El Real Madrid viajó este domingo a Manresa, en el último partido de la primera vuelta de la fase regular de la Liga ACB, con el cartel de no hay entradas en el Nou Congost y la ilusión de conseguir una victoria que les dé el pase a la Copa del Rey. En un encuentro muy intenso, uno de los principales protagonistas iban a ser Tavares y Campazzo, que provocaría el silencio de la afición al ver una de las canastas de la jornada. Una asistencia para el pívot de Cabo Verde que acabaría en un gran mate.

El Real Madrid ha ganado en sus últimas 16 visitas al Nou Congost, y llegaba a Manresa después de una derrota en la Euroliga contra el Buducnost. Peñarroya explica que "sobre todo" su equipo se prepara para "hacer un buen partido", porque es lo único que les garantiza tener alguna opción. "A veces, haciendo un muy buen partido contra un equipo como el Madrid, dependes también de cómo estén ellos", recordó.

El gran objetivo de los blancos era cumplir la misión y seguir la estela del líder. El equipo merengue llegaba tras un viaje de muchos kilómetros, algo que pudo causar problemas físicos en los jugadores con más carga de minutos.

Ambos cuadros llegaban con bajas muy sensibles. Carroll lleva recuperándose de su lesión en el glúteo derecho desde hace una semana y se perderá el tercer encuentro de forma consecutiva. Se espera que el escolta vuelva con el equipo la próxima semana frente al Anadolu Efes. Por parte de los catalanes la duda estaba en Cady Lalanne, que si pudo despistar el choque.

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