El rey de Europa se apunta a la final ACB

El Madrid tenía en su mano parar la agonía. Ganar, colocar el 3-0 en la eliminatoria y pensar en la final. En un nuevo título. En la costumbre que está siguiendo el Real Madrid desde la llegada de Pablo Laso. Para ello había que sobrepasar a Herbalife. Un equipo guerrero, con la afición apoyando plenamente y con una dinámica de partido que ya había dado algún que otro susto en los dos encuentros iniciales de estas semifinales. (Así vivimos el partido en directo).

La salida era clave. Plantar cara a los pocos segundos de partido. Más si se trata de una eliminatoria como esta y además jugando de visitante. El Madrid lo hizo. 0-4 en pocos segundos de la mano de un raudo e inteligente Causeur que se veía acompañado de Doncic. El esloveno salía a la contra, machacaba y se llevaba la primera pitada de la grada. Los recuerdos de ese pique con Pablo Aguilar seguían en la retina de todos. La respuesta no tardó en llegar.

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Oliver y Rabaseda empezaron a tirar del carro canario. Aunque suela ser poco habitual, sus internadas en la pintura ponían los primeros tantos en el marcador local. Un parcial que se iría hasta el 7-0 gracias a un aplaudido 2+1 del escolta ex del Barcelona. El Madrid bajaba el ritmo y Gran Canaria se crecía. La tensión también iba en aumento y Carroll se topaba con ella. Tres faltas, una de ellas técnica, le apartaban del juego durante muchos minutos. Laso se quedaba sin su principal bombardeo en el triple. Pero el toma y daca no desapareció lo más mínimo. Báez se estrenaba en el triple, Doncic le replicaba y Llull desempolvaba su arma. Dos triplazos suyos, dos 'mandarinas', aumentaban el luminoso. Con todo ello, los de Casimiro lograron un gran 27-25 de ventaja.

El triple sería la principal fuente anotadora de ambos, sobre todo del Real Madrid, en el segundo cuarto. Rudy saltaba a pista y una vez más cambiaba el partido. Su papel había sido fundamental en los dos anteriores encuentros y el balear se iría a los 12 tantos al descanso. Ese perímetro que tanto transita no fallaba. Además, la salida de Reyes a pista otorgaba el dominio del rebote al conjunto merengue. Tavares no estaba reinando como acostumbra y el papel del capitán -que se convertía en el jugador con más partidos de la ACB- resultó vital. Sin embargo, la defensa no hacía acto de presencia. Ni en un bando ni en otro. La velocidad y acierto ofensivo -ambos conjuntos con más del 60%- estaban borrando por completo la labor atrás. Dolor de cabeza para los entrenadores pero festival para los aficionados. Oliver y Balvin potenciaban a Herbalife mientras Llull, Campazzo y Rudy trataban de sacar provecho de su calidad individual. Sin control alguno y con 50 puntos en cada casillero se llegó al descanso. Una guerra de puntos que tensaba aún más la balanza del triunfo.

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CARROLL NO PERDONA SU DESCANSO

La reanudación del tercer cuarto tuvo un protagonista único. Se le había echado en falta durante los primeros 20 minutos. El Real Madrid le necesitaba y apareció justo a tiempo. Haciendo honor al 'tercercuartismo', Carroll se contuvo tras esa acumulación de faltas en el inicio para estallar en el tercer cuarto. Desde el triple, donde le gusta. El de Wyoming no tardó en arrancar y puso al Madrid con su mejor ventaja del partido. La barrera de los diez puntos por fin se dejaba ver en el Gran Canaria Arena.

Carroll comenzaba sacando tres tiros libres. Sin error, se fue al perímetro para alargar su racha. Hasta los 15 puntos se iba en un abrir y cerrar de ojos. Casimiro lo sabía y señaló a su líder. Era el duelo de la noche. Eriksson sabía que de él dependía mantenerse vivos y los lanzamientos en el triple fueron continuos. Con aciertos del sueco, acompañado de un oportuno Aguilar, evitaban que se rompiera el partido. Incluso eliminaban esa ventaja para ponerse a apenas cinco puntos. Ahí estaba Doncic para remediarlo. El esloveno hizo de las suyas para que el Madrid dominara el cuarto. Una última canasta de Mekel dejaba un esperanzador 71-77.

REYES DEL MINUTO DE ORO

El Madrid se mueve como pez en el agua en los momentos más complicados. Cuando hay tensión. Cuando cada acción cuenta. Cuando el balón quema, ahí los de Laso tienen experiencia suficiente. Y eso que los canarios no daban su brazo a torcer. Balvin castigaba en la pintura y sacaba las faltas de la defensa merengue. El cuadro blanco, además, se encomendaba al triple ante una falta de ideas a la hora de mover el balón. Pero el bonus se acercaba poco a poco en el casillero de Herbalife y la defensa perdía posiciones.

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Además, faltó ese liderazgo necesario en tramos decisivos. Mekel no conseguía controlar el juego y Rudy le respondía con un acierto descomunal desde el triple. 79-88 con un latigazo en el 6,75 que ponía diferencias suficientes. El Madrid rozaba el triunfo y por ende la final. La valentía de Rabaseda y los triples de Báez y Eriksson retrasaban algo más el golpe definitivo. Simplemente fue ganar tiempo. Primero Llull rompería el muro rival con su velocidad que tan olvidada había quedado por su lesión. Posteriormente Taylor apareció en su esquina favorita. El triple escorado de Jeff también hizo acto de presencia en las islas para sentenciar. 92-97 que se ampliaría al 92-99. El cuadro de Goya suma una nueva final de ACB -séptima seguida- y, tras liderar en Europa, ya espera rival para España.

HERBALIFE GRAN CANARIA 92-99 REAL MADRID

Herbalife Gran Canaria:  Oliver (10), Rabaseda (12), Radicevic (4), Fischer (2), Báez (17) -cinco inicial- Eriksson (10), Mekel (4), Seeley (-), Balvin (11), Pasecniks (5), Paulí (2), Aguilar (15).

Entrenador: Luis Casimiro.

Real Madrid: Causeur (4), Doncic (11), Carroll (17), Tavares (8), Thompkins (4) -cinco inicial- Randolph (2), Rudy (21), Campazzo (2), Ayón (6), Llull (13), Taylor (5), Reyes (6)..

Entrenador: Pablo Laso.

Árbitros: Hierrezuelo, Cortés, Manuel.

Parciales: 27-25 | 23-25 | 21-29 | 21-20

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de semifinales ACB que se disputó en el pabellón Gran Canaria Arena (Gran Canaria).