Los lunes, ni gallinas ponen dice el refrán, pero el Real Madrid sí puso su vigésimo triunfo en Euroliga y sella casi matemáticamente su presencia en los cuartos de final. Los blancos se impusieron a un Panathinaikos siempre a remolque que no pudo frenar a Campazzo, Tavares y Deck, por ese orden. [Narración y estadísticas: Real Madrid 96-78 Panathinaikos].
Desubicada. Así estaba la afición del Real Madrid antes del duelo contra Panathinaikos de este lunes. Los horarios cada vez despistan más a las hinchadas y la blanca se preguntaba en los prolegómenos del choque el porqué de este horario digno de Prime Time de serie española.
Sin un minuto de retraso y después de que la plantilla blanca ofreciera a su afición el título de campeón de Copa del Rey y el trofeo a MVP que ganó Campazzo, el balón marchó al cielo de Madrid. El base argentino y Calathes iban a ser los protagonistas del arranque del duelo.
La ley de Campazzo y Tavares
Dos de los mejores pointguards de Europa deleitaban a la afición merengue con un máster de dirección, pero el estado de forma de Campazzo le iba a hacer brillar más que al veterano heleno. 'El Facu' dirigía el juego blanco con precisión y belleza para acabar encontrando a Tavares y a Deck en la pintura.
Al buen hacer merengue en la pintura se unió la pasión en defensa. Garuba secaba a un Thomas que brilló contra Mirotic la pasada jornada, mientras que las piernas de Carroll y del propio Facu hacían lo propio con Fredette y Calathes. Con todos sus peligros desactivados, Pitino recurría a Rautins pero el primer cuarto iba a caer del lado del equipo que mejor juego había expuesto sobre el parqué.
Con 27-16 para el Real Madrid arrancó el segundo acto. Mientras que el escolta de Siracusa era la única noticia positiva en el ataque heleno, Laso daba el relevo a su quinteto titular, mención especial para la ovación que recibió Garuba a su marcha al banquillo. Con los titulares descansando, Panathinaikos aprovechó para reducir distancias desde el perímetro, la única zona en la que se mostraba acertado y sin ataduras.
Mickey hace saltar las alarmas
Sin prisa, pero sin pausa iban los griegos acercándose en el marcador hasta que, con 29-24, Carroll y Rudy alzaron la voz desde el 6'75 para levantar al Palacio la diferencia que mostraba el luminoso. En pleno auge merengue, la sirena de la enfermería blanca volvió a encenderse y es que Mickey, tras caer mal en disputa de un rebote, se llevaba la mano a la rodilla antes de marcharse al vestuario junto a los doctores.
Esta acción cayó como un jarro de agua fría en un Madrid que, aunque lideraba el marcador, veía como Panathinaikos reducía distancias antes del descanso (48-41). A la vuelta de vestuarios y con la veintena de aficionados del PAO alzando la voz desde el gallinero, el equipo griego continuaba con el guion que le había hecho reducir ventaja.
Corrió el tercer cuarto siempre sobre el alambre de los 6 puntos de diferencia. Cuando Calathes se entonaba y resoplaba en el cogote merengue, aparecía Deck para, desde la puerta atrás, volver a mantener la distancia en al menos dos canastas. Pero el arreón griego era más fuerte cada vez y las tropas de Pitino obligaban a Rudy a calentar su muñeca para marcar territorio. Cinco puntos consecutivos del balear mandaban el partido al último periodo con 73-65 brillando en el luminoso.
Y llegó la 20
Se alzó el telón del cuarto y lo primero llamativo fue ver a Mejri en pista. La torre tunecina, desaparecido en los últimos meses, daba un respiro a Tavares mientras que Laso apostaba por Laprovittola y Campazzo juntos en pista. En menos de un minuto, la dupla argentina y el acierto de Thompkins cambiaron la expresión tensa merengue por una amplia sonrisa, tanto en la cara con en el juego, que hacía volar al equipo blanco hasta los 14 de diferencia.
El rodillo ya estaba activado y el plan de Laso había salido a la perfección para que la vigésima victoria llegara a las arcas merengues. Los últimos minutos quedaron para que la afición blanca ovacionara al técnico del Real Madrid y para recordar el triunfo copero, mientras que la diferencia se ampliaba hasta los 18 puntos con los que se cerró el partido.
En definitiva, la jornada atípica de lunes puso punto y final con el Real Madrid sumando un nuevo triunfo europeo con el que sigue metiendo presión al Anadolu a la par que se acerca al objetivo de los cuartos de final.
Real Madrid 96-78 Panathinaikos
Real Madrid: Campazzo (14), Carroll (12), Deck (13), Garuba (4), Tavares (15) - quinteto inicial - Rudy (11), Laprovittola (10), Reyes (4), Nakic (0), Mickey (0), Thompkins (11), Mejri (2).
Entrenador: Pablo Laso.
Panathinaikos: Calathes (13), Fredette (11), Papapetrou (11), Thomas (11), Papagiannis (6) - quinteto inicial - Rice (7), Pappas (-), Wesley Johnson (4), Rautins (6), Mitoglou (0), Bentil (2).
Entrenador: Rick Pitino.
Árbitros: Lottermoser, Boltauzer, Hordov.
Parciales: 27-16| 21-25| 25-24| 23-13|
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 26 de la Euroliga disputado en el WiZink Center, Madrid.