La Minicopa Endesa ha visto dejar sus primeras huellas de grandeza a nombres propios que hoy son referencia: Ricky Rubio -que inauguró el palmarés-, Luka Doncic, Usman Garuba, Domantas Sabonis... Hasta Victor Wembanyama, el siguiente astro de la constelación NBA. Apunten otro nombre a la lista: Mahamadou Landoure (Djenné, Mali; 2009).
El Real Madrid ganó la Minicopa este fin de semana gracias a una actuación histórica de Landoure: 56 puntos, 33 rebotes (17 en ataque), cinco tapones, 14 faltas recibidas y 82 de valoración en la victoria contra el Barcelona por 84-74. Su talla, mide 2,11 metros, y las enormes cualidades de este jugador de 13 años le convierten en el próximo coloso del baloncesto español.
No era la primera vez que Landoure se mostraba en la Minicopa. La pasada edición la jugó invitado por el Barça, pero no brilló tanto. Un año después y con un crecimiento de magnitud de por medio, pudo 'vengarse' de los azulgrana y consolidarse como una estrella de futuro.
Landoure viene de la localidad de Djenné, al norte de Mali. Allí empezó a jugar al baloncesto, hasta que su agente logró traerle a España el año pasado. Entró en la Spanish Basket Academy de Villaviciosa de Odón y se ganó la invitación del Barcelona para el torneo que reúne a los mejores jugadores menores de 14 años.
El Real Madrid le incorporó esta temporada a su disciplina y, en vista de los resultados, supo sacar a flote su potencial. Ayuda su ética de trabajo, de la que presumen ser muy buena. Sus condiciones físicas no dejan a nadie indiferente, pero su gran movilidad le convierte en un jugador imparable entre los de su edad.
Su mayor virtud está en el aro. Le encanta machacar, obsesión compartida con su ídolo Shaquille O'Neal. Tampoco es fácil que se le escapen los balones en el rebote. Completa su juego con una fiabilidad más que aceptable desde el tiro libre -aunque en la final hizo un 14/24-, un dato importante dado el alto número de faltas que recibe.
Mahamadou Landoure es un proyecto de jugador sin límites. No tardará en ser profesional y asomar la cabeza en la ACB, aunque sus miras van mucho más allá: hasta la NBA. De momento, su deber es seguir por el camino tan interesante que ha seguido en el último año tras ser descartado por la secretaría deportiva del Barcelona.
La Minicopa de Landoure
El Real Madrid se volvió a consagrar con su novena Minicopa de las diez últimas y Landoure lo hizo con un MVP del torneo histórico. Su balance final fue de un promedio de 19,2 puntos, 17,4 rebotes y una media de 32,4 créditos de valoración. Fue de menos a más.
En la primera jornada, Landoure debutó con un doble-doble de 11 puntos y 17 rebotes (25 de valoración) en 11 minutos. Se mantuvo en esa línea en el segundo y el tercer partido: 7 puntos, 10 rebotes y 6 tapones ante el Valencia Basket (14 de valoración) y otro doble-doble de 11 puntos y 11 rebotes ante el Betis (18 de valoración).
En las semifinales se empezó a desatar la tormenta del gigante maliense, siendo determinante contra el Joventut Badalona con 14 puntos, 16 rebotes y 23 de valoración. Aún así, solo era un aperitivo de lo que ocurriría en una final que quedará grabada en la memoria de muchos.
8.360 personas -récord de la competición- asistieron al espectáculo de Landoure. Tras el partido, le vieron recoger el MVP de la Minicopa de manos de Isabel Buesa, directora general de Endesa Cataluña. También lideró el mejor quinteto del torneo. Landoure viene a cambiar las reglas del juego.