El Real Madrid de Baloncesto reapareció en Liga Endesa con una cómoda victoria ante Breogán. El equipo merengue recuperó sensaciones y dejo atrás una racha de cinco derrotas consecutivas entre todas las competiciones. Sin embargo, la gran sorpresa no estuvo ni en la cancha ni en el resultado, sino en la presencia de Thomas Heurtel y Trey Thompkins en la zona de jugadores no convocados. Ambos, apartados hace unos días por Pablo Laso, llevaban el traje habitual de la plantilla del Real Madrid.
La simple presencia de los dos jugadores en el equipo merengue ya sorprendió a todos los aficionados que detectaron su estancia. Y, como era de esperar, el entrenador Pablo Laso tuvo que explicar el porqué. El técnico del Real Madrid fue claro ante los medios, pero realizó unas declaraciones completamente diferentes a las protagonizadas el pasado 9 de abril en la previa de El Clásico.
Pablo Laso no solo indicó que ninguno de sus jugadores estaba "fuera del equipo", sino que dejó la puerta abierta a que disputen minutos en un futuro si son capaces de coger el ritmo competitivo del resto de sus compañeros. Una estrategia prácticamente opuesta a la realizada en su día con el inicio de la crisis interna del equipo.
"Thomas Heurtel y Trey Thompkins nunca han estado fuera del equipo. Están haciendo trabajo específico y no significa nada que hayan venido al partido. Están trabajando fuera del equipo y en ese sentido no tengo mucho más que decir. Veremos cuando los vayamos reincorporando si volverán a jugar o no, pero que duda cabe que no han estado fuera del equipo", explicó el entrenador merengue en una de sus primeras respuestas en sala de prensa.
A pesar de la defensa de Laso, él si aseguró que la decisión era "definitiva", por lo que tanto Heurtel como Thompkins dejaban de estar en la rutina madridista. Concretamente, las palabras de Pablo Laso fueron las siguientes: "Lo de Heurtel y Trey es decisión mía. Mi obligación como entrenador es identificar el problema. Los dos jugadores ya no entrenan con el equipo y es una decisión técnica. La decisión sobre Thompkins y Heurtel de no volver con el equipo es definitiva".
El cambio de postura es evidente. La explicación se desconoce. Pero el nuevo plan con Heurtel y Thompkins adelanta un panorama muy diferente para el Real Madrid. El equipo merengue podrá contar con dos jugadores de primer nivel si Laso decide incorporarles definitivamente al grupo. Heurtel es base, posición ahora muy castigada por la lesión de Carlos Alocén. Y Trey Thompkins es uno de los eternos 'soldados' de Laso, por lo que conoce a la perfección los sistemas del vitoriano.
Castigo por su fiesta
Pablo Laso confirmó que Heurtel y Thompkins estaban apartados del equipo el pasado 9 de abril. Lo hizo antes de un duelo contra el Barça y después de la ridícula derrota ante el Bayern con un último cuarto para el olvido. La realidad es que ambos jugadores ya no formaban parte del día a día desde el martes de esa misma semana. La razón, al menos según publicaron medios griegos, fue que tanto Heurtel como Thompkins salieron de fiesta hasta altas horas de la madrugada antes de la jornada de Euroliga en Atenas.
La indisciplina de ambos jugadores supuso el estallido de la mayor crisis interna desde que Pablo Laso llegara al banquillo en 2011. El remedio empleado fue el de apartar a los dos estrellas. El Real Madrid mejoró su imagen ante el Barça y rozó el triunfo de no ser por la polémica arbitral. Ante Bilbao se volvió a perder la fuerza. Y, por fin ante Breogán, se recuperó el potencial habitual de este equipo.
Heurtel y Thompkins vieron ese triunfo en primera persona. Es la primera aparición que hacen desde que estallara el caso. Laso agradeció que fueran a apoyar al resto de sus compañeros y dejó sobre la mesa la posibilidad de que vuelvan a jugar. Por delante, el Real Madrid tiene dos partidos de playoffs de Euroliga ante Maccabi. Una eliminatoria al mejor de cinco partidos en la que el equipo y proyecto de Pablo Laso se juega mucho. Puede que, además, lo haga con los refuerzos de Heurtel y Trey.
El futuro de Laso
La época de Pablo Laso al frente del Real Madrid se resume en títulos, títulos y más títulos. Sin embargo, esa racha gloriosa que llegó a situar su proyecto entre los más exitosos de la historia del club y del baloncesto nacional atraviesa por un momento delicado. El crecimiento del FC Barcelona y la inestabilidad durante la temporada han hecho que el Madrid atraviese lo que para el club es una sequía.
La temporada pasada, por ejemplo, solo se obtuvo la Supercopa de España. La Copa del Rey se perdió ante el Barça y la final de la Liga Endesa también se fue a manos azulgranas. La 2020/2021 tenía a Jasikevicius como técnico culé, pero algo similar pasó en la 2019/2020 con Pesic al frente del equipo. La Copa fue para el Real Madrid y la Liga Endesa, desarrollada en formato exprés por la Covid, la levantó Baskonia. El Real Madrid, por lo tanto, sumó un pequeño doblete con la Supercopa.
Así las cosas, esta temporada es clave para un Pablo Laso que tiene contrato hasta 2023. Por el momento, solo se tiene ganada la Supercopa. En caso de no levantar ningún título más, sería la tercera temporada consecutiva sin grandes trofeos en las vitrinas merengues más allá de una Copa del Rey. Una situación que dejaría en una situación delicada el proyecto de un Laso que en los últimos meses pelea contra las dudas sobre un posible fin de ciclo.
El Real Madrid confía plenamente en el técnico vitoriano. De ahí que se renovara su contrato hasta 2023. Por ello, solo se vería posible un cambio de entrenador en caso de desastre absoluto. En ese escenario de fin de ciclo e inicio de proyecto nuevo, el nombre que coge fuerza es el de un Álex Mumbrú que está cumpliendo con creces en Bilbao Basket y que sabe perfectamente lo que es defender los colores del Real Madrid.
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