El Real Madrid logró una victoria de mucho mérito ante el Valencia Basket el pasado jueves. El equipo de Pablo Laso, liderado por Anthony Randolph, no dio opción al cuarto clasificado de la competición. El cuadro taronja no logró detener la embestida rival, que solo frenó su acierto en el último cuarto. Este sábado se vuelven a ver las caras en el WiZink Center. 

Un choque incluso más importante que el primero. La gran diferencia de anotación puede jugar una mala pasada en la mente de los jugadores merengues, que no encontraron oposición en el primer duelo de la serie. Una baza de la que intentará sacar el máximo provecho el conjunto de Ponsarnau, muy convencido de que sus hombres puede aportar mucho más de lo visto el pasado jueves. 

Las miradas se posarán en Randolph. El ala-pívot se sentó por última vez en el banquillo con 24 puntos, 6 rebotes y 1 asistencia para un 30 de valoración, su mejor partido en el Real Madrid. Su 6/6 en triples no encontró respuesta por parte de sus defensores. Además, encontró aliados como Taylor, Thompkins, Causeur y Llull, que se sumaron a la fiesta del triple para no dejar solo a su compañero. Nada más y nada menos que 16 aciertos desde más allá del perímetro. 

Euforia controlada 

Nada más concluir el choque, Pablo Laso dejó muy claro que cada partido es diferente y que resulta igual finalizar 94-72 que 94-93. El Real Madrid no quiere sorpresas y quiere ir a Valencia con el gran colchón de un 2-0 en el marcador. El conjunto merengue sabe que las series son muy largas y espera dar el mismo nivel ofrecido el jueves. Una auténtica exhibición de principio a fin que acabó rápidamente con las posibilidades de un Valencia Basket muy superado. 

Otro motivo del cuadro blanco para estar contento es la distribución de minutos. Solo Randolph superó los 20 minutos, algo que demuestra que la plantilla llega en un gran estado físico y con ganas de defender el título de la ACB. Buenas noticias que concluyó Llull, con 3 triples a más de 7 metros que le devolvieron la sonrisa que tanto anhelaba. 

Ponsarnau no cambiará de idea, pero si dará más importancia a otros hombres que no fueron titulares pero brillaron con luz propia. Doornekamp y Dubljevic fueron los más destacados, pero ninguno salió de inicio. El canadiense alcanzó los 15 puntos y 6 rebotes, mientras que el pívot montenegrino acabó con 8 puntos y 7 rebotes. 

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