Un Real Madrid contra el Kirolbet Baskonia siempre es un partido especial. La emoción y la tensión están siempre garantizadas y más con la clasificación de los vascos en juego. Con la gran exigencia de una doble jornada de Euroliga como lastre, ambos equipos estaban obligados a ganar para seguir con opciones de cumplir sus objetivos. [Narración y estadísticas: Kirolbet Baskonia 86-76 Real Madrid]

El mayor protagonismo antes de comenzar el choque era para las rotaciones de Pablo Laso, que dio descanso a Campazzo, Tavares y Felipe Reyes, ya que el domingo hay un nuevo partido con más importancia. El partido comenzó con un quinteto muy extraño por parte de los blancos, ya que entraba Kuzmic y Yusta de inicio. El pívot serbio volvía a disfrutar en una cancha de baloncesto y cada punto que salía de sus manos era muy celebrado por todos sus compañeros.

Los errores y las malas decisiones estaban reinando en un partido con muy poco acierto y varias pérdidas entre los dos equipos. El Madrid innovaba con una defensa zonal que molestaba al Baskonia, aunque el cuadro blanco no encontraba el ritmo y los ataques no eran rápidos ni con agresividad. Poirier aprovechó que Tavares no se había vestido para atacar a sus defensores y colocar la máxima en el marcador: 17-9. La reacción blanca llegaría de la mano de Carroll, con siete puntos en su cuenta particular. 

El segundo acto mantendría la misma dinámica. Ni los triples de Llull, ni las entradas de Ayón... el Madrid no encontraba su sitio en el partido. La entrada de Prepelic en el puesto de base dio frescura al equipo y ataques algo más pausados y elaborados. El cuadro vasco tampoco tenía su día desde más allá de la línea de 6'75 y el partido se apretaba en el ecuador de los segundos diez minutos: 30-23. 

Los blancos, con la mente puesta en el choque del próximo domingo, se mantenían en el choque gracias a varios bandazos de calidad individual. El escolta esloveno seguiría siendo el más acertado y mantendría a su equipo vivo en el partido. Tras una técnica a Marcelino Huertas por sus propuestas, la diferencia bajaría a solo tres puntos. Tras una reacción final de los visitantes, el partido se iba muy igualado al descanso: 39-36.

Un Madrid muy errático

Tras el paso por vestuarios el cuadro de Pablo Laso repitió su quinteto inicial para recuperar las buenas sensaciones y un mayor ritmo en ambos lados de la pista. Pero lejos de ello, el Baskonia aumentaba su renta y colocaba la mayor diferencia gracias a un 9-2 de parcial. El técnico vasco se mostraba muy enfadado con sus jugadores y realizaba varias rotaciones rápidas para que el partido no se escapase. 

La entrada de Thompkins y Prepelic, los más acertados, volvía a acercar a su equipo en el electrónico a falta de tres minutos para que finalizara el tercer cuarto. El conjunto local demostraría que necesitaba ganar este choque y en un gran impulso se iban con una renta de once puntos a los últimos diez minutos. 

El último acto fue lento y con un resultado que se movía entre los diez puntos a favor de los locales. La mejor noticia para el Madrid fue la entrada en la pista de Pantzar, eclipsada por la lesión de Rudy Fernández, que se iba tras doblarse su tobillo izquierdo. En un final más apretado de lo esperado, el Baskonia se iba a llevar una victoria muy importante para seguir soñando con la próxima ronda. 

Kirolbet Baskonia 86-76 Real Madrid

Kirolbet Baskonia: Huertas (12), Poirier (19), Shields (10), Vildoza (18), Voigtmann (13)- quinteto inicial - Diop (-), González (-), Hilliard (3), Jones (9), Penava (-), Sedekerskis (-). 

Real Madrid: Causeur (-), Randolph (-), Yusta (9), Llull (5), Kuzmic (8) - quinteto inicial - Ayón (4), Carroll (16), Rudy Fernández (5), Pantzar (3), Prepelic (9), Taylor (-), Thompkins (17). 

Árbitros: Matej Boltauzer, Emin Mogulkoc y Gytis Vilius. 

Parciales: 22-18 | 17-18 | 25-17 | 22-23

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Euroliga disputado en el Buesa Arena.