Llegó el Draft y con él el golpe de realidad para el madridismo. Un día que ningún aficionado merengue quería que llegase, pero era inevitable. Luka Doncic se va de Madrid y pone rumbo a Dallas, aunque con un paso instantáneo por Atlanta. Y es que el esloveno salió elegido en el número tres por los Hawks. Una franquicia que tiene que reconstruirse desde cero y en la que gozaría de muchos minutos, pero en la que apenas conseguiría, a priori victorias. Un comienzo agridulce le esperaba al exterior. 

Sin embargo, su nueva vida NBA mejoró al momento. Después de que Adam Silver, comisionado de la NBA, anunciara que el pick de Atlanta lo ocupaba Luka Doncic, los de Georgia se pusieron a trabajar en busca de un traspaso. El esloveno vivió la misma situación que Pau Gasol en 2001, cuando le draftearon los Hawks para enviarle a Memphis. En este caso, Atlanta envió a Dallas al exmadridista a cambio de Trae Young y el pick de los Mavs del Draft de 2019.

EL EQUIPO IDÓNEO

El destino ha sido complaciente con un Luka Doncic que se vería inmerso en una tarea complicada para un rookie como es la reconstrucción completa de una franquicia NBA. La decisión de Atlanta le ha venido que ni pintada al esloveno, que irá a una equipo que fue campeón en 2011 y que pretende volver a esos fueros. 

Una franquicia en la que le espera Dirk Nowitzki. El ala-pívot alemán es uno de los mejores europeos que han pasado por la NBA. Su experiencia puede serle de mucha ayuda a Luka Doncic, con el fin de guiarle por el buen camino para que se codee con los mejores de la liga en los próximos años. De la tutela de Felipe Reyes, pasa a la del germano. Un espejo en el que mirarse que, aunque no contará con la misma cantidad de minutos que años anteriores, será primordial en la carrera de Doncic en la Liga. 

UN PROYECTO DE FUTURO

La franquicia de Mark Cuban cuenta con un futuro prometedor. En el banquillo poseen a un entrenador con una reputación más que intacta en la NBA, Rick Carlisle. Además, está acostumbrado a tratar con talentos como el del esloveno, por lo que su evolución se puede desarrollar correctamente. 

Los Mavs, además, han aunado un equipo en el que el talento joven del base Dennis Smith Jr se combina con la veteranía de Harrison Barnes. El campeón con la NBA, sin embargo, necesita dar un paso adelante para erigirse como la auténtica estrella de estos nuevos Mavericks. 

Por su parte, Smith gozó de unas oportunidades únicas el curso pasado, promediando durante toda la campaña 18,1 puntos, 4,6 rebotes y 6,2 asistencias por partido. Un jugador que puede formar un dúo letal con Luka Doncic, con vistas a dominar los próximos años en la NBA.