La ley contra las IPTV para ver fútbol gratis no le gusta a nadie: hasta Google avisa del "riesgo" que tiene
- Las nuevas enmiendas a la ley italiana contra la piratería introducen el bloqueo de páginas inocentes y el espionaje masivo en Internet.
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La semana pasada, el senado italiano aprobó un nuevo golpe contra las IPTV, en forma de unas enmiendas a la ley contra la piratería presentada por el gobierno hace ya un año, y que pueden cambiar Internet para siempre. Pero a diferencia de la ley original, estas enmiendas no han sido celebradas por todos los implicados, más bien al contrario: por primera vez, el gobierno y AGCOM, el máximo regulador de telecomunicaciones, están recibiendo duras críticas del sector tecnológico que estará obligado a ejecutar la ley, bajo pena de cárcel.
La primera reacción negativa fue la de Giovanni Zorzoni, presidente de la asociación de proveedores de Internet, que definió las enmiendas como "Una iniciativa irresponsable que, con el único interés del 'lobby' del fútbol, pisotea a los operadores y al ecosistema de Internet". Para Zorzoni, la nueva versión de la ley es incluso una "traición" contra las operadoras, que apoyaron la ley original y se reunieron con AGCOM para dar su punto de vista sobre cómo luchar contra la piratería; unas sugerencias que fueron descartadas en favor de las de Claudio Lotito, presidente de la Serie A y el senador que introdujo el texto con las enmiendas en el senado italiano.
Hace un año, el gobierno italiano introdujo el Piracy Shield, un sistema por el que los propietarios de los derechos del fútbol pueden ordenar a las teleoperadoras que ejecuten un bloqueo a un servicio ilegal en sólo 30 minutos. Eso obligó a las compañías a invertir una gran cantidad de dinero para cumplir ese plazo, y la nueva versión de la ley traerá nuevos gastos.
Zorzoni también ha sonado la alarma por la enmienda que otorga un escudo legal a los propietarios de los derechos y a las teleoperadoras para bloquear páginas inocentes; algo que ya ha ocurrido con el Piracy Shield por la manera en la que funciona. Zorzoni ha revelado que, con el nuevo texto, las páginas que son legítimas pero que "accidentalmente" se pueden usar para la transmisión de fútbol pirata también deben ser bloqueadas y denunciadas; como por ejemplo, redes sociales. Uno de los pioneros de Internet en Italia, Matteo Fici, ha advertido que esto "pone la transición digital en Italia en riesgo" al afectar a operadores de varios tipos, según TorrentFreak; la nueva ley pone el punto de mira en los servicios de VPN y DNS, que también estarán obligados a bloquear páginas piratas, con pena de cárcel si no lo hacen.
Hasta Google ha dado su opinión sobre la nueva ley, aunque de manera indirecta. Hasta ahora, el gigante de Internet ha evitado pronunciarse públicamente sobre Piracy Shield y otras medidas como las multas por ver IPTV; aunque sí que ha tenido reuniones privadas con AGCOM para alegar que la ley no le aplicaba y no tenía que bloquear páginas en la búsqueda en 30 minutos como las operadoras.
Las nuevas enmiendas 'solucionan' esto, y Google ahora sí que tendrá que participar en la lucha contra la piratería, aunque eso suponga bloquear la justicia italiana a base de denuncias. Y es que Diego Ciulli, jefe de asuntos gubernamentales y política pública de Google Italia, ha revelado que la nueva ley obligaría a la compañía a denunciar todas las vulneraciones de copyright, tanto presentes como pasadas, en el mismo momento en el que son "conscientes" de ellas. Para Google, eso supondría denunciar nada menos que 9.756.931.770 instancias.
En palabras de Ciulli, "El senado nos está pidiendo que inundemos a las autoridades judiciales con casi 10.000 millones de direcciones, y nos mete en prisión si nos falta sólo una". Si la ley no cambia, afirma que hará lo contrario de lo que se suponía que iba a hacer: quitará recursos en la lucha contra la piratería, que tendrán que ser dedicados a enviar direcciones al juzgado una tras otra.
Por el momento, aún queda tiempo para que las enmiendas sean modificadas, o incluso denegadas; el texto aún tiene que pasar por el congreso, y estas declaraciones pretenden convencer a los congresistas, pero la cuestión es si estos siquiera tendrán la oportunidad de debatir el texto.