De nuevo Taylor consiguió levantar a la afición merengue. En los primeros compases del partido realizaba un corte que veía Ayón y finalizó en un mate para intimidar al equipo rival. El sueco volvió a demostrar que en esta eliminatoria tiene decidido que va a ir con todo a la canasta y va a ser un jugador difícil de parar. El hombre exterior del Real Madrid siguió castigando a Darussafaka con canastas en lugares que quizás los rivales no le esperan. Taylor está más motivado que nunca.
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