En un país como España vivir sin smartphone se está convirtiendo en algo realmente difícil, en el caso de que alguien quisiera hacer algo así. Se han integrado tanto en nuestra vida que nos resulta una herramienta imprescindible para comunicarnos, ligar, estudiar o trabajar.
Esto hace que, cuando un terminal deja de dar la experiencia que originalmente proporcionaba el cambio a otro modelo sea instantáneo. Eso sí, el incremento de los precios en prácticamente todas las marcas hace que cada vez se cambie menos de móvil y que cada vez se gaste más.
La última en subir de forma notable los precios ha sido Google, que acaba de presentar los Pixel 8 y Pixel 8 Pro en España a unos precios de 799 euros para el pequeño y 1.009 euros para el modelo Pro. Supone un salto de 150 euros en cada modelo, algo que no se había visto en esta empresa y que destaca más teniendo en cuenta que el año pasado mantuvo los precios de la generación anterior. Pero viene con un as en la manga: promete que te durará 7 años.
Un móvil para 7 años
En el evento de presentación de los nuevos móviles Google ha confirmado lo que se venía rumoreando desde hace unas semanas: sus móviles serán los que más actualizaciones de software tengan del mundo. Los Pixel 8 y 8 Pro tendrá nada menos que 7 años de actualizaciones de Android, yendo de Android 14 a Android 21 en 2030.
Durante esos siete años se realizarán las actualizaciones anuales del sistema, que llegan normalmente a finales de verano o principios de octubre, pero también las actualizaciones de parches de seguridad con una frecuencia mayor y las Feature Updates, que permiten a los dispositivos de Google tener nuevas funciones sin tener que esperar a la renovación anual del sistema.
Esto convierte a los modelos de Google en los más longevos en lo que a software se refiere, batiendo por mucho al que hasta ahora era la referencia de Android, Samsung. Incluso Apple queda por detrás en esta peculiar lucha, ya que este año los iPhone 8 lanzados en 2017 se han quedado fuera de la actualización a iOS 17, aunque se antoja más complicado que los usuarios de iOS se pasen a Android por ello.
Mirando a Samsung y Xiaomi
Esta subida de precios de Google ha venido justo en un momento en el que sus dos principales rivales dentro del ecosistema Android, Samsung y Xiaomi, han anunciado sus terminales de gama alta económicos, los Xiaomi 13T Series y Samsung Galaxy S23 FE. Estos dos modelos vienen a ofrecer una experiencia de gama alta, sin alardes, a aquellos que no quieren pagar los más de 1000 euros que piden muchas empresas por los modelos de gama alta.
Así, el Pixel 8 se encuentra de pronto peleando con el Xiaomi 13T que cuesta 150 euros menos en España y con el Samsung Galaxy S23 FE, que parte de los 599 dólares en Estados Unidos y que en España, aunque cueste algo más, estará por debajo de la barrera de los 799 euros que cuesta el móvil de Google. El móvil de Google cuesta en Estados Unidos 699 dólares.
Esto hace que el móvil de Google sea el más caro de los tres, pero no es eso lo que más extraña, sino que lo hace siendo una marca mucho menos conocida para el gran público. Los compradores de a pie conocen las marcas más importantes y, con suerte, algunas de las que se venden en las operadoras móviles. Por eso los fabricantes ven importante posicionarse en el catálogo de las telecos.
Google está olvidándose del factor precio como un elemento a considerar para elegir un Pixel sobre otra marca, y lo apuesta todo a su buen hacer con el hardware pero, sobre todo, con el software. Y es ahí donde la compañía ha mostrado músculo realizando un anuncio que hace que hasta Apple se haya quedado algo atrás en lo que actualizaciones de software se refiere.
Dos perfiles diferentes
Este cambio de dinámica que Google mete en el mercado quizás explique parcialmente el incremento de precio de los móviles. Los equipos de desarrollo tienen que ser conscientes de que mantener las actualizaciones de móviles durante ese tiempo implica un coste extra, y eso se puede ver repercutido en el precio de los smartphones.
Además, que da otra cuestión. Se tiende a pensar que todos los usuarios valoran las actualizaciones de software y desean nuevas funciones, pero la realidad no es esa. La realidad es que hay muchas personas que posponen durante meses una actualización y que, si pueden, la descartan. El cambio de sistema operativo, las nuevas características, son cosas que importan a un nicho muy concreto de usuarios, justo el que ni en broma va a estar 7 años con el mismo teléfono.
Es por eso por lo que se da la paradoja de que Google está ofreciendo en sus Pixel una característica que valorará, sobre todo, el que cambie mucho de móvil. Y ese será el que no le saque mucho partido. Con todo, Google siempre puede hacer que sus móviles sean mucho más populares, convirtiendo la marca en un jugador de primer nivel, algo que quizás logre en ciertos países, como Japón, pero que en otros como España tiene lejos.
Ahora queda por ver si Samsung y Xiaomi responden a este órdago de Google subiendo los años de actualización de sus modelos. Además, es más importante que nunca cuidar los móviles para que duren lo máximo posible, sobre todo si se quiere exprimir al máximo la política de actualizaciones.