El Real Madrid sigue sin levantar cabeza en Euroliga y ya acumula un balance de 1-4 difícil de recordar durante toda la etapa de Pablo Laso. El equipo merengue había acostumbrado a ser una de las referencias en competición europea y esta nueva temporada, marcada por la Covid-19, no está yendo como se esperaba.
La última derrota ante el Barcelona, aunque terminó dejando una gran imagen del combinado capitalino, ahonda en la crisis madridista en el torneo continental y aumenta el contraste con el paso por ACB, donde se mantienen líderes y sin haber cedido en ningún partido. Un dato que certifica la buena gestión que todavía tiene el conjunto blanco.
El duelo de El Clásico se presentaba como una oportunidad de oro para dar un paso al frente y reafirmarse en Europa. Sin embargo, una mala primera parte y un bajón en los minutos finales hicieron imposible cualquier remontada. El tercer cuarto sacó la mejor cara de Real Madrid. Cinco claves permiten hacer un análisis general de las razones de la derrota.
Desastre en el segundo cuarto
Fue el gran problema del Real Madrid en el resto del partido. El 18-14 del primer cuarto no aventuraba tal desastre minutos después. Y es que el Barcelona cerró la segunda manga con un 30-13 de parcial, lo que marcó un punto de inflexión en el resto del encuentro al dejar un 48-27 en el marcador general.
Una amplia diferencia que metía presión al Real Madrid para la salida de vestuarios. Había que responder sí o sí en el tercer cuarto para no tener el partido perdido antes de tiempo. Finalmente es lo que sucedería y los de Laso replicarían con un parcial de 16-25 que les metió en el partido. No fue del todo suficiente y ese +17 de la segunda manga pasó factura.
Sin triple
Una de las principales armas del Real Madrid es el triple. Ya se demostró la temporada pasada y en anteriores campañas. Cuando los de Laso están acertados en el perímetro, difícil es que pierdan el partido. Y contra el Barcelona ese buen porcentaje exterior no hizo acto de presencia.
Si bien los de Jasikevicius tampoco estuvieron entonados y apenas sumaron un 5/20 en triples, el Real Madrid sí que notó esa ausencia de aportación desde el 6,75. El conjunto merengue se fue con un 6/21, echando de menos a un Carroll lesionado y con Abalde, con dos aciertos desde el triple, como máximo exponente. Llull o Rudy solo anotaron uno.
Las estrellas desaparecen
La falta de anotación merengue fue notable. No había una referencia ofensiva como en otras ocasiones. Campazzo, Llull, Rudy... Ninguno tuvo su día. Los máximos anotadores del Real Madrid fueron Thompkins y Abalde, con 14 y 13 puntos respectivamente.
Ese empujón del base balear, que apareció en los últimos minutos para acabar con nueve puntos, metieron al Real Madrid en el partido. Campazzo, por su parte, apenas logró siete tantos. Y Rudy, con nueve minutos a la espalda, solo sumó tres puntos gracias a un tiro desde el perímetro, el único que hizo en todo el partido.
Dominio del rebote
Tavares (1) y Garuba (5) no pudieron con los interiores del Barcelona. Brandon Davies, Oriola y Smits se mostraron muy superiores. Capturó todo el conjunto catalán hasta 36 rebotes frente a los 29 del Real Madrid. La gran sorpresa, como en todo el partido, fue un Sergi Martínez que sin ser el más alto ni el más veterano recogió hasta nueve balones sueltos. Con siete puntos, rozó el doble-doble.
El tiro libre
El Real Madrid se cargó de faltas muy rápido, al igual que sus jugadores clave. Campazzo con tres, Taylor expulsado, Garuba y Thompkins con cuatro... Al final, el Barcelona se fue hasta la línea de personal hasta en 23 ocasiones y anotó 18 de ellas. El Real Madrid solo tiró 14 veces desde el tiro libre.
[Más información - El mensaje tranquilizador de Causeur tras dar positivo por la Covid-19]