El domingo 30 de diciembre, la ACB vivió uno de sus partidos más vibrantes de lo que va de curso. El Baskonia recibía en el Buesa Arena al tercero en la clasificación, el Real Madrid, con ganas de revancha tras las derrotas en Euroliga y la final de la Supercopa de Santiago.

Sin embargo, la actitud del Madrid fue la de las grandes citas, y en ningún momento dio opciones a un conjunto local totalmente superado. La defensa asfixiante del primer cuarto se combinó con un gran acierto en ataque, para llevar el marcador hasta un contundente 12-26.

Walter 'Edy' Tavares, pieza fundamental del equipo blanco, definió la actuación conjunta de los de Pablo Laso tras el encuentro en la Cadena SER: "Sabíamos que era una cancha difícil, teníamos que salir a ganar y jugar un partido muy duro y lo hemos hecho".

Los blancos estuvieron concentrados durante la mayoría el choque. El Baskonia no encontraba fisuras en el sistema defensivo del técnico vitoriano del Madrid. El propio center caboverdiano fue la pieza clave de ese esquema. En múltiples ocasiones los jugadores baskonistas se vieron amedrentados por la presencia del coloso de 2,21 metros de altura.

La autocrítica como clave del éxito

Sin embargo, algo que ha hecho grande a la sección de baloncesto a lo largo de los años ha sido la autocrítica. Tavares también reconoció que todavía se pueden pulir aspectos del juego: "Siempre hay que mejorar, se nos han ido partidos por errores muy pequeños".

"Mi deseo deportivo para el 2019 es ganarlo todo", también afirmó el jugador. La realidad es que pese a las recientes derrotas, el Madrid va segundo tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga, a solo una victoria de los líderes- Barcelona y Fenerbahce-. El último partido contra los turcos se decidió, como dijo Laso, "en el cara a cruz". El objetivo parece claro: encontrar la mejor versión en abril o mayo, cuando se deciden los títulos.

[Más información: Así fue la exhibición y el doble-doble de Campazzo ante el Baskonia]