Campazzo salva la primera vida

Con sorpresa comenzó el Real Madrid su Copa del Rey. Laso quiso experimentar y poco le duró el quinteto en cuestión en la pista. Apenas dos minutos pasaron para que el técnico merengue metiese a Tavares a pista y quitase el calificativo de "pequeño" al plantel merengue. La igualdad fue máxima y las idas y venidas continuas. (Así vivimos el partido en directo).

La principal arma blanca vino por la izquierda. Causeur castigaba con su mano buena y rompía una y otra vez la defensa de Unicaja. Pero, aunque Nedovic no lograba enchufarse, sus escuderos si lo hacían. McCallum y Dani Díez daban el callo y llegaban a poner a los de Plaza por delante. Hasta que el pívot caboverdiano merengue logró hacerse un hueco en la pintura y recuperó las sensaciones. Con variaciones en el marcador, llegó Sasu Salin a romper el ritmo. Le buscaron y le encontraron en el perímetro. Un triplazo de Causeur sobre la bocina ponía el 23-26 y evitaba una ventaja mayor para el cuadro malacitano.

Pero fue el segundo cuarto el que más controversia tuvo. Cuando parecía que el Madrid rompía con un parcial de 5-0, llegaba una respuesta aún mayor desde el bando rival. Unicaja no fallaba en el triple y el cuadro merengue se atascaba en ataque. Un cúmulo de situaciones que se plasmaron en un pésimo parcial de 3-20. Waczynski y Suárez, los principales artilleros. Todo eso no fue suficiente para achantar al Madrid. Situaciones complicadas que gustan en las filas madridistas. Doncic rompía el parcial y la dupla Campazzo - Tavares se desataba. El argentino demostró por qué es de los mejores del campeonato en su posición con un triple, penetración y asistencias de carácter. El 7-0 llegaba a favor del Madrid y el marcador se ajustaba. 46-45 y el equipo de Laso reaccionaba en los últimos minutos para evitar un descalabro.

TODO PARA EL FINAL

De la locura de la primera mitad se pasó a un tercer cuarto lento, trabado por las faltas y con la anotación más baja hasta el momento. Y eso que Salin y Súarez repitieron desde el triple. Sin defensa y con Thompkins cargado, Unicaja tomaba una vez más la delantera con tres puntos de distancia. Entonces apareció ese acierto merengue en el perímetro para replicar a los malagueños, esta vez con el propio Thompkins con el que Laso arriesgaba y con Causeur. En esa dinámica los tiros libres pasaron a ser la fuente de anotación habitual y el 64-66 final lo reflejaba. 18-21 de parcial con muy poca intensidad con respecto a los minutos anteriores.

CAMPAZZO REGENERA LAS IDEAS

El argentino fue el líder, el héroe y el alma de Madrid. Trajo la reacción del equipo en el momento clave rompiendo la defensa rival cuando las muñecas más se encogían. Cinco minutos para el final y 70-77. Tocaba remar y Campazzo lo hizo. Le ayudó Rudy Fernández. Cinco puntos seguidos, sobre todo un palmeo vital, daban al Madrid la vida para llegar luchando al final. Unicaja cedía el balón a Suárez y se olvidaba de su más de 50% de acierto en triples. Mientras, el Madrid utilizaba el tiempo y se marchaba a la personal como consecuencia de la carga de faltas de ambos equipos. Con un triplazo Nedovic volvió a meter miedo (86-84), pero una gran defensa de Campazzo, con polémica incluida por posible falta al serbio, terminó por decidir. El Madrid luchó y supo sufrir. Campazzo salvó la primera vida.

REAL MADRID 89-84 UNICAJA

Real Madrid: Campazzo (18), Doncic (11), Causeur (12), Taylor (3), Thompkins (14) -cinco inicial- Carroll (3), Maciullis (-), Rudy (11), Randle (0), Reyes (2), Tavares (8), Randolph (7).

Entrenador: Pablo Laso.

Unicaja: Nedovic (11), Díez (10), McCallum (10), Brooks (8), Augustine (2) -cinco inicial- Okouo (-), Salin (9), Shermadini (5), Waczynski (15), Suárez (17), Díaz (3).

Entrenador: Joan Plaza.

Árbitros: Martín Bertrán, Peruga, Castillo.

Parciales: 26-23 | 20-22 | 18-21 | 25-18

Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey que se disputó en el pabellón Gran Canaria Arena (Gran Canaria).