Ya sean móviles con resistencia al agua o sin ella, habrás comprobado que una pantalla táctil no funciona cuando tiene gotas de agua encima o se sumerge. ¿Por qué?
Los móviles resistentes al agua no son demasiado comunes, aunque sí bastante populares. Igual que los relojes o smartwatch: pueden sumergirse o salpicarse sin que te dé un vuelco el corazón. Aunque eso sí, la respuesta táctil es deficiente en cuanto las pantallas se mojan, ya equipen o no un móvil con resistencia a los elementos. ¿Por qué? Por la propia respuesta táctil.
El agua reacciona con la pantalla igual que los dedos
Las pantallas que equipan los smartphones son capacitivas. Este tipo de paneles se popularizaron gracias a que ofrecen una respuesta más cómoda y fiel al tacto de los dedos. La razón se esconde en el funcionamiento de la propia pantalla:
Los dedos provocan una distorsión en el campo eléctrico de una pantalla capacitiva. Como el cuerpo conduce la electricidad, el panel capta los puntos donde los dedos tocan la superficie reaccionando a los toques y resto de acciones.
Así es cómo funciona a nivel básico una pantalla capacitiva: en lugar de responder ante la presión, como haría una pantalla resistiva, reacciona ante la cercanía de aquello que interfiera en su campo eléctrico. Los dedos y también el agua.
El agua tiene disueltos distintos minerales, por lo que también es conductora de la electricidad. De ahí que cuando le caiga una gota de agua, la pantalla interprete que la está tocando un dedo.
Habrás experimentado toques fantasma cuando, al usar el móvil mientras llovía, le caían gotas a la pantalla de un tamaño lo suficientemente grande como para hacerse pasar por un dedo. Y en el caso de que el móvil sea sumergible y quieras usarlo debajo del agua, te habrás frustrado al intentarlo: es imposible usar un móvil sumergido utilizando sólo la pantalla.
Cuando está sumergido, la pantalla deja de funcionar al colapsarse el sensor multitáctil
Las pantallas móviles son multitáctiles. Esto es, son capaces de detectar varios dedos a la vez cuando utilizan el panel táctil. Para hacer zoom en una foto usamos dos, por ejemplo; y podremos usar más hasta el límite de la propia pantalla (es habitual que detecten hasta 10 dedos de manera simultánea).
En el caso de que sumerjamos el teléfono, el agua tocará la pantalla en toda su superficie. Debido a esto, el digitalizador será incapaz de darle preferencia a los toques concretos, por lo que queda inutilizado.
Aunque un móvil pueda sumergirse, eso no significa que se pueda utilizar la pantalla debajo del agua, como hemos visto. Los Sony pueden sacar fotos utilizando el botón directo de cámara o los de volumen. Este ajuste también es muy útil en el resto de móviles sumergibles: la fotografía acuática es una de las mejores virtudes de un smartphone resistente al agua. Siempre con moderación: cuanto menos se sumerja un agua mejor.