La cuenta de Google facilita el registro en aplicaciones y juegos, pero también tiene su lado problemático: dejamos el acceso abierto para lo que quieran esas apps. Protégete de las más dudosas.
La cuenta de Google es un cajón de sastre donde se acumulan gran cantidad de servicios, accesos, registros, búsquedas realizadas, localizaciones… Conviene mantenerla en orden porque nos jugamos la privacidad y nuestra propia seguridad. Por ejemplo, con los accesos a la cuenta por parte de las aplicaciones. ¿Cuántas de ellas tienes registradas?
Cuando le damos permiso a una aplicación para que acceda a la cuenta de Google le dejamos que tome de ella ciertos datos y que, dependiendo de los permisos, interactúe con distintos elementos de la cuenta. Esto es útil de manera puntual, pero puede darse el caso de que la aplicación o servicio cambie de intenciones en un futuro y nos meta con ello en problemas: dado que le dimos permiso en su momento, podría tomar más información de la que necesitaba.
¿Quieres saber cómo ver qué aplicaciones y servicios tienen acceso a tu cuenta de Google y cómo eliminar los que ya no necesites? Ahora mismo te enseñamos a hacerlo.
Controla qué aplicaciones siguen teniendo acceso a tus datos
Es recomendable realizar estos pasos con frecuencia ya que nunca sabemos cómo cambiarán los servicios en el futuro. No será la primera vez que vemos cambios que afectan a la seguridad de los usuarios; y que la aplicación mantenga el acceso a la cuenta de Google implicará una puerta abierta a aspectos que quizá no queramos compartir.
Google guarda absolutamente todo lo que hacemos, para bien y para mal. Lo bueno es que podemos acceder a la mayor parte de esos registros y editarlos, como sucede con los accesos de las aplicaciones:
- Pulsa sobre este enlace para ver qué aplicaciones tienen acceso a tu cuenta de Google. Funciona tanto en móvil como en web.
- Inspecciona la lista de aplicaciones y servicios. Si accedes a cualquiera de ellos verás la fecha en la que lo autorizaste y también los permisos que tiene.
- La recomendación es que elimines todas las aplicaciones que ya no utilices. También aquellas que sean más dudosas.
Lo habitual es que no pongamos el ojo en estos aspectos clave de nuestra privacidad. El riesgo es alto en aquellas aplicaciones y servicios que son susceptibles de cambiar en un futuro. Y si les dimos acceso en su momento seguirán conservando la barra libre y sin que nos demos cuenta de ello; siempre dependiendo de para qué les dimos acceso, claro.