El Real Madrid de baloncesto se ha convertido en los últimos años en un verdadero trampolín para la NBA. La mejor competición del mundo, el objetivo de gran parte de los jugadores, ha estado más cerca de la plantilla merengue gracias a su buen rendimiento en la última década. Sin embargo, casos como el de Luka Doncic no se han podido repetir. El esloveno estalló en la capital y se consagró como un proyecto único de los que aparecen una vez cada mucho tiempo. Y, tras la salida de otros nombres, se ha podido confirmar esa teoría de que Luka Doncic solo hay uno.
El esloveno abandonó el Real Madrid en 2018 para presentarse al Draft. Acabó en los Dallas Mavericks consciente de que todos los focos iban a estar sobre él después de haber sido el mejor jugador del equipo merengue. Doncic no tardó en dar un paso al frente y en su primera temporada consiguió promediar 32 minutos de juego, algo más de 21 puntos, casi ocho rebotes y seis asistencias de media. Cifras que le valieron para ser Rookie del Año frente a un estadounidense como Trae Young.
La segunda temporada en la NBA estuvo afectada por la Covid-19. Sin embargo, la pandemia no le frenó. Doncic se coló en el All-Star y debutó en el partido de las estrellas en febrero de 2020. Un nuevo logro que sumaba a sus estadísticas de casi 29 puntos, 9,4 rebotes y 8,8 asistencias por encuentro disputado. La tercera temporada, ya completamente afianzado, repitió en el All-Star y redujo ligeramente sus números. En esta nueva campaña que acaba de empezar, en 13 partidos disputados ya se mueve en más de 24 puntos, ocho rebotes y casi ocho asistencias.
Los números de Luka Doncic explican el impacto que ha tenido tanto en la NBA como a nivel mundial. Pero, además, sirven para confirmar que su situación es completamente diferente a la del resto de mortales. Luka Doncic es un caso único y salir del Real Madrid rumbo a la NBA no significa seguir los pasos, casi inalcanzables, el esloveno.
Durante estos últimos años, y más tras la salida de Luka, la NBA se había situado como el mayor rival del Real Madrid a la hora de configurar su plantilla. Pese a que varios aceptaron el reto, ninguno ha conseguido asentarse en la mejor competición de baloncesto del planeta. Campazzo mantiene su futuro en el aire, Deck apenas tiene presencia y Garuba, el más recient y con toda una carrera por delante, ha sido relegado al equipo de la G-League.
El caso de Campazzo fue uno de los más dolorosos por el potencial que alcanzó en el Real Madrid. Sin embargo, el argentino tenía claro que quería probar suerte en la NBA y planeó su salida con la entidad. Cumplió los tiempos, se despidió jugando con la camiseta blanca y buscó la conquista de la NBA superando los retos como ya hizo en Europa.
Su primera temporada terminó con 65 partidos en las piernas, una media de casi 22 minutos y apenas seis puntos y 3,6 asistencias. En esta segunda, en 13 partidos a las espaldas, se ha movido en medias de 15 minutos, 3,7 puntos y 1,8 asistencias. Los rumores sobre qué pasará con su futuro continúan, pero Campazzo tiene claro que quiere convencer a la NBA de que está preparado como ya hizo en el Real Madrid.
Los dos últimos 'caídos'
Gabriel Deck fue el segundo caso tras Doncic y mucho más polémico. Su adiós se precipitó por el interés de los Thunder, en plena temporada, sin capacidad de buscar a un sustituto y cuando la plantilla contaba con varios lesionados. Deck abandonó el Real Madrid y puso rumbo a Oklahoma. En esa 2020/2021 tuvo presencia en diez partidos, con algo más de 20 minutos por encuentro, ocho puntos y cuatro rebotes.
Por el contrario, en este inicio de campaña solo ha jugado cuatro duelos, con apenas cinco minutos de media y estadísticas de unos dos puntos y menos de un rebote por encuentro. Su futuro ya ha sido vinculado con Europa y el debate sobre si se precipitó marchándose a la NBA ha aumentado dado que parece haber sido algo precipitado.
El último caso es el de Usman Garuba, que ha confirmado que Luka Doncic solo hay uno pese a la presión que le acompañaba. El canterano del Real Madrid, ahora en los Rockets, ha sido relegado a la G-League tras siete partidos y medias de algo más de seis minutos por encuentro. El varapalo es notable por el hecho de no poder disputar la NBA, pero en jugadores de 19 años que llegan a la competición es un proceso más común. Por ello, Garuba sigue peleando por minutos en el 'primer equipo' de Houston consciente de que debe labrarse su propio camino.
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