Android visto desde fuera de Google: Kindle Fire y GridOS

En muchas ocaciones os hemos hablado de las grandes posibilidades de modificación de Android al tratarse de un sistema semi abierto. Desde el más mínimo cambio en la interfaz, hasta la modificación del teclado, el lanzador e incluso rediseños casi completos de la estética en roms como MIUI. Aún en ese caso, al tener un teléfono o tablet en la mano, se sigue reconociendo a primera vista el sistema operativo que lo mueve.

Sin embargo últimamente están surgiendo versiones de Android casi irreconocibles, modificaciones tan profundas que casi pueden ser consideradas un sistema operativo nuevo o como tal se intentan presentar, son los fork de Android, proyectos que partiendo de un mismo punto toman un rumbo distinto y que por lo tanto aunque en su base siguen siendo iguales incorporan características que les diferencian y los convierten en mayor o menor medida en algo nuevo.

Kindle Fire

Ayer os contábamos que por fin se hacía oficial la tablet con la que Amazon intentará dar el golpe en la mesa a base de bajo precio y ajustadas características de la misma forma que lo ha hecho en el mercado de libros electrónicos (aunque en los eReaders se le puede considerar un pionero mientras que en las tablets llega a un mercado copado por pesos pesados).

El sistema operativo elegido por Amazon para su primera tablet, aunque cueste reconocerlo, se trata de Android Gingerbread (2.3), o mejor dicho es un sistema operativo que parte de esa versión pero que evoluciona para adaptarse a lo que entiende Amazon que debe ofrecer en sus dispositivos para que se integren en el completo ecosistema que han creado.

Así pues nos encontramos con todos los servicios de Amazon imaginables incluídos por defecto en este sistema y a la vez se echan en falta otros habituales en los dispositivos Android que conocemos. No hay acceso al Market Android que ha sido sustituído por el propio Market de Amazon.

La interfaz por supuesto busca como en otros dispositivos de Amazon la sencillez a la hora de acceder a su tienda y potenciar las posibilidades multimedia. Es decir, es una tablet y un sistema operativo pensado para consumir libros, música, películas y juegos y poder sincronizarlos con el resto de dispositivos de Amazon.

Si quereis más información y un vídeo del Kindle Fire podeis echar un vistazo al artículo que dedicamos a su presentación.

GridOS, la apuesta de Fusion Garage

Hace también poco más de una semana os hablábamos de Grid10, la tablet de Fusion Garage que usando como base Android incorporaba un nuevo sistema operativo llamado GridOS (también incluído en Grid4, su particular versión de los smartphones).

El rumbo tomado para este sistema operativo hace casi imposible saber que se ha desarrollado a partir del kernel Android, creando una interfaz totalmente nueva enfocada a su manejo sólo por gestos y buscando en principio una sencillez aún mayor.

Como bien comentaba nuestro compañero Danny en cierto sentido algunas imágenes o modo de manejo pueden traer a la cabeza recuerdos de lo visto en el nuevo Windows 8 adaptado sobre Android lo que puede resultar en una buena combinación sin embargo al igual que la tablet de Amazon también tiene sus puntos negativos como no poder acceder al Market oficial de Android y verse «limitada» al Market de Amazon.

Con sólo dos productos en el mercado (si contamos con Grid4) el éxito de este sistema operativo dependerá más bien de si el atractivo precio de la tablet (WiFi por 299€ y en el WiFi+3G por 399€) consigue atraer a los suficientes compradores para que el proyecto tenga continuación.

Por otro lado está la cuestión de las actualizaciones, algo que (en principio) no me preocupa por parte de Amazon y que sin embargo despierta en mí alguna duda en el caso de GridOS aunque espero que sean infundadas.

Tienes más información sobre GridOS tanto en el artículo dedicado a la tablet como a sus dos dispositivos.

Baidu YI, el Android del gigante asiático

A nadie se le escapa ya, o no debería, el cada vez mayor poder de China en el mercado mundial incluso cuando todavía sus productos sigan muy pocas veces trascendiendo más allá de sus fronteras. Mientras algunos siguen pensando que se limitan exclusivamente a las copias tenemos ejemplos de productos como el Xiaomi M1 o un futuro posible teléfono de cuatro núcleos de Meizu que harían temblar a más de un fabricante de los asentados en occidente.

Así mismo, ya sólo con el número de usuarios que puede llegar a tener una empresa sin cruzar la Gran Muralla nos podemos encontrar con gigantes como Baidu que dominan el mercado sin ningún tipo de discusión y también sin permitir injerencias externas.

Por ello no extraña que en su afán de dominar por completo el mercado extendiendo su ecosistema Baidu haya optado por crear su propio sistema operativo, de nuevo a partir de Android pero en esta ocasión mucho más reconocible lo que le ha valido recibir en muchas ocasiones el apelativo de simple copia (a mí me recuerda el rediseño de Android para MIUI).

Sin embargo este sistema operativo está orientado de la misma forma que hace Amazon con el suyo a formar  un todo en uno con sus servicios, incluyendo en el caso de Baidu la integración total con su buscador (por algo le llaman el «Google chino»), su propia tienda de aplicaciones e incluso su propia red social.

Teneis más información sobre Baidu YI en el artículo que le dedicamos en su presentación.

Android no sólo tiene nombre de postre

Está claro que si apreciamos la libertad que otorga Android a los desarrolladores veremos en un futuro más y más proyectos que partiendo de la misma base busquen dar su propia visión de como debe ser un sistema operativo portátil o quizás incluso uno también pensado para ordenadores.

Por un lado la aparición de estos sistemas puede ser considerada como una pieza más en la confusión para el usuario final al existir cada vez más opciones con sus limitaciones y sus características únicas; y siempre resulta deseable en estos casos el poder unir en una única rama las mejores características que hayan ido surgiendo. Pero también deberíamos ser conscientes de que esta variedad de versiones y desarrollos es la que muchas veces permite esa libertad para el nacimiento de nuevas funciones que después puedan ser portadas al resto de ramas como ha pasado con ejemplos tan claros como Linux.

Será el tiempo el que finalmente decida el destino de cada uno, y quien sabe, quizás un día una nueva versión a partir de Android sea la que se convierta en referencia, algo que quizás ahora no parece posible pero que tampoco nadie podía haberlo imaginado en el caso de Open Office y Libre Office.