El Real Madrid de baloncesto ha pasado un bache de resultados y sensaciones realmente malo en las últimas semanas. El equipo de Pablo Laso se cayó antes de que terminara el mes de enero y arrastró sus fantasmas durante la Copa del Rey y los partidos posteriores. Poco a poco ha conseguido ir saliendo de ese pozo, aunque la debilidad del conjunto madridista se muestra en la fragilidad que ha tenido a la hora de pelear por momentos decisivos en partidos apretados.
Muchos de esos problemas, además de la forma física, se han achacado a las carencias que tiene el conjunto blanco en el puesto de base. Después de años en los que Laso ha tenido a sus órdenes a jugadores de talla mundial, ahora la entidad blanca está pagando con creces la falta de esas estrellas que aporten mando y dirección.
Nombres como Sergio Rodríguez, Luka Doncic o Facundo Campazzo han pasado por el eje de las operaciones madridistas con una brillantez pocas veces vista de manera tan consecutiva. Sin embargo, ahora se echa en falta la presencia de un jugador de esas garantías. Lo cierto es que no se ha acertado con los fichajes de este curso o con la estructuración de la planificación, ya que las apuestas de Laso no han dado los resultados esperados.
Así pues, nombres como los de Thomas Heurtel, Nigel Williams-Goss o Carlos Alocén no han sabido llenar el hueco dejado por las estrellas del pasado. Y ahora lo que se demanda es la llegada de un nuevo playmaker de talla mundial que vuelva a guiar al Madrid a ese nivel que ahora mismo solo pueden ofrecer Barça, Anadolu Efes y quizás Olimpia Milan o el recién expulsado CSKA. A pesar de su situación en la clasificación, la caída libre de los blancos les hace estar un peldaño por debajo de los grandes.
Campazzo y Larkin: sueños rotos
El Real Madrid ha puesto su punto de mira en los elementos más codiciados que podrían rondar el mercado. Uno de ellos era la vuelta de Facundo Campazzo. El base argentino no ha tenido suerte en su aventura en la NBA y su etapa en los Denver Nuggets toca a su fin. Por eso, en el club blanco sopesaron la opción de intentar convencerle para su vuelta con un fichaje galáctico que sirviera para convertirle en el mejor jugador de Europa y en el base que dominara el Viejo Continente.
Sin embargo, tal y como ha informado el periodista especializado Chema de Lucas, la opción del retorno de 'Facu' es muy lejana, casi remota. El base tiene varias ofertas de la mejor liga del mundo, se rumorea que hasta cinco, y está dispuesto a aceptar alguna de ellas para seguir peleando por su sueño en lo más alto. De esta manera, un fichaje por el Real Madrid en estos momentos es imposible.
Campazzo continuará su carrera en la NBA al menos las próximas temporadas y por ello, el conjunto madridista lleva con varios nombres sobre la mesa desde hace algunas semanas. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, uno de esos nombres era Shane Larkin, un viejo anhelo del equipo blanco. El base de Anadolu Efes es uno de los mejores jugadores de Europa y termina contrato. Aunque es uno de los más desequilibrantes, también es uno de los que más cobra y por eso su fichaje se ha caído para los blancos.
Su salario por temporada está por encima de los 3,5 millones de dólares y en el club blanco no estarían dispuestos a llegar tan alto. Cualquier petición que supere los 3 'kilos' sería muy superior a lo que el Real Madrid puede ofrecer y a lo que estaría dispuesto a introducir en un vestuario en el que también hay renovaciones que tratar como las de Llull o Rudy Fernández.
Sin Campazzo ni Larkin en la ecuación, el Real Madrid sigue barajando otros nombres también de talla mundial, pero que conforman perfiles totalmente diferentes. Otros que también han sonado, y que no han entrado en la lista de futuribles, son viejos conocidos como Micic, que solo saldría de Efes para probar suerte en la NBA, o Nando de Colo.
Opciones: Wilbekin y Mike James
Los tres nombres más importantes que han estado sobre la mesa del equipo blanco han sido Shane Larkin y las opciones más reales de Scottie Wilbekin y Mike James. El base turco parece ser la opción más factible en esta complicada operación. Todavía le resta un año de contrato con Maccabi, pero el deseo mostrado ya en el pasado por los blancos le hace ver con buenos ojos una llegada al Palacio de los Deportes en condición de estrella.
