La dimensión de Sergio Llull en el Real Madrid se puede entender fácilmente observando, simplemente, el recibimiento que el WiZink Center le tenía preparado para su vuelta. A falta de poco más de dos minutos para que concluyese el primer cuarto, Pablo Laso ha decidido que era el momento. La estrella madridista tenía que volver a brillar. Atrás quedaban largos meses de trabajo en la sombra, que se recogerán en un documental, donde el propio Llull narrará cómo ha ido transcurriendo, día a día, su recuperación.
Las lesiones han sido una tónica dominante que ha lastrado mucho la temporada del conjunto merengue. Pese a ello, contra todas las adversidades que han ido surgiendo, el Real Madrid ha logrado reponerse y, actualmente, está en posición de privilegio, ya que cuenta con el factor cancha a favor, tras vencer en Grecia al Panathinaikos. Esa casta y ese carácter de reponerse a los contratiempos lo encarna a la perfección la figura del '23', un jugador que cuenta con el reconocimiento de toda Europa.
LLULL ESTÁ DE VUELTA
El ostracismo ha terminado para Sergio Llull. Ya está de vuelta. Y el WiZink Center lo disfruta. Su regreso era ansiado por todo el madridismo, pero también por los aficionados al baloncesto. Las numerosas muestras de cariño que ha ido recibiendo a lo largo de todo este tiempo han tenido su culmen cuando el escolta blanco ha entrado en la pista.
Ha sido mencionar su nombre por la megafonía y los presentes no han aguantado más. Se han puesto de pie y han roto a aplaudir y jalear a uno de los jugadores más queridos por los fans del Real Madrid. Él, concentrado y sereno, se ha querido aislar de la emoción del momento y se ha limitado a dar instrucciones a sus compañeros y recibir el cariño de alguno de ellos.