Quedan nueve días para que el público regrese al Santiago Bernabéu, así como el Real Madrid, que volverá a jugar un partido de fútbol 559 días después de la última vez que se vio un balón rodar en este lugar. Será durante la visita del Celta de Vigo al coliseo blanco el sábado 11 de septiembre a las 16:15 horas. Mientras, siguen los últimos movimientos en las obras para que todo esté en órden y que en el recinto se pueda disputar un encuentro sin problemas.
Este viernes se ha producido al izado de la cercha número cuatro, la última que faltaba para configurar la estructura que hará de esqueleto de la nueva cúpula del coliseo. El procedimiento se ha realizado sin problemas y en el tiempo previsto. Con ella izada, se procederá al arriostramiento del conjunto de cubierta oeste y se trasladará mediante cadenas a posición definitiva. Con este movimiento, se cerrará prácticamente una etapa trascendental para la reforma.
El siguiente paso será la limpieza de esta zona. Lo primero es proceder a la demolición parcial de la plataforma auxiliar del lateral del paseo de la Castellana sobre la que se han ido construyendo las cuatro megacerchas longitudinales. Sobre lo que quede de la plataforma y la que se está construyendo pegada a la fachada, se construirá la viga museo en la que se apoyará la ampliación de los forjados de los niveles del lateral oeste.
El trabajo seguirá siendo intenso de aquí al 12 de septiembre, después de que los blancos ganasen un día más disponible tras el lío de las selecciones. El fútbol se volverá a colar entre las obras, que no pararán durante la temporada, pero sí se amoldarán al calendario para permitir que el aficionado madridista presencie los partidos y el club pueda hacer caja con las entradas. Será un alivio para las cuentas y no tiene por qué ser un freno para los trabajos de remodelación del estadio.
Qué más queda
El verde todavía no luce en el centro del estadio, pero lo empezará a hacer dentro de muy poco. Los trabajos para su instalación ya se han iniciado una vez que se cerró la tapa del futuro césped retráctil. Es un proceso más complejo que el de años anteriores, ya que no se podrá desplegar de una vez sino que irá por partes mientras se llevan a cabo otros trabajos de las obras. El césped será provisional esta temporada y el próximo verano se acabará de dejar todo listo para el nuevo.
Los operarios también trabajan en colocar asientos en aquellas partes del estadio en los que tuvieron que ser levantados, como la grada alta del lateral oeste, la grada del box central y la grada baja este a ambos lados de la nueva grada abatible, que también contará con asientos. Serán también provisionales, ya que todavía se desconoce el diseño y color que tendrán los asientos definitivos para el nuevo Bernabéu. En nueve días, el balón estará rodando y el Real Madrid regresará a su casa.
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