Una salida de la Euroliga, amenazas con jugar en el campo de fútbol ante 70.000 personas y los líos de su presidente han copado, hasta ahora, todo el protagonismo en cuanto al Panathinaikos se refiere. En medio de la serie frente al Real Madrid, donde los blancos han recuperado el factor cancha tras lograr el 1-1 en el OAKA, el dirigente ha sido protagonista por sus polémicas.
Con la eliminatoria por decidir, los griegos, que visitarán el Wizink Center para verse las caras con los pupilos de Pablo Laso y conseguir recuperar la ventaja de campo, han vuelto a ser noticia por temas extradeportivos, aunque no ajenos al torneo que disputan: la Euroliga.
EL POR QUÉ DE LA RETENCIÓN
En esta ocasión, tal y como informa Eurohoops, el problema de los helenos reside en un supuesto impago, que esperaban percibir de la competición, cuya cifra asciende hasta los 670.000 euros. Desde el club griego consideran que se debe a la sanción impuesta al club y a Giannakopoulos, mientras que la Euroliga afirman que es una práctica habitual. Si un club ha sido sancionado, la distribución del dinero se para por completo. Cuando el Panathinaikos salde todas sus cuentas con la competición, entonces sí podrá recibir ese más de medio millón de euros que tiene pendiente de ingresar.
ASÍ ACTUARÁ LA EUROLIGA
La solución que se plantea es reducir de esa cantidad todas las multas que el presidente del conjunto griego tiene acumuladas. Tras ser sancionado por duras críticas contra la competición con la prohibición de acceder a un partido de la misma durante un año, Giannakopoulos se lo tomó a la ligera y confirmó, él mismo, que estaría presente en la cancha de su equipo para ver el enfrentamiento contra los merengues. Así fue. Ahora se expone a sanciones de 240.000 euros. Una cifra que, a buen seguro, será reducida de esos 670.000 que reclama.