dispositivos no tienen componentes originales, sino 'obtenidos de terceros'.

Esto explicaría la manera en la que los dispositivos han sido modificados; en vez de interceptar el envío durante el transporte, la instalación de la placa y el posible explosivo se habría realizado directamente en la fábrica. En declaraciones a The New York Times, el gobierno húngaro se ha distanciado de esta posibilidad, afirmando que el supuesto fabricante está registrado como un "intermediario comercial" sin fábricas ni sitios operacionales en Hungría.

'Marcas zombi' que viven de Hezbolá

Aunque ya no son tan populares como lo fueron en su día, los 'buscas', radios y 'walkie-talkies' continúan en producción y se pueden comprar en tiendas 'online'; sin embargo, los aficionados suelen desconfiar de productos que se hacen pasar por modelos clásicos, o que usan marcas que llevan años sin lanzar un producto nuevo.

Este tipo de 'marcas zombi' son cada vez más habituales. El mercado tecnológico es diferente al resto, porque siempre es cambiante, y eso obliga a las compañías a evolucionar con él. Eso puede suponer cambiar el logotipo, el diseño de los productos, o incluso el sector comercial. En ocasiones, supone abandonar completamente un tipo de producto para centrarse en otro completamente nuevo, de la misma manera que Nokia abandonó los móviles 'ladrillo' para pasarse a los smartphones.

Sin embargo, la demanda por los productos antiguos nunca desaparece completamente, aunque no suele ser lo suficientemente grande como para justificar la inversión para la compañía original. Ahí es donde entran los fabricantes de marcas falsas o de imitaciones, que continúan la producción del producto, la mayoría de las ocasiones sin permiso de los creadores originales.

Radio ICOM IC-V82

Radio ICOM IC-V82 ICOM El Androide Libre

Ese parece ser el caso de las radios que han explotado en Líbano. Entre las fotos publicadas en redes sociales, se encuentra una que muestra el número de modelo del dispositivo, IC-V82 y su fecha de producción: julio de 2022. Eso demuestra que estos dispositivos no son originales, ya que ICOM terminó la producción del IC-V82 en el año 2008, y lo descatalogó a finales de la década de los 2000. Por lo tanto, todo indica que el fabricante de los dispositivos que han explotado es una de estas marcas falsas que usan el mismo diseño, posiblemente copiado del modelo original.

Aunque estas marcas falsas pueden ser la salvación para muchos usuarios que dependen de un tipo de dispositivo específico que ya no se fabrica (como los 'buscas'), también han sido la salvación, y ahora perdición, de Hezbolá.

Los miembros del grupo evitan a toda costa el uso de smartphones modernos, ya que temen sus capacidades de geolocalización; si son hackeados, su propio móvil puede indicar la posición exacta en la que se encuentran, lo que facilita enormemente un ataque dirigido.

Este miedo a la tecnología moderna ha llevado a los miembros de Hezbolá a depender de tecnología que hoy en día se considera 'obsoleta' y 'desfasada', pero que sigue cumpliendo su función. En el caso de los 'buscas', el usuario puede recibir un aviso que le indique que debe llamar a un número concreto con un teléfono cercano. Y los 'walkie-talkies' y las radios ofrecen comunicación directa y relativamente fiable, siempre y cuando se encuentre en el rango.