Sergio Llull lo volvió a hacer. El base de Mahón recibió el saque de fondo de Gustavo Ayón, y en menos de tres segundos, fue capaz de armar el brazo y de apuntar a tablero para anotar un triple sobre la bocina y desde su campo. Una canasta con ADN de Llull que acercó al Madrid en el marcador del descanso ante Fuenlabrada.
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