Sin embargo, el escollo más importante que hay que librar, además del hecho de que siga con contrato en vigor, es la posibilidad de que algunos equipos se entrometan en el camino del Real Madrid. Es el caso del gran equipo otomano de la competición, el Anadolu Efes. Los de Ataman tienen a Wilbekin en el número uno de su lista si se consuma la salida de Micic rumbo a la NBA.
En una competencia directa a con Efes, el Real Madrid tendría muy complicado ganar. Pero si no, su nombre es que el que más se acerca a ser su nuevo fichaje. Aun así, el hecho de que no tenga un perfil tan organizador, como sí lo tenía en su día Campazzo, y que no sea un auténtico MVP de Europa como sí lo es Larkin, es lo que ofrece algunos reparos a la dirección técnica del conjunto blanco.
Por último, el nombre final de ese trío de galácticos es Mike James. El base del Mónaco es otro de esos viejos conocidos que siempre ha rondado el entorno de los mejores equipos de Europa y entre ellos el Real Madrid. Sin embargo, su carácter vuelve a ser netamente anotador, con menos capacidad organizativa y con menor eficiencia en el pase. Pero solo firmó por un año en su llegada a Francia por un salario en torno a los 1,2 millones de euros por curso.
No sería un jugador al estilo Campazzo y sí podría ser una llegada más parecida a la de Shane Larkin. En su caso, al contrario que con Wilbekin, sí se trataría de un galáctico total. Pero uno de sus mayores hándicaps podría ser su decisión de probar una nueva aventura en la NBA para quemar las pocas opciones que le quedan de triunfar en Estados Unidos.
Por ello, este tipo de fichajes que responden más a un perfil de base más anotador que asistente o capaz de estructurar ataques de manera consistentes, podrían ir acompañado de la llegada de otro tipo de jugadores, aunque implicara una doble salida. Ahí entran nombres como Kevin Pangos, que está pendiente de lo que suceda con el CSKA para resolver su futuro, Grigonis o incluso Raulzinho Neto, ahora en los Wizards y que tendría el inconveniente del alto salario que percibe en la NBA.
Salidas de Heurtel y Goss
Además de estructurar su política de fichajes, el Real Madrid también tiene que estudiar a qué jugadores dar continuidad en la plantilla y cuales mostrar de manera definitiva la puerta de salida. Y aquí influirá y mucho la situación contractual de cada uno de ellos, incluso por encima del nivel mostrado hasta ahora.
Quien seguirá de forma segura es Carlos Alocén, que se rompió el ligamento cruzado de la rodilla hace unos meses y que está enfocado en su recuperación de cara al próximo curso. Otro caso complejo es el de Juan Núñez. El canterano está considerado como uno de los mayores talentos de la factoría blanca y el número de fichajes marcará si tiene hueco en el primer equipo o si es mejor buscarle una salida en forma de cesión.
Y después vienen los dos expedientes calientes. El primero de ellos es el de Thomas Heurtel. Ha sido el mejor base de la temporada, pero sin llegar a romper. Buenos números, pero sin sensación de haber marcado diferencias o de haber dominado. Tenía firmado un año de contrato y otro más opcional, tanto por parte del jugador como por parte del club. Por ello, es la vinculación más fácil de romper, aunque su rendimiento ha sido el mejor y su llegada desde Barcelona suponía un plus.
En el caso de Nigel Williams-Goss, su situación es más complicada. Tiene un año más de contrato obligatorio, por lo que para su salida sería necesario abonarle esa temporada y convencerle de buscar una salida. Sin embargo, su rendimiento ha sido el más pobre. Se podría decir que ha sido la gran decepción del último mercado, ya que no ha brillado ni en la dirección de juego ni en la anotación.
Ha estado errático y desaparecido durante la mayor parte del curso, mostrando la sensación de verse superado por la presión de uno de los grandes de Europa. Tampoco ha conseguido entender las sinergias que le introduce Pablo Laso a sus equipos, con un juego vivo y de transiciones rápidas para darle vuelo a la capacidad anotadora de sus jugadores. Por nivel, es el que está en la rampa de salida con mayor claridad. Sin embargo, el número de jugadores que lleguen, el perfil y el nivel marcarán si finalmente él abandona el equipo, si lo hace en compañía de Heurtel o si se termina quedando.
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